La Música Clásica De Nuestro Tiempo: Las mejores BSO del año 2023

La Música Clásica De Nuestro Tiempo: Las mejores BSO del año 2023

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Otro año más de música, otro año más de bandas sonoras, y otro año más en el que juntaré en la sección de manera totalmente subjetiva las 10 (mas 2 extras) composiciones que más me han gustado en el 2023. Todo hay que decirlo, siempre me arrepiento un poco de dejar de lado las bandas sonoras de las series, que siempre están al mismo o a mejor nivel que el de las películas, por lo que este año las incluiré con todo el mérito del mundo. Pero antes de pasar a la lista, recordar que estos fueron los tops de 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 20192020, 2021 y 2022.

Menciones honorables de composiciones que se quedan a las puertas pero que animo fervientemente a escuchar, y son "Cerrar los ojos" de Federico Jusid, "Mr. Robot, Vol. 8" (si lo sabéis, lo sabéis) de Mac Quayle, "Napoleón" de Martin Phipps, "The last of us" de Gustavo Santaolalla y David Fleming, "Bronca" de Bobby Krlic, "Dungeons & dragons: Honor entre ladrones" de Lorne Balfe, "Vidas pasadas" de Christopher Bear y Daniel Rossen y "Elemental" de Thomas Newman.

TOP 12: "Aftersun" (Oliver Coates)

Empezamos con una trampa como una casa, pero es que "Aftersun", la película de Charlotte Wells, sin ninguna duda era película del año pasado, pero su banda sonora no salió hasta enero de este mismo año, por lo que la cuelo descaradamente por aquí, para apreciar una composición de Oliver Coates, que ya brilló en 2022 con "El extraño" y en 2023 con "Foe".

"Aftersun" no es sólo memorable dentro de su iconografía ya arraigada a ese Under pressure de Queen y David Bowie, si no en ese uso del sintetizador para rasgar, quebrar y recomponer los corazones de todo espectador que se acercó a la película.

TOP 11: "Saltburn" (Anthony Willis)

Una añadida de última hora, la culpable de este otro puesto extra ya que me negaba a que esta composición pasase sin mención alguna. Anthony Willis ya compuso la anterior película de Emerald Fennell, pero en ésta da una mayor presencia y grandiosidad a la música, desde el uso de sintetizadores y música más moderna hasta abrazar el misticismo de la cuerda más sombría, del uso de los violines y violonchelos para crear una atmósfera opresiva pero al mismo tiempo preciosista, tendiendo la mano a un uso de las imágenes espectacular y convirtiéndola en una de las experiencias sonoras más estimulantes del año.

Porque he tenido poco tiempo para reposarla, si no probablemente se encontraría mucho más arriba.

TOP 10: "The creator" (Hans Zimmer)

Algunos se atreverían a llamarlo refrito, pero sabemos que prácticamente todos los artistas, de manera más consciente o inconsciente, utilizan referencias como inspiración y ayuda en la creación artística. Lo que sorprende es que uno de los mejores y más influyentes compositores de la historia se autoreferencie de forma tan descarada pero a la vez estimulante, y nunca sintiéndose una especie de "greatest hits" olvidable del artista.

En esta epopeya sci-fi épica de acción, Zimmer decide centrarlo todo en el romanticismo, poniendo el foco de nuevo en una emoción clarísima, mirando hacia lo que él ha sido y lo que es, y siendo optimista de lo que todavía le queda por ser.

TOP 9: "Succession" (Nicholas Britell)

Con "Succession" Nicholas Britell coge lo mejor de la música clásica y de la música moderna para hacerlas convivir en una de las atmósferas sonoras más memorables en la TV en los últimos años, creando una obra maestra absoluta, y demostrando que no hay ni que idolatrar ni que huir del pasado, si no abrazarlo y aprender a convivir con el mismo. Una serie que viró de un tono más comedido y cómico a lo sombrío, melancólico y emocional, hablando del daño irreparable de una familia que forjan su identidad a partir de ese dolor, y cómo ese dolor sumado al estatus social de los mismos les obliga a tener un único objetivo: conseguir el trono de su padre.

