"Saqueo. El arte de robar arte"
Título: “Saqueo. El arte de robar arte”
Autor: Sharon Waxman
Editorial: Turner
Nota de la Redacción: ¿No te suena esta cara?. Basta con ser ligeramente aficionado a los documentales sobre el antiguo Egipto de los últimos años para que este rostro no te sea desconocido. Su nombre es Zahi Hawass, y ha removido la egiptología, al tiempo que ponía de los nervios a los responsables de los principales museos del mundo. Zahi es protagonista habitual en el canal Discovery y en los dedicados a Historia, también lo es de parte de uno de los libros más interesantes sobre el mundo del arte en los últimos años. Su autora es una periodista que ha trabajado para el New York Times, el Washington Post y la agencia Reuters, de los que fue corresponsal en Hollywood, Jerusalén, París o la Europa del Este. La autora ha viajado por Estados Unidos, los países europeos y Egipto, en busca de los responsables de los museos más importantes, políticos de la cultura, ladrones e intermediarios que viven del dinero que atrae el arte antiguo. El resultado inspiraría a Orson Welles para hacer otra película como “Fraude”, sobre los intereses entremezclados de codicia y conservación que conviven en este mundo desde que Los soldados de Napoleón entraron en Egipto con un grupo de estudiosos a los que protegían cada vez que eran atacados en plena marcha gritando: "¡Burros y eruditos al centro!".
Desde entonces los museos occidentales fueron formando colecciones de arte en base a acuerdos, sobornos, saqueos ocultos o expresos botines de guerra. En muchos casos el arte fue despedazado, en otros se destruyeron piezas para transportarlas, en otros muchos se salvaron y revalorizaron, atrayendo a millones de occidentales y provocando un negocio multimillonario alrededor. En la introducción se dice: “En 1973, el periodista Karl Meyer escribió en el prólogo de su libro de referencia El saqueo del pasado; "Dado el ritmo actual de la destrucción, puede que para el fin del siglo todos los principales yacimientos arqueológicos inexplorados hayan quedado irrevocablemente estropeados o saqueados. Estamos presenciando algo equivalente a la quema de la biblioteca de Alejandría por los romanos, aquella catastrófica hoguera cuyas llamas consumieron gran parte de la sabiduría de la antigüedad"”. No se quemó más que un almacén del puerto de Alejandría en tiempos de César, fueron los cristianos quienes la quemaron en tiempos de Hipatia, pero al margen de este error muy popular, el libro mostraba una situación espeluznante a la hora de explotar yacimientos arqueológicos. Waxman nos lleva a un Luxor (Luxor.txt) distinto al que podemos conocer como turistas, y lo mismo hará con el hipervisitado Valle de los Reyes (ValleDeLosReyes.txt) para acercarse al faraón que interpretó Yul Brynner en “Los diez mandamientos”.
En estas páginas quedan en evidencia tanto el Louvre como el Museo Británico por callar o disimular el origen de algunas de sus mejores colecciones, y otro tanto ocurre con el Metropolitano de Nueva York o el Getty de Los Ángeles, que dan pie a suculentas historias actuales de tráfico de piezas robadas en los últimos años. Como dice la autora, el libro tal vez deje más preguntas en el aire de las que contesta, pero sus páginas desprenden la pasión del arqueólogo y la necesidad o avaricia del ladrón de tumbas, con personajes poderosos en su entorno, atractivos, o tan moralmente imprecisos como uno con el que se citó en Roma (Comerciante.txt).
En resumen, un buen trabajo periodístico e histórico que no puede ser más ameno y que no dejará indiferente a ninguno de los que lo lean, pero que si dejará alguna duda sobre como actuar ante el pasado cuando se piensa en la restitución de muchas obras a sus lugares de origen, con limitaciones para la conservación y la exhibición adecuada según los criterios occidentales, que se han revelado exactos en algunos casos de piezas devueltas, robadas posteriormente.
Me ha encantadoeste libro. Mi profesor de arte ni lo conocía. Me ha apetecido ver la peli de Orson Welles. Gracias.