"Matria"
La web oficial.
El argumento: Ramona, una mujer de cuarenta años, vive sumida en un contexto laboral y personal tenso y precario en un pueblo de la costa gallega. Hace malabarismos con múltiples trabajos para mantenerse a flote y proporcionar un futuro mejor a su hija Estrella. Pero cuando Estrella está preparada para tomar su propio camino, Ramona se da cuenta de que, por primera vez, puede hacer algo por sí misma.
Conviene ver: “Matria” está ambientada en Galicia y nos presenta a Ramona, interpretada por María Vázquez, que es una mujer que lo ha sacrificado todo por su hija y que sobrevive a base de trabajos muy precarios, pero que se plantará cuando le reduzcan el sueldo en la fábrica en la que está empleada. “Matria” conecta directamente con el cine de Ken Loach, también con el de los hermanos Dardenne, en donde es muy fácil empatizar con una mujer que está dispuesta a llegar hasta el final para reivindicarse a nivel laboral y también en el aspecto personal, ante un marido alcohólico y una hija adolescente que es incapaz de ver que su madre lo único que pretende es darle una vida mejor. Un caramelo de personaje para una actriz como María Vázquez, que se entrega en cuerpo y alma con una interpretación llena de coraje y también extenuante. “Matria” se une al cine social europeo a la hora de mostrar a la clase obrera, aquella acostumbrada a poner la otra mejilla hasta que llega un punto que tiene que decir basta, no sólo por una cuestión de reafirmación sino también de poder aspirar a crear un mundo mejor para las nuevas generaciones. Todo ello sostenido en una espléndida María Vázquez que tiene en su trabajo lo que da alas a una cinta que, sin ella, hubiera sido una más (con todos los subrayados y sin los matices que ella aporta) de ese cine social en el que se adentra el cine español a la hora de mostrar la realidad que se sabe pero no se quiere ver reivindicando con su personaje a esas mujeres que, sean visibles o no, en realidad son los motores de que todo siga girando aunque el sistema no les reconozca.
Una Ramona carismática y auténtica pero también cansada y harta por un exceso de resistencia que le ha destrozado el rostro con ojeras y arrugas, las manos con asperezas y fricciones y los pulmones destrozados por el tabaco con el que calma su ansia nerviosa teniendo que sacar carácter y fuerzas de flaqueza en un mundo de hombres. Las mismas que la de esa clase invisibilizada que mejor que no moleste quedando bajo la alfombra y la impersonalidad de las fábricas y las luces neblinosas de la Galicia industrial. Una mujer a la que han enseñado que la dedicación y el esfuerzo lo es todo pero que en la práctica se traduce en un futuro sin esperanza con un salario irrisorio y el hecho de que además trabajar fuera de casa tenga que ser la cuidadora oficial del ecosistema familiar porque se considera que ella siempre va a estar ahí para solucionarlo. Una mujer tan oculta que no puede permitirse pararse quieta sufriendo el paro tras un arranque de ira, el abandono de una hija condenada a repetir la travesía vital de su padre y una pareja que sólo sabe beber, vaguear y sobar. Algo que no le impide echarle humor a la vida con un particular estilo caustico entre sus compañeros y entre las personas con las que se relaciona cada día, incluso fantaseando con una nueva vida pero a la que su espíritu dedicado no le guiará ante su férrea convicción del que es su lugar en el mundo. Un viaje pausado y áspero, quizá irregular en un tono forzadamente existencialista dentro de su realismo documental, pero fiero, descarnado y con nervio a pesar de su sencillez a la hora de mostrar como la miseria y las injusticias se heredan porque por un lado están los avances sociales y por otro la práctica del día a día. Una película que desmitifica el cine obrero aunque lo abraza en estilo y que, aun así, se permite dar algo de luz aunque sólo sea como un espejismo que justifique el seguir vivo.
Conviene saber: Álvaro Gago parte de su propio cortometraje de 2017 en su debut en el largometraje que le ha valido a María Vázquez el premio a la mejor actriz en el Festival de Málaga 2023.
La crítica le da un SEIS