"Los pájaros", 60 años mirando al cielo con temor

Querido primo Teo:

Alfred Hitchcock inició la década de los sesenta estrenando “Psicosis” (1960), un experimento de bajo presupuesto en el que se utilizó un equipo de televisión y en donde quiso divertirse rompiéndole los esquemas al espectador. Tres años después del gran éxito cosechado con “Psicosis” el mago del suspense fue más allá, adaptando el relato de Daphne du Maurier “Los pájaros” que nos presentaba a una pequeña comunidad atacada por unas aves. Una historia catastrofista que conectaba con los devastadores efectos causados por el uso de la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial y también por la tensión vivida durante la Guerra Fría. “Los pájaros” (1963) fue un desafío técnico que llevó al perfeccionista Hitchcock a vivir una crisis que resolvió siendo todavía más puñetero con quienes tenía a su alrededor. Aunque la crítica de hace 60 años no fuera especialmente generosa con “Los pájaros”, cuestionando al director por su perversión, el tiempo la ha situado como una de las obras más icónicas y perturbadoras de la filmografía de Hitchcock y su influencia ha sido notable en los directores surgidos en el último medio siglo. 

En el año 1952 la escritora británica Daphne du Maurier publicó una colección de relatos en donde incluyó “Los pájaros” en la que se presentaba a su familia siendo víctima de un ataque de pájaros inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. Alfred Hitchcock, que ya había adaptado a la autora en "Posada Jamaica" (1939) y "Rebeca" (1940), se hizo con los derechos de un relato que había fallado en sus intentos de ser llevado a la televisión y a la radio, con la esperanza de repetir la proeza de Orson Welles con “La guerra de los mundos”.

Que las aves lleguen a atacar a la población resulta exagerado pero se ha dado. Daphne du Maurier se inspiró en un suceso real y Hitchcock tomó como referencia unos hechos ocurridos en la costa de California, durante el verano de 1961, en el que los habitantes de Capitola se convirtieron en los protagonistas de un relato distópico porque fueron atacados por gaviotas. Si el incidente del mundo real tuvo que ver con una intoxicación, en “Los pájaros” Hitchcock y su guionista, Evan Hunter (habitual en la serie “Alfred Hitchcock presenta”), prefirieron obviar cualquier explicación, aunque el director optó por lo más radical que fue eliminar la parte final del guión para dejar al espectador noqueado y más de uno se preguntó si algo había fallado durante la proyección. 

“Los pájaros” se inicia con un desencuentro en una pajarería entre una niña bien que podría ser la típica Cayetana del barrio de Salamanca y un abogado con pinta de empotrador. Los dos ya se conocían y habían tenido una experiencia desagradable en el pasado. Lo que podría ser el germen de una comedia romántica insustancial de la década de los 60 termina convirtiéndose en un escalofriante relato de terror en donde los seres humanos se ven amenazados por unos pájaros. Bahía Bodega, el idílico lugar costero de San Francisco, se convierte en el escenario de una pesadilla que se inicia cuando llega la protagonista acompañada por una pareja de periquitos, un inocente regalo de cumpleaños para una niña de 11 años. 

La aparición de Melanie, tan distinguida como adicta a buscarse los problemas, enloquecerá a los pájaros que comenzarán a atacar a los lugareños. No es algo aislado. Los episodios se van sucediendo y el horror va en aumento. Solamente una vecina es capaz de señalar al elefante en la sala y responsabiliza a Melanie de los ataques. A Hitchcock le interesaba la alegoría de una mujer encerrada en su jaula, aislada del mundo exterior y que una vez fuera se tiene que someter a las pruebas de fuego ofrecidas por la vida real. 

“Los pájaros” supuso el inicio de la relación entre Alfred Hitchcock y Tippi Hedren. El director necesitaba una nueva musa tras ser abandonado por Grace Kelly, convertida en princesa de Mónaco, y el desencanto vivido con Vera Miles, a la que no le perdonó no protagonizar “Vértigo” (1958) al quedarse embarazada. Se enamoró de la presencia sofisticada de Tippi Hedren al verla en un spot televisivo de un producto adelgazante y la contrató al instante. Cuando el movimiento #MeToo se hizo mundial en el otoño de 2017, a raíz del escándalo Weinstein, Tippi Hedren se convirtió en un símbolo para las mujeres que han denunciado el acoso sexual en Hollywood.

La actriz que también protagonizó “Marnie la ladrona” (1964) esperó a la muerte de Hitchcock para presentarse como una víctima de la tiranía del director a quien acusó no solamente de haberle llevado engañada a una experiencia peligrosa durante el rodaje de “Los pájaros” sino de haberle incluido en una lista negra en Hollywood por haberle rechazado sexualmente. 

Cuando Alfred Hitchcock compró los derechos de “Los pájaros” no pensó que el proyecto iba a ser un quebradero de cabeza por culpa de la técnica y por primera vez en su carrera se sintió inseguro con lo que estaba haciendo. Alguien tan metódico comenzó a improvisar, a jugar con el equipo y a llevar al límite a operadores y actores. El desafío estaba en los pájaros, se utilizaron 3.200 aves amaestradas, entre gaviotas, gorriones y cuervos, y se gastaron más de 200.000 dólares en la creación de pájaros mecánicos. 

La gran sorpresa de “Los pájaros” está en la ausencia de partitura. Hitchcock prefirió prescindir de la música y utilizar los sonidos de los pájaros como banda sonora y tuvo a su compositor de cabecera, Bernard Hermann, como supervisor del sonido de la película. 

“Los pájaros” se estrenó comercialmente el 29 de Marzo de 1963 y posteriormente se exhibió fuera de concurso en el Festival de Cannes. Fue un éxito que triplicó en la taquilla su presupuesto de 3 millones de dólares pero la crítica no terminó de comulgar con una película en la que Hitchcock iba más allá en su perversión y misantropía, no le sucedió lo mismo en Europa en donde sí fue bendecido de manera unánime. 60 años después de su llegada a los cines nos sigue produciendo escalofríos y más de uno seguimos mirando con temor al cielo.

Mary Carmen Rodríguez