In Memoriam: Guy Hamilton, entre el espionaje y la intriga detectivesca

Querido Teo:

A los 93 años ha fallecido en Mallorca el director Guy Hamilton, especializado en el cine de espías y responsable de cuatro de las películas de James Bond más destacadas de la década de los 60 y 70 como fueron “Goldfinger” (1964), “Diamantes para la eternidad” (1971), “Vive y deja morir” (1973) y “El hombre de la pistola de oro” (1974).

Participante en la Segunda Guerra Mundial como miembro de la Armada abandonó su trayectoria de incipiente contable en su adolescencia para ser asistente de directores como Carol Reed o John Huston. “The Colditz story” (1955) fue su lanzadera y “El discípulo del diablo” (1954) su prueba de fuego tras despedir al director Alexander Mackendrick en un reparto con estrellas como Laurence Olivier y Kirk Douglas. Ya fue tentado a formar parte del universo Bond pero tuvo que encarar proyectos como “Operación Robinson” (1959), “Su mejor enemigo” (1961) y “Entre dos fuegos” (1964).

Además del universo Bond (en plena transición entre Sean Connery y Roger Moore y asentando algunos elementos claves de la saga cinematográfica del personaje) rodó “Funeral en Berlín” (1966) y “La batalla de Inglaterra” (1969), ambas con Michael Caine, para demostrar su querencia por el mundo detectivesco con dos de los más representativos, la Miss Marple de Angela Lansbury en “El espejo roto” (1980) y el Hércules Poirot de Peter Ustinov de “Muerte bajo el sol” (1982). “Remo, desarmado y peligroso” (1985) y “Con perdón de usted” (1989) fueron una triste sombra para un director que incluso pudo haber dirigido las primeras películas en cine de Batman y Superman.

Nacho Gonzalo