A partir de ahí, Britell les ataca, acosa con cuerdas fortísimas, pero también apiadándose de ellos con dulces pianos. La música de "Succession", como las vidas de los protagonistas, es una montaña rusa, pero perfectamente orquestada para crear una iconografía inolvidable, poniendo en esta última temporada un broche de oro a una de las mejores composiciones, probablemente, de todos los tiempos.

TOP 8: "Copenhagen cowboy" (Julian Winding)

La nueva serie para Netflix de Nicolas Winding Refn bombardeaba silenciosamente la N roja a principios de año, con una serie menos anárquica y radical que su predecesora, "Demasiado viejo para morir joven" (2019), pero consecuente a este estilo menos depurado y extremista del director danés, en la que vuelve a su casa con una obra en danés, rodada en Dinamarca, con su hija teniendo un pequeño papel y en la que su sobrino, Julian Winding, sustituye al habitual Cliff Martinez. El objetivo, una composición totalmente consecuente con el estilo del director, creando atmósferas y texturas etéreas, abstractas, pero totalmente envolventes.

Winding convierte la serie a nivel auditivo en un estímulo constante, desde lo más puramente experimental hasta el discotequeo puro, sonando totalmente electrónico, artificial, pero alcanzando una trascendencia que eleva al máximo al espectador. Un derroche, un disfrute casi malsano, que es ineludible. Yo sólo quiero más.

TOP 7: "Creatura" (Clara Aguilar)

La artista catalana también compuso este año la banda sonora de la serie de Filmin "Selftape" y es, al menos para un servidor, uno de los grandes descubrimientos del año. Creando texturas de sonido más que melodías, la composición se mueve de nuevo en una abstracción propia en el tiempo, sirviéndose del ruido de las olas del mar para crear esa textura tan narrativa en la película como objeto sanador, sintiéndose en un ensimismamiento y casi aislamiento de la vida real.

El sonido del sintetizador vuelve a crear textura y emoción, convirtiendo la música de "Creatura" en una experiencia inmersiva, con ecos a lo que hablábamos antes con "Aftersun", y con un eco también precioso a aquel "Infinity" de Guru Josh Project y su inolvidable saxofón. En definitiva, sigan la pista de esta increíble artista porque seguro que nos da más alegrías en los próximos años.

TOP 6: "La sociedad de la nieve" (Michael Giacchino)

Segunda vez que el compositor norteamericano trabaja con Juan Antonio Bayona, y esta vez en uno de los proyectos más personales quizá para ambos, realizando un trabajo absolutamente preciosista y memorable. Giacchino es, sin duda, uno de los mejores compositores actuales, y hay algo por lo que a veces se le infravalora y es su enorme capacidad de saber cuándo y cuándo no usar su música. Teniendo el talento que tiene para crear armonías inolvidables, hay que saber controlar el tempo de la película; en eso, John Williams era (y es) un maestro, y aquí Giacchino lo realiza de forma excelsa.

La mayoría de la composición acompaña a los supervivientes de forma que no se exceda a las imágenes, pero es que cuando decide que la música esté por encima... es cuando se eleva al mayor exponente de emoción posible. El tema de Found, con esa guitarra que recuerda al Giacchino de "Perdidos" pasando al coro que suena a como si del alma de los supervivientes estuviera cantando a la vida, entremezclándose y creando uno de los temas más preciosos y emocionantes no sólo del año, si no probablemente de lo que haya compuesto Giacchino en su carrera. A sus pies. 

