La Música Clásica De Nuestro Tiempo: "Avatar: El sentido del agua" // Simon Franglen
El compositor Simon Franglen realmente se encuentra preocupado por si habrá estado a la altura de componer la banda sonora de la nueva película de James Cameron, "Avatar: El sentido del agua", que igual no os habíais enterado pero se estrenó el viernes 16 de diciembre. Franglen sustituye al fallecido James Horner, compositor habitual de Cameron desde "Titanic" (1997), y fue el elegido ya que trabajaron juntos allá por 2009 en el estreno de la primera "Avatar". Un acto seguro y de confianza para el director y para una película de la que se habla mucho del prodigio técnico, pero que mejora y potencia el aspecto emocional a través de varios elementos, siendo uno de ellos, y de forma fundamental, la música. Por lo que hoy nos adentraremos en los terrenos de Pandora, desde homenajes y referencias a tribus nativas, hasta crear música a partir de la naturaleza o con canciones cantadas por una de las actrices de la película.
Simon Franglen, nacido en Westminster, Londres, comenzó trabajando como productor musical con artistas como Michael Jackson, Celine Dion, Whitney Houston, Madonna, Barbra Streisand, Bee Gees o Luciano Pavarotti. Casi nada. Pero no fue hasta cuando le presentaron al mítico John Barry, cuando trabajaba para la banda sonora de "Bailando con lobos" (1990), que Franglen comenzó en el mundo de la composición de música para cine. Desde entonces, ha colaborado con Alan Silvestri, con Howard Shore en "Seven" (1995) o incluso haciendo de productor en las canciones de "Moulin Rouge" (2001).
Pero fue en 1997 cuando su vida da un vuelco y comienza a trabajar con James Horner en "Titanic", con el que también se juntó después en "Avatar", trabajando durante 11 meses en la composición de la película y donde consiguió la reputación y reconocimiento de décadas trabajando en la industria. Llegamos 13 años después de la primera "Avatar" con su secuela, donde Franglen tenía la ardua tarea de estar a la altura de uno de los mejores compositores, probablemente, de la Historia.
Durante el inicio de la película, Franglen homenajea constantemente a Horner, desde los temas originales, hasta incluso el mítico "parabará" que si no lo conocéis os invito a teclear exactamente lo mismo en internet y sorprenderos enormemente. Pero es cuando los protagonistas marchan hacia la zona del mar que Franglen coge por completo las riendas y empieza a crear un nuevo camino en la música, dejando atrás esas composiciones más duras y entrecortadas de los árboles dando paso a algo más suave, más polinesio, más mongol, con notas y texturas más largas. Un camino cimentado en las tradiciones y la música indígena, ya que la película presenta a una nueva tribu, los Metkayina, que basa su vida alrededor del agua.
En las secuencias bajo el agua, Franglen se convierte prácticamente en el narrador de la película, por la falta obvia del diálogo pero también por la floritura visual, para lo bueno y para lo malo, que sirve para adentrarte en una atmósfera única en el fondo del océano. Franglen se planteó la idea de añadir cantos de sirena que capturaban emocionalmente a los jóvenes Na'vi bajo el agua en la secuencia donde se adentran por primera vez a observar la fauna y flora, a aprender las costumbres, pero finalmente lo simplificó con una voz adicional que consigue añadir textura a la secuencia. Una belleza aplastante, arrolladora, usando diminutas campanas que servían para crear una textura de sonido brillante, que representase la magia del propio agua, y que consigue ayudar al espectador a conectar con ese momento emocional.
Además de usar la música como apoyo y vehículo emocional de deslumbramiento, hay una clara intención de que el espectador conecte de forma que se sienta ahí. James Cameron siempre ha dejado claro que para él la conexión del ser humano con la naturaleza es fundamental, y un momento clave de esto es cuando uno de los hijos de Jake Sully conoce al Tulkun, esa raza de ballena clave en la secuela, donde la música, en el tema Payakan, consigue hacerte partícipe no sólo del momento, si no que consigue que tú también conectes de una forma más allá de lo emocional. Es una de las pocas veces que escuchamos un cello, evocador de belleza, ternura, de comienzo de algo precioso.
Otro elemento nuevo que introduce Franglen es el uso notorio del piano en temas como From darkness to light. En anteriores ocasiones hemos hablado del piano como referencia emocional en temas conocidos como los de "Juego de tronos" (2011-2019) o "La casa del dragón" (2022), y aquí Franglen utiliza un piano insistente como referencia, consistencia, y moralidad férrea que representa a la familia, una familia que no se deshace por nada en el mundo.
A esto le va introduciendo diferentes capas musicales como el cello o las campanas, anteriormente mencionados, o esa voz adicional anteriormente mencionada. Toda una demostración de capas y capas que consiguen dar una sensación de belleza atronadora, de ternura emocional, pero insistente en cuanto a que la familia persiste, no importa lo que se ponga en medio del camino.
El último gran elemento, más humano y emocionalmente complejo, y casi paradójico tratándose una película de alienígenas azules, es la voz. Cuando James Cameron envió a Franglen el guion de la película, en la primera página aparecía escrito "Neytiri canta The Songcord". Esta canción se convirtió en el centro emocional de gran parte de la película, convirtiéndose en la idea de que entre los Na'vi cantan la historia de su familia. En la cultura Na'vi, representa la idea de que uno puede cantar la vida completa de sus ancestros, y la película comienza con Neytiri cantando la canción de su hijo recién nacido.
Llena de notas y sonidos que suenan tradicionales, The Songcord estaba basada en la idea de la chispa que se convierte en amanecer, llevando la luz a lo largo de tu vida hasta la puesta de sol. La canción está cantada por la actriz Zoe Saldaña.
Hasta la próxima banda sonora.
Iker González Urresti