La Música Clásica De Nuestro Tiempo: "Babylon" // Justin Hurwitz

Estamos escuchando Gimme, canción de Justin Hurwitz para la banda sonora de "Babylon", película de Damien Chazelle que fue nominada a 3 Oscar en las categorías de mejor diseño de producción, mejor vestuario y mejor música. Hablaremos de la composición de Hurwitz, de cómo comenzó su relación con Chazelle, de sus inspiraciones musicales, de los instrumentos utilizados, de los temas recurrentes y de personajes, y de cómo montó todo ello para convertirse en una de las composiciones más sonoras, ruidosas e icónicas de los últimos años.

El compositor Justin Hurwitz y el director Damien Chazelle se conocieron cuando eran estudiantes de primer año en la universidad de Harvard, de hecho, ambos eran compañeros de habitación. Comenzaron con su primera colaboración en la que poco se habla es la primera película del director, la inédita "Guy and Madeline on a Park Bench" (2009). Gracias al estreno de la película en el Festival de Tribeca, y la buena recepción que obtuvo, Chazelle pudo conseguir financiación para la que sería su próxima película, la ya más conocida "Whiplash" (2014), que también compuso Hurwitz.

Desde entonces, vino el todoterreno que supuso "La la land" (2016) y los 2 Oscar a mejor banda sonora y canción para Hurwitz (sumados a otra nominación por la doble nominación en canción), y después la composición que le valió un Globo de Oro en 2018 con "First man". Justin Hurwitz sólo ha trabajado con Damien Chazelle y Damien Chazelle sólo ha trabajado con Justin Hurwitz, y mal precisamente no les ha ido, convirtiéndose en una de las sinergias más dinámicas e interesantes de la industria en los últimos años, con una música intuitiva, icónica, y sincronizada con la narración tan visual de Chazelle. Llegamos entonces a 2022 con "Babylon" y esa nueva y cuarta nominación para el compositor. Una composición poderosa, idiosincrática y embriagadora para contar la extravagante epopeya del Hollywood de la década de 1920.

"Babylon" es una película que sucede en la década de 1920s, pero que quiere alejarse a nivel musical del jazz de los 1920s. Es un sonido que ya hemos escuchado muchas veces, sabemos cómo suena; en cambio, la música de "Babylon" muestra lo loca y hedonista que era esa década de forma más agresiva, casi maníaca, durante todo el tiempo que dura esa fiesta continua, para transmitir ese ambiente festivo continuo. Una cosa que dice Hurwitz, que me parece muy interesante, es que hubo más jazz del que realmente fue grabado, y querían mostrar de alguna manera todo ese jazz que se tocó de manera "underground" y que jamás se inmortalizó.

Para crear ese mundo sonoro de "Babylon" no querían sonar demasiado anacrónico, así que sí que usaron un equipo que conformase una banda de la década de los 20, tanto la banda que sale y suena en la película de forma diegética o la propia banda sonora de forma extradiegética.

Y por si acaso nos perdemos con la terminología, aclaración rápida. El sonido diegético en el cine es aquel en el que la fuente de sonido se halla en el espacio fílmico, es decir, pertenece a la historia. La principal exigencia del sonido diegético es la de ser realista y coherente con el espacio dramático. La voz de los personajes, la música de una radio, el sonido de una puerta. Extradiegético sería cuando aquella fuente no visualizada, físicamente ausente de la escena cuyo contenido sonoro puede o no interactuar con los personajes y demás elementos de la narrativa, y cuya función consiste en destacar acciones, situaciones o comportamientos que potencian el mensaje metafórico de la historia. ¿Queda claro? Espero que sí. Seguimos.

Algo que también diferencia la banda sonora de "Babylon" de otras composiciones es una atención al detalle particular y algo que Hurwitz hace de forma deliberada para darle otro componente y empaque sonoro. La composición está llena de errores deliberados como tener la partitura desafinada, necesitando una cantidad de seguimiento y edición tremendas para crear la cantidad adecuada de caos. Tratar de crear esos errores no es sencillo, pero el objetivo no era otro que, entre el caos y fervor que transmite la música, transmitir una humanidad en lo imperfecto. Cuando en una de las canciones se escuchan tres pianos, se puede escuchar los martillos del piano, a gente moviéndose en sus sillas o gente pasando las páginas, o pequeños crujidos en la habitación de grabación. A veces se escucha al propio Hurwitz. Todo con el objetivo de que se lo más real y humano posible.

En esta sección siempre le vamos a dar relevancia a los instrumentos y referencias utilizados para cada banda sonora. Siempre encuentras nuevas creaciones y técnicas de instrumentos muy concretos o diferentes tipos de géneros en las inspiraciones de los compositores y creo que puede ser de lo más interesante bucear en todo ello. En el caso de "Babylon", al querer separarse de ese sonido tradicional del jazz de los 1920s, Hurwitz se inspiró más en el rock & roll, desde escuchar a The Kinks, The Rolling Stones o a ACDC, pasando por otros géneros casi antagónicos como el house moderno, el dance o el EDM (Electronic Dance Music). Y aún así, hay varias señales inspiradas en artistas clásicos como Schubert, homenajes a Wagner, melodías inspiradas en boleros de Maurice Ravel, etc...

