"Perfect days"
La web oficial.
El argumento: Hirayama parece totalmente satisfecho con su sencilla vida de limpiador de retretes en Tokio. Fuera de su estructurada rutina diaria, disfruta de su pasión por la música y los libros. Le encantan los árboles y les hace fotos. Una serie de encuentros inesperados revelan poco a poco más de su pasado.
Conviene ver: “Perfect days” es el regreso al cine de ficción de Wim Wenders con una cinta sencilla, austera pero muy humanista centrada en un limpiador de retretes de Tokio que encuentra la felicidad en las pequeñas cosas porque, en realidad, es ahí donde parece encontrarse la esencia de la vida. Bien sea con las sensaciones que da esa canción, el placer de un buen plato o perderse en las páginas de una apasionante lectura. Tras años perdido en proyectos muy variados (entre experimentales y divulgativos) Wim Wenders sólo ha encontrado algo de rédito en documentales como "Pina" (2011) o "La sal de la tierra" (2014) consiguiendo una de esas cintas con las que los fieles que abandonaron la parroquia pueden regresar a la misma suponiendo también un homenaje a la cultura japonesa a la que Wenders descubrió en los 70 y con la que se siente tan identificado y acogido.
Minimalismo a la hora de mostrar la cotidianidad de la vida y sus rutinas con un halo de melancolía analógica que pretende reivindicar aquellos momentos que quedan fuera del alcance de una pantalla y que calan por el hecho de ser auténticos. Una cinta que ha sido comparada con "Paterson" (2016) por sacar belleza y poesía de una repetición de hechos que llevan a un protagonista que ha sabido encontrar su lugar en el mundo y vivir el día a día en paz y sin amarguras, frustraciones o delirios de grandeza. Largos planos y escasos diálogos para mostrar a un Hirayama que pudiendo parecer solitario y "outsider" posiblemente sea más rico que otros precisamente por ser consciente de lo que tiene, haber sabido vivir a su manera y sacarle el lado bueno de las cosas sin esperar ninguna otra pretensión que se salga del guión y le lleve a un camino de amargura refugiándose en esa playlist que confirma el carácter melómano de Wenders (Lou Reed, Nina Simone, The Velvet Underground, The Kinks, Patti Smith, etc…) y suponiendo uno de los alicientes de una película no trascendente pero sí estimable y edificante en la que no es lo importante lo que ha llevado al protagonista a esa vida sino en cómo ha sido capaz de ser más feliz consigo mismo y con tan poco a su alrededor.
"Perfect days" es una película elogiable pero menor siendo su mayor baza las sensaciones que evoca aprovechándose de cierta aureola oriental que le hace conectar con Yasujiro Ozu (al que ya abrazó en "Tokio-Ga" en 1985) en su cadencia y sensibilidad representada en la nobleza de un hombre que ha encontrado su lugar en el mundo sin alharacas, que aborda su desagradecido trabajo como un artesano con dedicación y esmero en servicio a los demás, y al que imprime verdad, serenidad y afabilidad un estupendo Kôji Yakusho en su día a día, en sus encuentros con su sobrina o en la escena final de la película mirando a cámara conduciendo su camioneta llevando a cabo toda una declaración de intenciones en esa gama de emociones que hacen concluir que hay que saber aprovechar hasta el último pequeño placer que nos brinde la vida, siendo una delicia verlo disfrutar del Perfect day de Lou Reed al Feeling good de Nina Simone en una rutina reparadora que también es una capa de protección frente al dolor encontrando en la música, las imágenes, los libros y la comida el auténtico sentido de la vida abrazando el día a día sabiendo valorar las cosas más sencillas. Una contemplativa y tierna mirada a abrazar la simplicidad que no la simpleza que radica en un baño limpio, cintas de cassette, novelas clásicas, el confort del restaurante habitual o Ss de la naturaleza como canto de optimismo y de humanismo frente al cinismo, el frenesí y la crispación del mundo actual proponiendo encarar cada día con una sonrisa.
Conviene saber: Mejor actor en el Festival de Cannes 2023 y representante de Japón para el Oscar 2024 a la mejor película internacional.
La crítica le da un SEIS