¿Qué fue de... Hattie McDaniel?
Querido primo Teo:
Hace una década George Clooney subía al escenario del Teatro Kodak a recoger el Oscar al mejor actor de reparto por “Syriana” y pronunció uno de los discursos más brillantes que recuerdo de los últimos años en donde dijo que se sentía orgulloso de pertenecer a la comunidad de Hollywood y a la Academia por dar visibilidad a determinadas causas. “Nosotros fuimos los que hablamos sobre el sida, cuando estaba siendo un susurro, hablamos de los derechos civiles cuando no era muy popular, y las personas de esta Academia le entregaron el Oscar a Hattie McDaniel cuando los negros estaban obligados a ocupar la parte trasera de los teatros”. Giorgio il Magnifico ha sido una de las voces más sensatas que se han pronunciado una vez dadas a conocer las candidaturas a los Oscar, y ha dicho que el problema no es a quién se nomina sino el número de opciones disponibles, y no sólo en la comunidad negra, que es la que ha monopolizado las protestas, sino en otras que tienen menos representación en la industria. No te voy a hablar de Clooney, y menos en “¿Qué fue de…?”, porque no es un ejemplo de actor oscarizado cuya carrera se estrelló después de la estatuilla, sino de Hattie McDaniel que fue la primera actriz de raza negra que fue reconocida por la Academia por su trabajo en la mítica “Lo que el viento se llevó”.
Hattie McDaniel nació en Kansas en el año 1895 en el seno de una familia formada por esclavos liberados. A través de su madre, que era cantante de música religiosa, se inició con algunos de sus hermanos en el mundo del espectáculo, primero como cantante y compositora y posteriormente como actriz. Pasó por Denver, Chicago, Milwaukee, y llegó a desarrollar una carrera en la radio, pero el dinero no le alcanzaba y trabajaba mientras tanto como empleada doméstica o fregando platos en un restaurante. En 1931 se mudó a Los Ángeles, donde ya vivían sus hermanos, y ante la falta de oportunidades trabajó durante una temporada como cocinera. Debutó en el cine con la película “The golden West” y participó en “No soy ningún ángel”, uno de los grandes éxitos en la filmografía de Mae West. Ingresó en las filas del Sindicato de Actores y no dejó de tener trabajo en el cine, se puso a las órdenes de John Ford en “El juez Priest”, y también intervino en “Sueños de juventud”, “Saratoga” o “La pequeña coronela”. Hacía papeles de criada y por eso fue duramente criticada por los miembros de su comunidad, porque consideraban que no hacía nada por mejorar su situación, y por el otro lado a la audiencia blanca, especialmente la del sur de los Estados Unidos, le irritó su trabajo en “Sueños de juventud” porque eclipsaba a Katharine Hepburn.
El papel de Mammy en “Lo que el viento se llevó” fue casi tan disputado como el de Scarlett O’Hara, hasta el punto de que la primera dama, Eleanor Roosevelt, escribió al productor David O’Selznick para recomendar a su propia criada, pero para que McDaniel fuese elegida fue fundamental Clark Gable, con quien ya había trabajado en el pasado. “Lo que el viento se llevó” tuvo su premiere en el Gran Teatro de la Loew en Atlanta el 15 de Diciembre de 1939. Conforme se fue aproximando la fecha a la MGM se quedó en no utilizar a los actores negros en la campaña publicitaria y que estos no fuesen al estreno del film, debido a las leyes de segregación del estado de Georgia., pero O. Selznick intentó que Hattie McDaniel fuese al estreno y Clark Gable amenazó con boicotear el estreno del film en Atlanta si no se le permitía a la actriz acudir a ese evento. Ella no pudo ir, pero O. Selznick logró por lo menos que su imagen estuviese presente en la publicidad de la película.
“Lo que el viento se llevó” fue uno de los mayores acontecimientos de la Historia del cine y arrasó con todo y con los Oscar no fue una excepción. La 12ª edición de los premios se celebró el 29 de Febrero de 1940 en el restaurante Coconut Grove situado en el Hotel Ambassador de Los Ángeles y para que McDaniel pudiese entrar al Hotel el productor David O. Selznick tuvo que pedir permiso, no pudiendo sentarse con sus compañeros de reparto, sino que le colocaron en una mesa aparte que estaba en la peor zona, en donde se sentó junto a su acompañante y su agente que era blanco. La intérprete se llevó el galardón a la mejor actriz de reparto. En su discurso dijo que veía ese galardón como una señal para hacer cualquier cosa en el futuro en la industria del cine.
Pero el Oscar no cambió nada, no se desprendió de los papeles de criada y muchas veces era el alivio cómico. Su último trabajo en la gran pantalla lo hizo en “Prueba heróica”. Fue la primera negra en tener su propio show en la radio, “Beulah”, y la ABC la llevó a la televisión, su emisión no se libró de la polémica ya que el ejército de los Estados Unidos dejó de transmitir la serie a las tropas establecidas en Asia por presentar a los hombres negros como unos vagos y que eso afectaba al rendimiento de los soldados de raza negra.
McDaniel tuvo que abandonar la serie en el año 1952 tras descubrir que padecía un cáncer de mama y que ya estaba muy extendido. La actriz fallecería el 26 de Octubre de ese mismo año a la edad de 57 años. En sus últimas voluntades había expresado su deseo de ser enterrada en el cementerio de Hollywood junto a estrellas como Rodolfo Valentino o Douglas Fairbanks pero en aquel momento la ley no lo autorizaba por lo que fue enterrada en un cementerio para negros. En 1999 se puso un cenotafio en su honor en el cementerio de Hollywood, los nuevos propietarios se pusieron en contacto con sus herederos para enterrar sus restos ahí y la familia se negó.
Mary Carmen Rodríguez
Algo que hoy en día sería condenado por todo el mundo, por ello se entiende perfectamente que los actores negros (y también los hispanos, como bien recordó Clooney) boicoteen los próximos Óscar. Mucho han tenido que sufrir los afroamericanos con leyes absurdas en su contra, contra las cuales tendríamos que escribir páginas y páginas. Me acuerdo que incluso el NO-DO también era racista, una vez sacó a los trabajadores negros de una plantación de Guinea Ecuatorial (aún española), diciendo el locutor que los negros no estaban capacitados para mandar. Por otro lado, Hattie trabajaba honradamente, hoy tendría mejores papeles que en su tiempo, y encuentro coherente la reacción de sus herederos, que sólo veían como un parche o sólo para quedar bien lo de que ella, por fin, pudiera ser enterrada donde quería, y mejor dejarla donde estaba, con gente como ella, más comprensiva con lo que sufrió en vida.