"La Capilla Sixtina. Relato de una obra maestra"
"El tormento y el éxtasis" (1965) difundió por los cines del planeta la imagen de la Capilla Sixtina en los años 60. La película finaliza con una secuencia en la que el Miguel Ángel que interpretaba Charlton Heston acompañaba al Papa moribundo con esta frase: "Es solo pintura en la pared". Buonarroti hubiera matado al guionista de un martillazo sin el menor escrúpulo por un diálogo semejante. La eficacia para la difusión del cine provocó que durante dos generaciones, y posiblemente aun hoy, la biografía del artista y del Papa Julio II haya permanecido distorsionada hasta límites ridículos.
Título: "La Capilla Sixtina. Relato de una obra maestra"
Autor: Antonio Forcellino
Editorial: Alianza Forma
En una conferencia reciente, Antonio Forcellino era introducido con el recuerdo de la película basada en un libro de éxito cuyo autor dominaba la ficción pero no estaba muy interesado en la Historia. La charla apartó a la película de un "manotazo" porque la historia real del pintor y de la capilla es mucho más interesante, el esfuerzo casi inverosímil y la trascendencia para el arte universal tan tremenda como la potencia de las imágenes del florentino.
El mayor Estudio de Cinecittà volvió a reproducir la capilla para la serie "The young Pope", pero ya tan solo como un decorado sin el protagonismo que Forcellino nos ofrece en más de doscientas páginas que comienzan con algo que no parece relacionado con el arte como la llegada y el asalto de una flota turca a la ciudad de Otranto. Sin embargo, aquel asalto es origen de la capilla que frescaría un Miguel ángel que, por entonces, empezaba a andar y cumplía dos años.
Forcellino es arquitecto, restaurador y escritor, pero sobre todo uno de los mayores especialistas en el Renacimiento y biógrafo por partida doble de Miguel Ángel. A comienzos de este siglo protagonizó el Proyecto Moisés, aplicando las tecnologías más modernas a la escultura que acompaña los restos de Julio II, la más visitada de Roma. Mientras, en compañía de su equipo, restauraba dos frescos en Siena, tuvo ante él dos trabajos de la misma época, uno de Pinturicchio con la ayuda de Rafael y otro de Miguel Ángel. Tuvo tiempo para reflexionar sobre cómo se había construido el nuevo mundo del arte, una frontera, una distancia no temporal sino intelectual, digna de gigantes como los que muestran la Sixtina.
El libro de Forcellino va más allá de los "secretos" que tiene la capilla para la inmensa mayoría de los que la hemos visitado y la visitarán. Nos habla de los hombres que definieron el arte de la época, sus rencillas, acuerdos e inspiraciones. Un placer de lectura, sabiendo a través de una alumna del último curso de Bellas Artes de una universidad española que la Sixtina no ha sido parte de su enseñanza.
Cuando se rodó "El tormento y el éxtasis", a mediados de la década de los 60, era posible sentarse en la capilla durante horas sin que nadie se extrañara por ello, incluso algunos estudiantes se tomaban el tiempo para dibujar en sus cuadernos, tumbados en el banco corrido que rodeaba la capilla. Hoy apenas es posible detenerse unos minutos, y los guías tratan de explicarla ante unos paneles situados en un patio exterior. Leed este estupendo ensayo de Forcellino, porque nunca nadie hizo ni ha vuelto a hacer nada semejante.
Carlos López-Tapia