La Música Clásica De Nuestro Tiempo: "Oppenheimer" // Ludwig Göransson

La Música Clásica De Nuestro Tiempo: "Oppenheimer" // Ludwig Göransson

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Estamos escuchando American prometheus, canción de la película "Oppenheimer", película dirigida por Christopher Nolan que ahora mismo, junto al fenómeno de "Barbie", está reventando la taquilla. Vuelven a juntarse Nolan y el compositor Ludwig Göransson después de "Tenet" y después de que Hans Zimmer siga ocupado con "Dune". Esta vez deja a un lado el sonido cargante de "Tenet" y, sorprendentemente sin dejar de lado los sintetizadores, Göransson compone a través de únicamente viento y cuerda una de las composiciones más memorables del año. Nos adentraremos en ella a partir de cada instrumento, y de la relevancia de las bandas sonoras en las películas de Nolan.

Ludwig Göransson, nacido en Suecia en 1984, fue nombrado así por Ludwig Van Beethoven, una sutil manera de comenzar dado de la mano con la música. Se graduó en la Stockholm Royal College in Music, y en 2007 se mudó a Los Angeles a estudiar música para cine y televisión en la Universidad del Carolina del Sur. Nada más graduarse, empezó a trabajar de ayudante de Theodore Shapiro, compositor de "La vida secreta de Walter Mitty", "Destroyer", "Los ojos de Tammy Faye" o la serie "Severance".

En 2009 comenzó a componer la música de la serie "Community". En la universidad Göransson conoció a Ryan Coogler, donde compuso su primer cortometraje, "Fig", y después colaborarían en "Fruitvale Station", "Creed" y "Black Panther", la película que le dio el Oscar a mejor música. Desde entonces, ha trabajado con Childish Gambino o con las hermanas Haim como productor musical, y también ha compuesto "Tenet", "Red", "Black Panther: Wakanda forever" o la serie "The mandalorian".

"Oppenheimer" es un drama histórico de tres horas lleno de secuencias entre científicos y políticos discutiendo en habitaciones, pero a la vez tiene el ritmo de una película de acción. Parte del mérito, a pesar de que Nolan esté obsesionado con el ritmo de sus películas, es de la partitura de Göransson, que tiembla y retumba, construyendo y construyendo hacia un clímax infinito.

Göransson comenzó a escribir sin ningún elemento virtual presente, porque quería captar la esencia del aspecto emocional de "Oppenheimer" de una manera diferente a la habitual en su trabajo. Para Göransson era fundamental obtener primero la melodía y el núcleo emocional del tono y después construir a partir de ello, experimentando con patrones rítmicos y sintetizadores. A medida que la película avanza, la producción musical aumenta, y por momentos te preguntas, ¿ésto son sintetizadores o instrumentos reales?

Göransson define el sintetizador como una corriente subterránea de la oscuridad que te arrastra hasta las profundidades, y había algo ahí que le fascinaba, en como esa producción moderna, ese avance tecnológico, simboliza las nubes oscuras que se ciernen sobre Oppenheimer.

Lo principal a nivel instrumental para Göransson fue el violín. La esposa del compositor, Serena, es violinista, así que pudieron trabajar juntos y experimentar. Christopher Nolan estaba muy interesado en coger el sonido tradicional del violín y darle una vuelta, y qué mejor que Göransson, donde nunca antes el violín había sido el eje central de su obra para jugar con el mismo. De esa forma intentaron captar el comportamiento neurótico de Oppenheimer, y su carácter.

Hay algo en la inquietud del violín en el que puedes pasar del tono más romántico y hermoso a, en una fracción de segundo, cambiar a algo neurótico y desgarrador. Construir y cambiar en esos dos paisajes sonoros eran unos cambios tonales a los que Nolan le interesaron mucho. Seis notas como núcleo del tema del violín de una manera sencilla e íntima, donde el solo lo hace íntimo y sincero, pero introduciendo gradualmente cuartetos y octetos donde luego entran el resto del conjunto de cuerdas y el sonido comienza a amplificarse.

Además, un punto fundamental de la composición, y por primera vez para Göransson, fue la falta de percusión. De esta forma, los cambios de tempo se sienten casi inconscientes. Sin una percusión que lo indique, se puede convertir en creador de ansiedad, ya que tenemos la cabeza inconscientemente preparada de que la percusión es la que controla el ritmo y el tempo.

"Tenet" era una película que contaba con mucha percusión, y la mayoría de películas de hoy en día también, sin ir más lejos, la semana pasada hablábamos de la relevancia de ella en "Misión imposible: Sentencia mortal. Parte 1", pero aquí la percusión deja de existir, lo único realmente similar se encuentra en la edición del sonido, en esos pisotones abrasivos en la secuencia después de las explosiones en Hiroshima y Nagasaki.

Parándose a pensar en ello, es realmente sorprendente cómo Göransson ha podido adaptarse y rehacerse, teniendo en cuenta que es un compositor tan moderno y centrado en cierta forma en lo virtual, componiendo una banda sonora de una película de época que en ningún momento te distraiga a pesar de sus sonidos anacrónicos, y sonando al mismo tiempo con toda la esencia que define a Göransson. Todo de nuevo gracias a un director que siempre ha dado relevancia máxima a su música, desde "Origen" basándose en la canción de Edith Piaf, hasta el tic-tac de los relojes en "Interstellar".

Nos despedimos con Can you hear the music de Ludwig Göransson para la banda sonora de "Oppenheimer".

Hasta la próxima banda sonora.

Iker González Urresti

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