Vamos, una tormenta de sonidos diferentes entre sí que terminan cruzándose e interconectándose de la manera que Hurwitz quiere. Hurwitz sobre todo le daba relevancia a los riffs, es decir, a las líneas melódicas de acompañamiento de uno o dos compases que acompañan a una canción, principalmente usados en el rock o en el metal por guitarras, Hurwitz los utiliza con saxofones.

Y es que Hurwitz pasa de instrumentos clásicos a una cantidad ingente de percusión, dando prioridad a trabajar con solistas que no soliesen trabajar en bandas sonoras de películas, para conseguir sonidos más únicos. Y además de utilizar varios gritos y vocalizaciones, también usaron instrumentos de circo reales, como un calíope o un acordeón e incluso uno de esos monos de juguete de cuerda con pequeños platillos. Hasta grabaron con un montón de cuernos de fiesta o con un kazoo, también conocido como silbato de caña, que el propio Hurwitz tocó en su escritorio, buscando sonidos divertidos mientras lo soplaba.

El personaje de Sidney, interpretado por Jovan Adepo, es un trompetista de éxito en la película, y para ello, además de tocar el propio Adepo como ya hiciera Ryan Gosling con el piano en "La la land", llamaron a tres de los mejores trompetistas del mundo: Sean Jones, Dontae Winslow y Ludo Lewis. Gracias a todo este trabajo, se compone una de las secuencias más potentes de la película, el momento en el que Sidney interpreta Damascus thump.

Un momento de música intensa y oscura, que se siente como una extensión de su mente en ese momento. Hurwitz admite que fue una de las pistas más complicadas, porque al ser una actuación, tenían que hacer creer que provenía de una banda, pero evitando que sonase como una banda de aquel tiempo como mencionábamos antes. Es la instrumentación de un par de trompetas, unos saxos y una sección rítmica, construido nuevamente alrededor de un riff de tres tonos que lo impulsa todo. Luego, tienes el solo de trompeta en la parte superior, que es agresivo y chirriante, ya que al personaje le han pedido que haga algo desagradable y humillante, así que había que entrar en su cabeza, a nivel musical, para comprender su ira y dolor.

Hay un tema en la banda sonora que se separa un poco de todo ese caos que componen Hurwitz y Chazelle, y es el tema basado en la historia de amor entre Manny, interpretado de forma sorprendentemente fantástica por Diego Calva y Nellie, interpretado por Margot Robbie, quizás en el papel de su vida. Para analizar el tema en concreto vamos a parar un momento, porque me gustaría explicar qué es un leitmotiv, un término que usaré constantemente en próximas ocasiones y que es algo básico en música.

Un leitmotiv por lo general es una melodía, o una secuencia tonal corta y característica, que suena de forma recurrente a lo largo de una obra, y normalmente representa y se asocia en cada momento a una idea, a un sentimiento o un personaje en concreto. Para que se me entienda mejor, vamos a los básicos, al que quizás es el mejor y el más conocido compositor de leitmotivs en la historia de las bandas sonoras y eso lo encontramos en "Star Wars", por ejemplo, de manera recurrente.

Esto sería explicarlo así de forma básica, luego los compositores juegan, componen y hacen básicamente lo que les da la gana con los leitmotivs todo con el objetivo de narrar lo que esté sucediendo en pantalla. Volviendo al tema de Manny y Nellie, para Hurwitz fue la pieza más difícil de componer. Son tres pianos mezclados entre sí; el primero un Steinway hermoso y suave, como un piano de cola de tamaño mediano; el segundo un Spinet tratado con tachuelas en los martillos, lo que le da ese sonido además de haber sido algo desafinado; y el tercero, un piano desafinado y roto. Al mezclarlos, se obtiene la dulzura del Steinway y diferentes cantidades de desafinación de los otros dos pianos. El sonido final es algo desordenado, y los tres pianos tocando el uno por encima del otro creaban una cualidad agridulce, frágil y rota, al igual que se sentía la relación entre Manny y Nellie.

Hurwitz, teniendo esas melodías que pertenecen a diferentes personajes, no para de traerlas de vuelta a lo largo de la película. A Hurwitz le encanta torcer y disfrazar esas melodías, a casi un nivel subconsciente. En el tema Voodoo Mama, el gran número de baile de Nellie en la fiesta de apertura, trae de vuelta el riff de formas diferentes, disfrazadas. Por ejemplo en el tema Wild child, el tema del montaje que impulsa el despegue de la carrera de Nellie, está respaldada por una versión ralentizada del riff de Voodoo Mama, escondido e impulsando la propia pieza. Esto lo vuelve a hacer en el final de la película que, sin contar como termina, a nivel musical entrecruza todas las piezas de la película, tanto el Voodoo Mama como el Call me Manny, el tema del personaje, poniendo todo encima de lo otro, juntándolo, en un éxtasis final sonoro y visual que te pasa por encima y no se te olvida.

Y esto es "Babylon", una banda sonora de proporciones absurdas, en la que estuvo metido el compositor Justin Hurwitz tres años, y que ya tenía una hora compuesta antes incluso de comenzar el rodaje, utilizando esa propia música en set, cosa que no se hace prácticamente única, todo para crear ese ambiente sonoro único, que se introduce en la mente del espectador y crea propios significados para el mismo.

Al final siempre os dejó con una canción de las que más me guste de la banda sonora, por lo que hoy os dejaré con el tema Voodoo Mama.

Hasta la próxima banda sonora.

Iker González Urresti