TOP 5: "La caída de la casa Usher" (The Newton Brothers)

Enésima y más reciente colaboración entre Mike Flanagan y los compositores norteamericanos, en los que esta vez articulan su composición de una manera algo más diferente a la habitual, al menos en las series de Netflix, pasando a algo menos sombrío, más juguetón, dando vida y sonido a través del fagot, de la flauta, del clarinete y de los violines a la familia Usher, parodiándola y evidenciándola también a partir de la música, retratando desde esa perspectiva inicial pero rotando poco a poco hacia la melancolía de un destino trágico inevitable, convirtiendo los violines juguetones en afligidos y uniéndolos a un piano más decaído.

La cuerda y el piano se abrazan de forma más triste a lo largo de la composición, siendo consecuente con la evolución más dramática de la serie, donde la tragedia de la familia Usher se convierte en el foco principal y donde The Newton Brothers brillan dando pie a suites preciosistas y cargadas de una emoción superlativa. La música es una constante en la serie que acompaña continuamente a los personajes y, a pesar de arriesgarse en terminar sonando cargante, se convierte la misma en un personaje más, estando presente a todos los niveles tonales posibles y demostrando la complejidad de la composición de la misma, donde The Newton Brothers sacan músculo y demuestran los años de veteranía en ello. Una composición inolvidable y a valorar por su difícil, múltiple y valiente tarea.

TOP 4: "Las habitaciones rojas" (Dominique Plante)

No sólo una de las mayores sorpresas de entre las películas de este año, si no también a nivel musical. Es cierto que durante gran parte de la película, la música trata de acompañar y de crear momentáneamente una atmósfera concreta, opresiva, sin nunca sentirse demasiado presente. Pero en cada momento que la música se eleva, te pisotea, te aplasta, suena más grande que la propia imagen, que la propia vida. El órgano, la cuerda, juntándose para someter al espectador y a la protagonista.

Rememorando a composiciones como las de Olivier Arson, Plante utiliza además varios recursos realmente originales y aterradores, como cuando en mitad de una canción, cantada por un coro, mete el grito más horripilante y estremecedor que he escuchado en mi vida. Pero sin duda alguna, es el tema principal de la película, la suite que crea a partir de una melancolía, de una destrucción propia hecha música, un tema que va creciendo mientras arrasa con todo. Es estremecedor, es enérgico, es precioso, es desolador. Una de las mejores composiciones del año, sin duda alguna.

TOP 3: "La Mesías" (Raül Refree)

La serie de los Javis no sólo es una de las mejores, complejas, complicadas y estimulantes del año, si no que en ese sentido la música no se queda atrás y consigue convertirse en lo mismo que pretende la obra. El viaje sonoro que propone Refree es inabarcable, interminable, arriesgado y tremendamente estimulante dentro de su locura, y juega con todos los sonidos e ideas consecuentes a su alcance, desde los sintetizadores hasta las voces cristianas etéreas y hermosas, sonando tecnológico y artificial por momentos con bases que recuerdan al hip hop; creando texturas y atmósferas agobiantes pero preciosas al mismo tiempo, experimentando con sonidos de lamentos terroríficos mientras incluye una guitarra, mezclando violines con sonidos artificiales mientras un coro grandioso suena de fondo, recomponiendo a Vivaldi y Las cuatro estaciones haciendo que suenen a misterio y desconocimiento, usando una voz femenina melancólica que recuerda a la Lisa Gerrard de "Gladiator" mientras vuelve a utilizar los sonidos del sintetizador, utilizando líneas de diálogo fundamentales de la serie mientras crea sonidos consecuentes con el estado mental de los personajes...

Estos son algunos de los ejemplos de una obra como decía antes inabarcable, ambiciosísima, de más de una hora de duración que experimenta sin cesar y se arriesga en algo que podía haber sido un desastre, pero detrás de esa experimentación se nota una preparación casi milimétrica en cómo los sonidos pueden acompañar a las imágenes, creando esa atmósfera que es como una montaña rusa porque la vida de los protagonistas lo es, sonando desbaratada, desordenada por momentos, pero creando emociones estimulantes e ineludibles, convirtiéndose en una composición total en una de las ya obras magnas del audiovisual español.

