“Pinocho”
La web oficial.
El argumento: Adaptación de la clásica historia del muñeco de madera llamado Pinocho, que desea ser un niño de carne y hueso.
Conviene ver: El director italiano Matteo Garrone, al que le debemos títulos como “Gomorra” (2008) y “El cuento de los cuentos” (2015), está detrás de una nueva adaptación (entre las muchas que están en marcha) de la novela de Carlo Collodi, una historia enfocada para el público adulto pero que desde su publicación ha estado muy presente en la iconografía infantil. "Pinocho" trata sobre un juguete de madera con vida que es creado por Geppetto y en donde se encuentran representadas todas las cualidades pequeñas de un niño: es perezoso, maleducado, desobediente, testarudo y mentiroso, esto último hará que su nariz le crezca de manera desorbitada. Las travesuras de Pinocho le harán meterse en una infinidad de líos. Garrone opta por plasmar el espíritu de la novela original sin renunciar a mostrar toda la crudeza de la Italia rural del siglo XIX golpeada por la miseria. Su estética barroca y sucia sabe aunar el realismo con la vanguardia de las nuevas tecnologías aprovechándose de los tonos rojizos y ocres que parten de las ilustraciones originales. En este film vemos a Roberto Benigni interpretando a Geppetto, el carpintero muerto de hambre que crea al títere y que mantiene con la criatura una relación paternofilial, el actor, que en su día llevó a cabo su adaptación del texto de Collodi siendo un sonoro fiasco y en la que su encarnación del niño de madera no podía ser más patética, se esfuerza en llegar a donde el film de Garrone no logra, dar entidad a ese vínculo entre el creador y la criatura con un personaje al que imprime ternura, más teniendo en cuenta el hecho de que él era el elegido para protagonizar la versión que iba a llevar a cabo Federico Fellini y que se quedó en el tintero. “Pinocho” se resiente también por su estructura en episodios y también por querer ser al mismo tiempo tanto una aproximación realista a la época así como los pasajes más sórdidos de la obra de Collodi encaminada a los más pequeños cuya moraleja es que serán castigados si no se someten a los dictados de los adultos, van a la escuela, se portan bien y no se dejan llevar por las malas compañías que sólo quieren aprovecharse de ellos con cantos de sirena. Más macabra y realista cercana al cuento original, lo que explica la anecdótica aparición del Grillo, pero también más preocupada por cuidar la forma que por armar el fondo emocional de la cinta redondeándose con una puesta en escena bellísima y cuidada al detalle que le hace ser una fábula atemporal, grotesca e imperfecta para todos los públicos en la que ya es junto a la de Disney la versión más destacada de las muchas que se han hecho del clásico favoreciendo, en este caso, su verismo, onirismo e italianidad pero fallando en su capacidad de sorprender y en el ritmo de una historia a veces tan elogiable como hueca perdiendo brío cuando incide en el infantilismo con animales parlanchines o personajes ridículos como el profesor de escuela o el caracol. La cinta gana por su estética y por el calor emocional que desprende la relación del muñeco de madera con Gepetto y con la Hada, así como algunas moralejas como el siempre impactante segmento de los burros, aunque el esperado final se queda corto en clímax resolviéndolo por la vía rápida.
Conviene saber: La cinta pudo verse fuera de concurso en el Festival de Berlín 2020. La cinta fue también merecedora de 5 premios David di Donatello 2020 en las categorías de diseño de producción, vestuario, maquillaje, peluquería y efectos visuales.
La crítica le da un SEIS