"Lightyear"
La web oficial.
El argumento: La historia del origen de Buzz Lightyear, el héroe que inspiró el juguete, y que nos da a conocer al legendario Guardián Espacial que acabaría contando con generaciones de fans.
Conviene ver: "Lightyear" es la vuelta de Pixar a salas después de que sus tres últimas películas ("Soul", "Luca" y "Red") llegaran directamente a las plataformas debido a la pandemia. Lo hace explotando el universo rico y sin fin de “Toy Story” que, tras cuatro películas, se adentra en uno de sus personajes, Buzz Lightyear, contando en la versión original con la voz de Chris Evans y que, en realidad, pretende ser dentro del universo de la saga la película que vio Andy en su día y que llevó a que se hiciera con el juguete que amenazó con desbancar al vaquero Woody por lo que no estamos ante los orígenes del muñeco sino en el personaje que generó el merchandising. En todo caso un homenaje a la saga con ecos a “Star Wars” y aunando comedia, ciencia ficción, romance e, incluso, reivindicación identitaria. El personaje no es el juguete que vimos en la habitación de Andy sino que ha cobrado identidad propia y nos adentra en sus aventuras previas a cuando lo conocimos primando el desafío de la velocidad y la concepción del tiempo con el empeño en superarse tras una misión fallida que le hace vivir atormentado por ello embarcarse en continuos viajes interestelares. Un Pixar enfocado más al divertimento que al existencialismo de otros trabajos pero que, no obstante, también tiene su pincelada de reflexión en lo referente a cómo ordenamos nuestras prioridades en una vida en la que vamos a lo nuestro, en una eterna rueda de hámster hacia el infinito y más allá. Lo más interesante es cómo se permite golpear a la nostalgia (tan en boga en la actualidad en una época de poco riesgo) con un mensaje que empuja a mirar hacia el futuro y no quedarse anclado en el pasado. Lamentablemente ni el protagonista ni los secundarios, su compañera afroamericana y lesbiana y un gato robot, ayudan a quitarnos la sensación que, teniendo en cuenta de dónde venimos, es un Pixar más rutinario e intrascendente. Eficaz y entretenido pero al que le falta alma, genialidad y capacidad de trascender al no aprovechar todo su potencial más allá de caer en los lugares comunes de la aventura y en las referencias a películas del género. Una manera de cumplir el expediente este verano pero en el que la sensación de ritmo intenso no nos tiene que hacer pensar una cosa distinta a lo que ocurre realmente, que estamos ante una madeja mecanizada con más pirotecnia que sustento y en la que al menos hay que mencionar la banda sonora de Michael Giacchino.
Conviene saber: Tras más de dos décadas en el Estudio Angus MacLane (“Buscando a Dory”) dirige en solitario su primer largometraje de Pixar.
La crítica le da un CINCO
Harto de que me adoctrinen en el sentimiento "woke" sin comerlo ni beberlo. No aporta absolutamente nada...pero lo tienen que meter. Lamentable