"Indiana Jones y el dial del destino"

La web oficial.

El argumento: El arqueólogo Indiana Jones deberá emprender otra aventura contra el tiempo para intentar recuperar un dial legendario que puede cambiar el curso de la historia. Acompañado por su ahijada, Jones pronto se encuentra enfrentándose a Jürgen Voller, un ex nazi que trabaja para la NASA.

Conviene ver: “Indiana Jones y el dial del destino” es la quinta aventura del icónico arqueólogo que triunfó en una trilogía ochentera que marcó a la generación de la época. Steven Spielberg dejó en las manos de James Mangold este reto 15 años después de una fallida cuarta entrega que parecía haber puesto el clavo en el ataúd aunque siempre se habló de que el personaje encarnado por Harrison Ford merecía una despedida más a la altura como es el caso. “Indiana Jones y el dial del destino” tiene tono de despedida aunque también tiene guiños a personajes del pasado, viaja en el tiempo de manera más que convincente, rescata el enfrentamiento con los nazis y rinde tributo a un personaje al borde de la jubilación como docente y buscador (y con un trauma personal que le ha desgastado) que junto a su ahijada emprende una última misión vital como es la de evitar que un científico se haga con una reliquia que puede hacer cambiar el rumbo de la historia. Una cinta que además de estar bañada de nostalgia habla sobre los peligros de volver a abrazar las oscuridades del pasado y el papel del arte o bien desde un punto de vista mercantilista o de preservación para que pueda ser disfrutado por las nuevas generaciones.

“Indiana Jones y el dial del destino” supone un viaje en el tiempo espectacular en el que regresan los nazis, se rejuvenece (más que logradamente) a Harrison Ford y se maneja en el equilibrio entre los amantes del encanto aventurero de los 80 y el frenesí de una nueva generación saturada por el cine de Marvel. Vemos a Indiana Jones repartiendo a los nazis en un tren en 1939 y después 30 años después emprendiendo junto a su ahijada una última misión a punto de jubilarse y siempre con el fin de poder freno a la megalomanía nazi a la búsqueda de un código secreto para viajar en el tiempo y que llevará a la cinta por Grecia, Italia, Francia, Marruecos y Nueva York. James Mangold coge el testigo cumpliendo el expediente pero sabiendo que no puede intentar jugar a emular a Spielberg por lo que hay oficio pero no capacidad de ir más allá de los mandatos de un Disney que no quiere dejar ningún icono de su catálogo sin seguir amortizando. Es por ello que la película no es más que un largo epílogo de grandes éxitos con guiños a la saga y a la esencia del personaje y puro entretenimiento veraniego y evasivo para el gran público pero buscando la frescura revitalizada por nuevas miradas, no sólo en la dirección, sino en un guión a cargo de Jez Butterworth, John-Henry Butterworth y el propio James Mangold partiendo de los personajes creados por George Lucas y Philip Kaufman que con Indiana pretendiendo homenajear a todos esos aventureros clásicos.

Harrison Ford es la excusa de una cinta que le rinde tributo y cierra testamentariamente el recorrido de sus tres personajes icónicos; Han Solo en "Star Wars: El despertar de la fuerza" (2015), Rick Deckard en "Blade Runner 2049" (2017) y ahora Indiana Jones con este cierre que sabe a culminación de trayectoria tanto artística, popular y física a sus 80 años. Cuenta con el aliciente de contar con la frescura de Phoebe Waller-Bridge, el empaque como villano de Mads Mikkelsen, el breve pero enérgico papel de Antonio Banderas, el fichaje de Boyd Holbrook, Toby Jones y Thomas Kretschmann y el regreso de John Rhys-Davies. Un broche pensado más para el músculo de la taquilla que para la consecución de cualquier fin artístico pero que llega a puerto con dignidad, sin brillantez, pero sí sabiendo dar cauce a la emoción de un viaje generacional a lo largo de cuatro décadas de cine, cultura popular y vida que es todo un regalo para aquellos que crecieron con el personaje, espectadores analógicos y que jugaban con su pandilla en el patio sin pensar ni por asomo que existirían los móviles, internet o las redes sociales, sufriendo una brecha generacional que hace que el personaje se aleje de los “millennial” para abajo. Eso sí, durante todo este tiempo (y a pesar de que algunos lo hayan intentado aunque siempre tímidamente y con agradecible respeto) nadie ha podido hacer sombra a todo lo que ha significado Indiana Jones para la cultura popular de los últimos 40 años.

Conviene saber: Fuera de concurso en el Festival de Cannes 2023.

La crítica le da un SEIS