TOP 2: "Spider-Man: Cruzando el multiverso" (Daniel Pemberton)

En esta secuela Pemberton se dedicó a coger conceptos y desecharlos, siendo una partitura que salta alrededor de diferentes mundos y personajes, y cada uno tiene que tener un tema y una melodía y un sonido propio, teniendo que interactuar todos entre sí. La tarea era más compleja que crear temas melódicos para cada personaje, si no que como cada personaje tiene su propio estilo artístico, de la misma manera debían tener un tema sonoro distintivo, teniendo que estructurar un paisaje sonoro donde todas estas cosas puedan conectarse. Pemberton utiliza un enfoque en el rock, entrecruzándolo con sintetizadores, dándole un toque más mágico e incluso optimista, flotante, con una forma muy elegante y ligera de moverse como el personaje de Gwen Stacy; pero también incluye óperas italianas junto a instrumentos de cuerda medievales, distorsiona orquestas remezclándolas para alcanzar las raíces puertorriqueñas de Miles, referencia con baterías y bajos distorsionados el punk de Hobie Brown, influencias del "acid house" en el Spider-Man indio, música electrónica techno sintetizada para el Spider-Man 2099...

Es realmente sorprendente como Pemberton entremezcla los temas de los personajes sin dejar de darle un valor propio a cada canción, y como consigue que como espectador estés completamente involucrado e inmerso en ese mundo lleno de diferentes universos y personajes. Al igual que en "La Mesías", la composición de Pemberton es todo un viaje de variedad y sensaciones, y es probablemente una de las más estimulantes en años, por lo que me alegra enormemente el elogio y visibilidad que está teniendo, probablemente la que más en la carrera de Pemberton, y es que probablemente sea la mejor.

TOP 1: "Oppenheimer" (Ludwig Göransson)

Llegamos al uno, a mi banda sonora favorita del año, y parece que no hay ninguna sorpresa y que se ha creado un culto y consenso justificado en "Oppenheimer" de Ludwig Göransson. "Oppenheimer" es un drama histórico de tres horas lleno de secuencias entre científicos y políticos discutiendo en habitaciones, pero a la vez tiene el ritmo de una película de acción. Parte del mérito, a pesar de que Nolan esté obsesionado con el ritmo de sus películas, es de la partitura de Göransson, que tiembla y retumba, construyendo y construyendo hacia un clímax infinito. Poniendo a nivel instrumental como principal absoluto al violín y darle una vuelta a los sonidos más tradicionales del mismo para captar captar el comportamiento de Oppenheimer y su carácter. Hay algo en la inquietud del violín en el que puedes pasar del tono más romántico y hermoso a, en una fracción de segundo, cambiar a algo neurótico y desgarrador. Construir y cambiar en esos dos paisajes sonoros.

Teniendo también como punto fundamental de la composición, y por primera vez para Göransson, la falta de percusión, donde los cambios de tempo se sienten casi inconscientes. Sin una percusión que lo indique, se puede convertir en creador de ansiedad, ya que tenemos la cabeza inconscientemente preparada de que la percusión es la que controla el ritmo y el tempo. Todo ello siendo realmente sorprendente por cómo Göransson ha podido adaptarse y rehacerse, teniendo en cuenta que es un compositor tan moderno y centrado en cierta forma en los sonidos más artificiales, componiendo una banda sonora de una película de época que en ningún momento te distraiga a pesar de sus sonidos anacrónicos, y sonando al mismo tiempo con toda la esencia que define a Göransson. Una composición total, maestra, inolvidable, y que es, sin duda, una de las mejores, por no decir la mejor, bandas sonoras del año.

Para terminar, agradecer la oportunidad de hablar por aquí de unas de las cosas que más me apasiona, volveremos a escucharnos el año que viene, por lo que os deseo sinceramente un nuevo año de más cine, y más música.

Hasta la próxima banda sonora.

Iker González Urresti

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