"Retratos fantasmas"
La web oficial.
El argumento: “Retratos fantasmas” es un viaje multidimensional a través del tiempo, el sonido, la arquitectura y el cine, ambientado en el paisaje urbano de Recife, capital costera brasileña de Pernambuco: un territorio histórico y humano, examinado a través de las grandes salas de cine que sirvieron como espacios de convivencia durante el siglo XX.
Conviene ver: “Retratos fantasmas” es un viaje tan desolador como nostálgico a través del paisaje urbano y costero de Recife, capital brasileña desde la que Kleber Mendonça Filho realiza un viaje hacia el pasado para reivindicar la experiencia colectiva del cine en salas, nos guste o no un hábito en desuso del que quedan como testigos tanto románticos empedernidos por un lado como edificios abandonados que son salas de proyecciones cerradas fruto de los cambios de consumo y de la imparable gentrificación. El director se apoya en decenas de testimonios y de vídeos domésticos para crear ese aire de ensoñación fantasmagórico que da personalidad y alma a la propuesta, un documental ensayístico sobre una forma de concebir el cine, como rito social o con lo transmitido por esos grandes letreros en las fachadas, en relación a un país tal es el caso de Brasil que como tantas ciudades fruto del urbanismo ha visto perder su personalidad y encanto entre conglomerados de adosados, centros comerciales y migraciones masivas. Un lugar y un tiempo que forjaron personalidades y que no deja de ser una visión de una generación que se crió con la televisión pero que vio como el cine le arrebataba su forma de encarar el día a día siendo por siempre un refugio y también una vida de repuesto. Un paso del tiempo que se ha notado en personas, casas familiares y barrios que han ido diluyéndose al igual que los juegos en las calles mientras se ha acrecentado el declive económico y el arraigo de lo individual frente a lo colectivo fomentando el abandono de muchos lugares y zonas. Un director ecléctico que explora su alrededor partiendo de la que fue la casa en la que se crío y que fue después rehabilitada por su madre para ser ahora su domicilio conectando con otros de sus trabajos premios como "Sonidos de barrio" (2012) o "Doña Clara (Aquarius)" (2016). Un testigo de lo que fue una burguesía ligada al arte que ha ido desapareciendo frente a lo que es una gran urbe, que deambula por los lugares en los que creció y que sirvieron de escenario para sus sueños y sus primeros trabajos, creando un film tan melancólico como triste, híbrido a nivel de género e ilustrativo a la hora de captar los olores, sonidos, ritos carnavaleros e idiosincrasia de la ciudad de Recife, en lo que es un álbum de fotos fílmico que no está exento de caos y tedio por momentos en un ejercicio de memoria en el que resuenan los ecos del pasado de una manera honesta y no forzada sentimentalmente a raíz de los recuerdos que encierran esos grandes edificios que tantas historias de cine contaron e hicieron llegar a la gente. Y es que si bien el pasado no tuvo porque ser mejor sí que fue algo distinto pero irrepetible dando lugar a un mundo como el de ahora en el que todos nos sentimos neófitos.
Conviene saber: En las proyecciones especiales del Festival de Cannes 2023 y representante de Brasil para el Oscar 2024 a la mejor película internacional.
La crítica le da un SEIS