La Música Clásica De Nuestro Tiempo: "Spider-Man: Cruzando el multiverso" // Daniel Pemberton

Estamos escuchando Across the spider-verse (Intro) de Daniel Pemberton para la banda sonora de "Spider-Man: Cruzando el multiverso", la secuela de "Spider-Man: Un nuevo universo" (2018) estrenada el pasado viernes 2 de junio, y que es la primera parte de un final dividido en dos películas que está arrasando en el mundo entero. La película está conquistando tanto a público como crítica, con su arrollador e innovador uso de la animación, donde la primera ya marcó tendencia, su guion medidísimo y apabullante emocionalmente, y el carisma de esos personajes a los que nos hemos unido hasta el fin de los días.

Pero es indudable que, tanto en la primera película como en la segunda, existe un factor absolutamente diferencial en conseguir emocionar al espectador: y sí, también es el uso de esas canciones de rap modernas, pero sobre todo es la banda sonora de Daniel Pemberton.

Hablaremos por primera vez en la sección del compositor británico, uno de los nombres más sonados en los últimos años, y desgranaremos no sólo lo que ha supuesto enfrentarse a esta segunda película de la saga, si no una de mis cosas favoritas de esta sección, analizar todos los temas y leitmotivs de los personajes.

Daniel Pemberton, nacido en Reino Unido en 1977, grabó su primer disco titulado "Bedroom" en 1994, con 16 años, en una grabadora de cassette multipista. El álbum sorprendió al director de televisión Paul Wilmshurst quien pidió a Pemberton que compusiese un documental para televisión que estaba preparando. Desde entonces, Pemberton se convirtió en un gran demandado en la televisión británica, y debutó en cine con la película "The awakening" de Nick Murphy.

Pero fue realmente en 2013 cuando dio el salto y compuso la película de Ridley Scott "El consejero". Desde entonces, Pemberton ha tenido unos 10 años realmente remarcables, componiendo trabajos apabullantes como "Operación U.N.C.L.E." y "Rey Arturo: La leyenda de Excalibur" de Guy Ritchie, "Steve Jobs" de Danny Boyle (obra maestra de BSO), "Ámsterdam" de David O. Russell, la serie "Black mirror", o "Molly's game" y "El juicio de los 7 de Chicago" de Aaron Sorkin, por la cual fue nominado al Oscar en la categoría de mejor canción.

Evidentemente entre todas estas también se encuentra la primera Spider-Man de animación, y llegamos a 2023 donde compone la segunda parte, y que ya sin entrar en análisis y opinión totalmente subjetiva, debería de darle su segunda nominación al Oscar y entrar por primera vez en la categoría de mejor música.

Pemberton pasó dos años investigando y desarrollando la partitura, dándole vueltas a las ideas, creando conceptos y desechándolos. Al final es una partitura que salta alrededor de diferentes mundos y personajes, y cada uno tiene que tener un tema y una melodía y un sonido propio y, sin embargo, todos tienen que interactuar entre sí.

La tarea era más compleja que crear temas melódicos para cada personaje, si no que como cada personaje tiene su propio estilo artístico, de la misma manera debían tener un tema sonoro distintivo, tratando como mencionaba antes de estructurar un paisaje sonoro donde todas estas cosas puedan conectarse.

Decía Pemberton que el hecho de que haya tantos mundos y personajes nuevos ha sido una de las cosas más emocionantes y aterradoras del proyecto, y que ha sido un gran reto abordar el proyecto con el objetivo de hacer que el aspecto sonoro estuviese a la altura de un aspecto visual de ese calibre.

Claramente el protagonista de la cinta es Miles Morales, pero en esta segunda parte es Gwen Stacy la que cobra más protagonismo y con la que da comienzo el filme. Dice Pemberton que con el personaje hubo mucho ensayo y error, acabando de darle un toque inspirado en el pasado de Gwen en su grupo de rock. Y es que encontrar un tema insignia para Gwen era todo un reto, especialmente porque el público ya está familiarizado con el personaje.

Los productores querían que su estilo estuviera influenciado por la música que toca y escucha y ese enfoque de rock Pemberton lo entrecruza con sintetizadores, asimilándose a lo que una banda de rock pero con teclados, dándole un toque más mágico e incluso optimista, flotante, con una forma muy elegante y ligera de moverse como el personaje.

Sin contar demasiado sobre ciertas secuencias de la película, recuerdo siempre que esta sección suele estar libre de spoilers hasta previo aviso, hay una escena donde el tema de Gwen se entrecruza con una idea particular y que realmente no tiene mayor valor más allá en la película, pero que me pareció igualmente sorprendente y que entraremos con ella.

Una de las grandes primeras escenas de acción de la película es la secuencia en el Guggenheim de Nueva York. En esa secuencia, vemos por primera vez a Miguel O'Hara y a Jessica Drew junto a Gwen luchando contra el Buitre Renacentista. En ese tema está el tema de Gwen, escuchamos por primera vez el tema de Miguel del que hablaremos más adelante, y la idea de los portales temporales. Es uno de los primeros ejemplos de locura musical de Pemberton, donde mezcla todo ello sin dejar de sentirse una pieza coherente, juntando ideas que se reflejen entre ellas.

