In Memoriam: Matthew Perry, el drama que engulló a la fama
Querido Teo:
Hay perdidas audiovisuales que unen colectivamente en el dolor y una de ellas es la de Matthew Perry, uno de los actores más famosos y queridos en la década de los 90 gracias a la serie "Friends" (1994-2004) pero que nunca pudo saborear felizmente la fama tanto por una carrera posterior que no estuvo a la altura de un personaje televisivo icónico como por un torbellino de adicciones, malas decisiones y problemas que ajusticiaron una carrera ya de por sí errática. El actor ha sido encontrado por su asistente ahogado en el jacuzzi de su casa de Los Angeles, presumiblemente por un fallo cardiaco, falleciendo a los 54 años.
No es fácil digerir una fama tan repentina y tan joven y bien es verdad que él se llevó la peor parte de un reparto carismático que, si bien siempre seguirá viviendo de las rentas del éxito televisivo, no abrazó el lado más oscuro de la fama como sí lo hizo Perry. El actor ya llevaba más de una década en el mundo del espectáculo cuando entró en la serie con 24 años calando en una época en la que, en la eclosión de felicidad aspiracional de los 90, las experiencias con los amigos eran el lazo que unía a la juventud frente al incremento de responsabilidades debido a las obligaciones de la edad y los trabajos rutinarios.
Hijo del actor John Bennett Perry y de Suzanne Marie Langford, quien fue secretaria de prensa del fallecido ex primer ministro de Canadá Pierre Trudeau, el primer golpe personal fue la separación de sus padres y el hecho de tener que vivir entre Montreal y Los Ángeles. Prometía como tenista juvenil hasta que, cuando se centró en el mundo del espectáculo, se asentó en la meca del cine desde los 15 años participando en funciones escolares y presentándose a un buen número de audiciones.
Cada vez era más famoso y mejor pagado (cada uno de los actores se llevó en las últimas temporadas un millón de dólares por episodio) con un Chandler Bing que se convirtió en referencia, ante el éxito de la serie de NBC que revitalizo el género de la sitcom, marcó a toda una generación y puso de moda el querer compartir piso con tus amigos. Pero la realidad era que Matthew Perry tenía que lidiar con la adicción a las pastillas que le hicieron aparecer con continuos cambios de peso en la serie (“si mides mi peso de una temporada a otra: cuando estoy gordo, es el alcohol. Cuando estoy delgado, son las pastillas. Cuando tengo perilla, son muchas pastillas”) y el hecho de que, como él relató en sus memorias, no fuera hasta la novena temporada cuando estuvo completamente sobrio, no recordando apenas nada de lo sucedido entre la tercera y la sexta, coincidiendo con sus años más oscuros.
En las últimas temporadas llegó a pesar 58 kilos, y tomaba 55 pastillas de Vicodin, un analgésico derivado de un opiáceo sintético del que se hizo adicto tras serle recetado tras un accidente de tráfico en 1997, reconociendo en entrevistas y en sus memorias que sus compañeros siempre le ayudaron. Esa situación le hizo estar continuamente en clínicas de rehabilitación juntándose su timidez e inseguridad con una fama difícil de lidiar, la cual fue todavía mayor cuando mantuvo una relación con Julia Roberts entre 1995 y 1996 a la cual dejó él antes de que ella pudiera hartarse de los demonios que le rodeaban. También salió con las actrices Yasmine Bleeth, Lauren Graham, Neve Campbell o Lizzy Caplan siendo su vida personal todavía más errática que una carrera que no supo remontar tras el fin de “Friends”.
En los momentos de éxito televisivo el cine intentó explotar su vis cómica y romántica en “Sólo los tontos se enamoran” (1997), “Tango para tres” (1999), “Falsas apariencias” (2000), “The kid (El chico)” (2000), “Colgado de Sara” (2002), “Más falsas apariencias” (2004) o “17 otra vez” (2009). Su travesía cinematográfica no tiene mucho más destacable y fue en televisión donde más continuó trabajando con dignidad pero siendo vistos por los fans que con cierta sensación agridulce; por los buenos ratos compartidos gracias a él pero también por el hecho de comprobar la deriva en la que se había abocado su carrera.
Protagonizó la infravalorada "Studio 60" (2006-2007) y la fallida "La extraña pareja" (2015-2017) pero hay también que mencionar los episódicos de “Ally McBeal” (2002), “El ala oeste de la Casa Blanca” (2003), “Scrubs” (2004) y, muy especialmente, el fiscal sin escrúpulos Mike Kresteva en "The good wife" (2012-2013) y "The good fight" (2017).
Matthew Perry consiguió 5 nominaciones al Emmy como actor de comedia por “Friends” en 2002, actor invitado por “El ala oeste de la Casa Blanca” en 2003 y 2004, actor de miniserie o telefilm por “Unidos para triunfar” en 2007 y como uno de los productores de “Friends: The reunión” en 2021. Junto a sus compañeros en “Friends” consiguió el premio al mejor reparto de una serie de comedia en el Gremio de Actores (SAG) en 1996.
Su drama sin tapujos se expuso en modo de catarsis en una obra de teatro sobre el alcoholismo que escribió y protagonizó en 2016 titulada "The end of longing" y, sobre todo, en sus memorias "Amigos, amantes y aquello tan terrible" publicadas en 2022 donde también confesó que en 2018 su colon estalló por el consumo excesivo de opioides que le llevaron a estar dos semanas en coma, cinco meses en el hospital y a usar una bolsa de colostomía durante nueve meses considerándose todo un milagro desde el punto de vista médico que pusiera superar ese trance. Un alma atormentada que quizá ahora sí que encuentre su descanso justo cuando parecía haber encontrado algo de paz y tranquilidad en su vida.
Nacho Gonzalo