Recordando clásicos: "Eva al desnudo" (1950), la rivalidad por antonomasia

Querido Teo:

Me alegra comenzar con esa célebre frase de Margo Channing, a la que daba vida la gran Bette Davis, en la que dice: “Ajústense los cinturones, esta noche vamos a tener tormenta”. Hoy os voy a hablar de "Eva al desnudo" (1950), una película que radiografía el universo femenino, y no uno cualquiera, sino uno tan preñado de egos como es el de las divas del teatro. Una historia para la que se tomó como base un relato de Mary Orr, publicada en la revista Cosmopolitan en 1946, que después se convirtió en ficción radiofónica emitida por la NBC. Con esos mimbres su director y guionista Joseph L. Mankiewicz consiguió un retrato sofisticado, mordaz y brillante de unas mujeres que afilan sus uñas en las tablas del teatro.

“Margo Channing, una estrella de la escena. Actuó por primera vez a los cuatro años en El sueño de una noche de verano, hacía de hada y apareció completamente desnuda, desde entonces ha sido una estrella. Sí, Margo es una gran actriz, una verdadera actriz”. Así presenta Addison DeWitt (el sibilino crítico teatral interpretado por George Sanders) a la gran protagonista, Margo Channing.

Ella es una dama del teatro en su madurez, ha alcanzado la cima de su profesión, y desde allí otea en el horizonte el ocaso de su carrera. Sabe bien que en un mundo en el que la escritura de las obras la
llevan a cabo los hombres, siempre centrados en protagonistas jóvenes, no le queda demasiado tiempo de estrellato. Pero mientras tanto defiende su privilegiado puesto como una leona.

Margo es una diva en toda su extensión: temperamental, cínica, tenaz e imprevisible. La soporta y acompaña Birdie, una actriz retirada que es su ayudante personal desde hace años. La confianza entre ellas es tal, que la actriz que la interpreta, Thelma Ritter, dice más con sus silencios y miradas de complicidad, que con palabras.

Otra pieza importante de la historia es Karen Richards encarnada por Celeste Holm. Ella es la fiel amiga de Margo Channing. Para presentarla volvamos de nuevo a la lúcida visión de Addison DeWitt: “Me llamo Addison DeWitt, puede decirse que vivo en el teatro, aunque no intervengo ni actúo en él. Soy crítico comentarista, algo esencial en el teatro. Aquí tienen a Karen Richards, esposa de un autor teatral y por lo tanto perteneciente al teatro por matrimonio. Nada de lo que pueda haber en su pasado ni en su familia la hubiese acercado a la escena más allá de la fila primera. Sin embargo cuando terminaba sus estudios en Radcliff Lloyd Richards dio unas conferencias sobre arte dramático y al año siguiente Karen se convirtió en la señora de Richards”.

Aunque el papel de Karen Richards es secundario, en realidad es una pieza clave que propicia el encuentro de Margo Channing con Eva Harrington. También es ella la que comienza a narrar la historia con un flashback que nos lleva de la sala en la que le está entregando un premio, a unos meses atrás, cuando conocen a Eva, que ha dejado huella en todos los amigos que componen en círculo de Margo.

Así llegamos a Eva Harrington (la Eva del título), a la que presta su dulce rostro Anne Baxter. Es una fan entregada, que va todos los días al teatro para ver la representación de Margo Channing. Un día Karen, viendo que es una admiradora devota, la invita a visitar el camerino de Margo. Eva conoce a su ídolo femenino y a sus amigos y les cuenta la conmovedora historia de su vida. Sus palabras logran inspirar en el grupo la misma ternura que un gatito abandonado, así que la acogen y Eva se convierte en la eficaz asistente de Margo.

Con ese arreglo parece que se cumplen las expectativas de Eva. Sin embargo el inofensivo gatito pronto va mutando en una ambiciosa aspirante a actriz, que posee gran capacidad de observación para aprender de su benefactora y busca mostrar su gran talento en cuanto tenga ocasión. Para ello no duda en manipular a todos para conseguir lo que de verdad ansía, que es convertirse en una intérprete de éxito. Sólo el crítico teatral Addison De Witt (al que le debemos la ácida presentación de personajes) la ve desde el principio como realmente es y la desenmascara, aceptando el juego de Eva, pero imponiendo también sus propias reglas.

“Eva, la muchacha de oro, la de las portadas de las revistas, la de la puerta de al lado o la de la Luna, la vida ha sido buena para Eva. La atención pública la sigue, se la ha descrito, se ha hablado de sus gustos y aficiones, qué hace, cómo viste, qué come, con quién trata, a dónde fue y a dónde irá. Eva, ustedes lo saben todo acerca de Eva. ¿Qué puede haber acerca de Eva que ustedes no conozcan?".

En esta película se retrata la rivalidad existente entre el mundo del escenario y el cine. La prestigiosa troupe que vivía del teatro en Nueva York miraba por encima del hombro al pujante negocio del cine, que seguía creciendo en la costa Oeste. Actores, directores, todos eran tentados por el dinero de Hollywood. Y curiosamente "Eva al desnudo" logra meter el mundo del teatro en una pantalla de cine y lo hace con una calidad que contradice esa condescendencia.

Pero "Eva al desnudo" es sobre todo un fresco femenino, que desmenuza el mundo de la interpretación y sus inseguridades, centrándose en las mujeres y retratando la ambición desmedida por llegar a la cima y lo que les espera allí a las escaladoras más afortunadas.

Y ya para terminar algunas curiosidades sobre "Eva al desnudo":

* Para seguir demostrando que en el cine todo puede ser impostado, la amigable relación que se da en pantalla entre Bette Davis y Celeste Holm distaba mucho de la real. Las dos actrices tuvieron varios enfrentamientos durante el rodaje. Mientras Davis alabó en varias ocasiones la labor de Anne Baxter, con quien tenía la rivalidad en pantalla.

* "Eva al desnudo" fue una película de mujeres, en la que irónicamente se premió el trabajo de los hombres. El filme estuvo nominado a nada menos que 14 Oscar, de hecho sus cuatro actrices estuvieron nominadas, Bette Davis y Anne Baxter como protagonistas y Celeste Holm y Thelma Ritter como secundarias. Pero los premios se los llevaron Joseph L. Mankiewicz por película, dirección y guión adaptado y George Sanders como actor secundario. No es que no fuesen premios merecidos, pero se echa de menos otra estatuilla para Bette Davis, que perdió ante Judy Holliday por "Nacida ayer".

* A Bette Davis le llegó el papel de Margo Channing de pura carambola, ya que la actriz elegida era Claudette Colbert. Un accidente de esquí fue el responsable de que el rol cayera en manos de la Davis, que bordó el mejor papel de su carrera, cuando ya se la daba por acabada, después de romper su contrato con la Warner. Durante el rodaje además conoció a su cuarto marido Gary Merrill, que hace el papel del director teatral Bill Samson.

* "Eva al desnudo" también nos ha dejado uno de los primeros papeles de una tal Marilyn Monroe, no sé si os suena. Aquí interpreta a Miss Caswell y así la presentan:

“ - Recuerda a Miss Caswell ¿verdad?
- No, ¿cómo está?
- No nos habíamos visto nunca, quizás sea por eso.
- Miss Caswell es actriz, se graduó en la Escuela de Arte de Copacabana".

Y nada más por hoy, sólo deciros que no podéis perderos esta joya de película que gana con cada visionado. Además ya sabéis que siempre es buena idea revisar los clásicos.

Mónica Balboa (https://cineenunminuto.com/)