¿Qué fue de... Kelly McGillis?
Querido primo Teo:
A no ser que vivas en una burbuja que te tenga completamente desconectado de la realidad hace unas semanas se presentó el trailer de “Top Gun: Maverick”, la secuela del éxito que convirtió en superestrella a Tom Cruise y que llegará 34 años después de su estreno. Tomás Crucero es uno de esos ejemplares que parecen inmunes al paso del tiempo y conforme él va cumpliendo años (aunque no se le note) va teniendo compañeras de reparto más jóvenes, en “Barry Seal: El traficante” su esposa era interpretada por Sarah Wright a la que el actor le saca 22 años. Siguiendo la tendencia no deja de ser excepcional que la pareja de Cruise en “Top Gun: Maverick” sea Jennifer Connelly de 49 años pero es que la ganadora del Oscar por “Una mente maravillosa” también parece tocada por la varita mágica de la eterna juventud y ha dejado de lado a quien interpretó al amor oficial de Maverick en “Top Gun”, Kelly McGillis, a la que ni siquiera contemplaron como una opción en la secuela.
Descubrimos a Kelly McGillis (California, 1957) de la mano de Peter Weir en “Único testigo” en donde interpretó a una hermosa miembro de la comunidad Amish, madre de un niño que es testigo de un asesinato, de la que se enamoró Harrison Ford y buena parte de los espectadores. Esa actuación le valió candidaturas al Globo de Oro y al Bafta y le abrió las puertas de Hollywood a la actriz que en aquel momento tenía 26 años y que acababa de llegar de Nueva York en donde había estudiado Arte Dramático.
McGilllis se alejaba de la fatalidad de unas Kathleen Turner o Melanie Griffith, o de la belleza nada terrenal de Michelle Pfeiffer, y aunque no dejaba de ser eficaz como actriz no demostraba ser un animal interpretativo como Meryl Streep o Glenn Close. Por eso la mayoría de sus papeles fueron de muy bajo perfil en títulos como “Hecho en el cielo” o “La casa de Carroll Street”. Pero tuvo la suerte de figurar en tres éxitos “Único testigo”, la mencionada “Top Gun” y finalmente “Acusados”, el film por el que Jodie Foster logró su primer Oscar.
También tuvo la desgracia de protagonizar “El cazador de gatos” de Abel Ferrara cuyo rodaje le pareció infernal por las discrepancias con su coprotagonista Peter Weller y que le llevó a plantearse abandonar definitivamente el mundo de la interpretación, de hecho cuando Abel Ferrara le aseguró que el rodaje ya había terminado para ella se fue a su caravana y se rapó la cabeza.
A partir de la década de los 90 la actividad de McGillis comenzó a disminuir por iniciativa propia, ya que se alejó durante una temporada para centrarse en su vida personal. Cuando regresó se dio cuenta de que Hollywood ya se había olvidado completamente de ella y de que tampoco encajaba en una industria que mide cada arruga y pesa cada gramo. Ha estado más presente en la televisión (la serie “The L word”) que en el cine. Encontró un refugio en el teatro en donde no ha parado de trabajar, llegando incluso a encarnar a la señora Robinson en “El graduado”. Sobre las tablas también ha protagonizado “La loba”, “La gaviota” o “Hedda Gabler”.
Kelly McGillis es una firme defensora de la belleza natural, sostiene que en Hollywood apenas hay quien aparente los 50 años. Que la Paramount no la haya llamado para decirle “no vamos a contar contigo, Kelly” no ha supuesto para ella ningún bofetón de realidad ya que desgraciadamente era algo que tenía asumido desde que el proyecto era un simple rumor. Tal y como ha confesado en una entrevista reciente: “Soy vieja y gorda y me veo apropiada para mi edad, y eso no es lo que la escena de la película significa. Pero prefiero sentirme absolutamente segura en mi piel y quién soy a mi edad que darle más importancia a eso”.
Mary Carmen Rodríguez