Lo divertido es que para el Buitre Renacentista, Pemberton mete una ópera italiana junto a instrumentos de cuerda medievales, estirándolos de vez en cuándo para que sonasen extraños, como cuando el Buitre "glitchea". Esto se entremezcla con el tema de ballet soñador de Gwen, creando unos sonidos de ensueño, realmente memorables.

Llegamos a Miles Morales, donde claramente de nuevo la cultura hip-hop es la gran inspiración. Pemberton raya discos como en la primera película, ampliando esta idea en la segunda. Ya en la primera parte hicieron algo único para que el personaje destacara, que era una técnica llamada "scratching the orchestra" ("rascando la orquesta"), donde básicamente grababan y mezclaban la música tocada por la orquesta en vivo y lo transferían al vinilo del DJ, y después éste entremezclaba las notas con las técnicas particulares del "scratch".

En la secuela, llevan eso un paso más allá haciendo un remix de esto mismo, distorsionando la propia orquesta, remezclándola, con un toque que lo lleva más hacia las raíces puertorriqueñas de Miles. Además, también han ido más allá con esa técnica de "rascar" pero con los efectos de sonido, dándole un nuevo giro a todo, desde el sonido de un lápiz dibujando, aerosoles de pintura, choques de automóviles, ruidos de pelea y etcétera.

Luego en esta nueva entrega, tenemos varios personajes nuevos donde Pemberton también les dedica la importancia que se merecen con nuevos temas.

Está el personaje de Hobie Brown, el Spider-Punk, claramente referenciando y definiéndolo a través de la música punk, con baterías pesadas y bajos distorsionados y guitarras que se retroalimentaban entre sí. Su tema suena totalmente diferenciado a los del resto de la película, pero como mencionábamos al principio, consigue diferenciarlo pero que al mismo tiempo se sienta partícipe al resto de música y personajes.

Luego está Pavitr Prabhakar, el Spider-Man indio, influenciado por los instrumentos tradicionales indios y por el álbum de 1982 “Ten ragas to a disco beat“ de Charanjit Singh, un disco que Pemberton define como adelantado a su tiempo, denominándolo futurista y que suena a "acid house", un subgénero de la música house basado en sintetizadores que empezó a mediados de los 80 en Chicago pero que no tardó a abrirse más adelante al Reino Unido. Volvemos a algo a años luz del resto de composición de la película pero que, de algún modo, Pemberton consigue darle sentido propio y que hermane con todo lo anteriormente escuchado.

Y llegamos al último personaje, Miguel O'Hara, el Spider-Man de 2099, donde encontramos una música muy electrónica, tecno y sintetizada. Miguel es un personaje musculoso, duro y que vive en un mundo muy avanzado, con mucha tecnología, por lo que debía sonar con misterio, fuerza y con un riff con toque tecnológico que se pudiese reconocer al instante, pero que fuese fácilmente modulable dependiendo del momento de la historia.

Es realmente sorprendente como Pemberton entremezcla los temas de los personajes sin dejar de darle un valor propio a cada canción, y como consigue que como espectador estés completamente involucrado e inmerso en ese mundo lleno de diferentes universos y personajes.

En líneas generales, lo que consigue Pemberton se siente único. Ya consiguió esto mismo en la primera película, pero en ella creo que el soundtrack, véase, las canciones cantadas, tenían un mayor peso; ésto cambia en esta segunda parte. Pemberton ha ido más allá, consiguiendo no sólo un panorama más amplio y variado, si no que creando un dramatismo más oscuro y trascendental, como la propia película pretende ser de cara al tramo final.

Creo que gran parte de la emoción que consigue "Spider-Man: Cruzando el multiverso" es gracias a la música, a como te agarra y te atruena con esos sonidos tan particulares, y que realmente le dan un valor extra a lo que estás viendo en pantalla. Como bien se decía con la secuencia final de "El bueno, el feo y el malo", es la música la que lleva las imágenes a otro nivel, la que te transporta y te pega al asiento, la que te manipula y te hace sentir lo que estás viendo como si fuese lo más trascendental que estás viendo en tu vida en ese instante; la secuencia de por sí funciona perfectamente sin la música, pero es con ella la que la convierte en inolvidable.

Así al menos es como yo me he sentido con esto que ha hecho Daniel Pemberton en uno de los que va a ser, sin duda, de los trabajos del año.

Hoy os dejo con el tema final de la película, un tema que entremezcla el temas de Miles, el tema de Gwen con la batería, el tema de Hobie Brown con la guitarra, y el tema de cierto personaje que no mencionaré pero que si habéis visto la primera película quizá reconoceréis. Esto es Across the Spiderverse (Start a Band) de Daniel Pemberton. 

Hasta la próxima banda sonora.

Iker González Urresti