"La mirada invisible"

No tiene web oficial. Nos quedamos con el trailer para conocer un poco el estilo de la propuesta.

El argumento: Es el año 1982 en Argentina, y María Teresa es preceptora en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Cuando María Teresa, persiguiendo un vago, quizá inexistente, olor a tabaco, comienza a esconderse en los baños de los chicos para sorprender a los que fuman y llevarlos ante la autoridad, poco a poco hace de ello un hábito oscuramente excitante. Nada pasa inadvertido a su mirada. La mirada del carcelero, del amo... o de un perverso. No es de la violación de las reglas, sino de su aplicación a ultranza, de donde surgirán la torsión y el desvío, de la rigurosa vigilancia de una completa rectitud, de la custodia inflexible de una normalidad total y atroz.

Conviene ver: “La mirada invisible” comienza con una premisa interesante como es la de una mujer obsesionada por cumplir las normas. Su devenir psicológico es el principal atractivo de una cinta transformando el hábito en obsesión. A ello ayuda la labor de la actriz Julieta Zylberberg. Le condena la forma. Excesivamente teatral y engolada con un fallido final que intenta emular al de “Repulsión” de Polanski. Vacía y en la que no llega a fructificar la metáfora de la violencia militar argentina en el ámbito de la educación y en las paredes de un colegio cualquiera. Sobrevuela la herida de las Malvinas que poco tiene que ver con lo que se cuenta. Lenta y anacrónica ya que es difícil imaginarse, por lo que se vive en ese colegio, que la cinta se ambienta en el sistema educativo de los años 80 donde, afortunadamente, esas prácticas estaban afortunadamente desterradas.

Conviene saber: Basada en la novela “Ciencias morales” de Martín Kohan.

La crítica le da un CINCO