In Memoriam: Carmen Sevilla, el rostro más querido, carismático y bello del cine español
Querido primo Teo:
A la edad de 92 años ha fallecido Carmen Sevilla, todo un icono cultural de nuestra piel de toro. Fue una de las folclóricas que reinaron en la España del Franquismo, poseía una gracia natural, era buena cantante y bailarina pero la clave de su éxito residía en una belleza que probablemente hubiera servido de inspiración al pintor Julio Romero de Torres. Su fotogenia enamoraba la cámara, transmitía imagen de pícara pero ingenua y su desparpajo era su mayor baza aunque haya fallecido sin recordar no sólo quien era ella sino todo el cariño que tenía de un público que la disfrutó como cantante y actriz en su época de esplendor y después se reencontró con ella (o la descubrió) como uno de los emblemas de la televisión de los 90 con sus impagables equivocaciones en "El Telecupón", espació asociado a ella por siempre en el que precisamente demostraba su inteligencia y talento haciéndose la despistada ente lo entrañable y el timing cómico propio de un animal escénico de primer nivel.
Su fotogenia le permitió desarrollar una carrera que no solamente se limitó a los productos livianos destinados a explotar a las estrellas de la época ya que pudo trascender como intérprete seria a las órdenes de Juan Antonio Bardem en “La venganza” (1958) e incluso en producciones internacionales como "Aventura para dos" (1958) de Donald Siegel, “Rey de Reyes” (1961) de Nicholas Ray y “Marco Antonio y Cleopatra” (1972) de Charlton Heston.
Cuando España abrazó la modernidad, una vez finalizada la dictadura franquista, Carmen Sevilla, siempre marcada en su vida por unos valores muy tradicionales en los que la mujer tenía que quedar supeditada al hombre, se retiró del mundo del espectáculo, el cual abandonó en la década de los 90 cuando fue recuperada para la televisión, convirtiéndose de paso en una de las figuras más emblemáticas de la pequeña pantalla de estos últimos treinta años.
Nacida en Sevilla el 16 de Octubre de 1931, bajo el nombre de María del Carmen García Galisteo y en el seno de una familia acomodada vinculada al mundo de las letras. No tardó en demostrar que tenía inclinaciones artísticas y fue matriculada en un conservatorio. Su debut llegó a la edad de 13 años en la compañía de Estrellita Castro que le permitió además desarrollarse como cantante, la joven se vio obligada a falsear su fecha de nacimiento, fijándola en 1930, ya que no alcanzaba la edad mínima que le permitía trabajar teniendo que superar los recelos paternos por adentrarse en un mundo de perdición para la moral bienpensante y católica de la época.
Pasó por diversas compañías y con 17 años ya poseía una belleza lo suficientemente impactante para ser explotada en la gran pantalla. Intervino en el documental “Hombres ibéricos” (1946) y trabajó en la película “Serenata española” (1947), en la que no fue acreditada. Su primer papel importante en el cine lo consiguió en la mexicana “Jalisco canta en Sevilla” (1949), junto a Jorge Negrete.
Alcanzó el estrellato gracias a unas películas que magnificaban no solamente su belleza sino su talento musical como "Cuentos de La Alhambra" (1950), “El sueño de Andalucía” (1951), “Violetas imperiales” (1952), “La pícara molinera” (1955) o “El balcón de la luna” (1962) junto a Lola Flores y Paquita Rico y en la que hubo una disputa entre las tres por ver quién era la primera en salir en los créditos y que fue solucionada de la manera más original posible.
Su talento interpretativo era lo menos tenido en cuenta pero conforme fue creciendo su popularidad comenzó a ser valorada como actriz gracias a “La fierecilla domada” (1956), con la que ganó la medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC) y el premio del Sindicato Nacional del Espectáculo, y sobre todo “La venganza” (1958) de Juan Antonio Bardem que fue la primera película española que fue nominada al Oscar.
El éxito en España le brindó la oportunidad de dar el salto internacional trabajando con Vittorio de Sica en “Pan, amor y… Andalucía” (1958) con Nicholas Ray, en “Rey de Reyes” (1961), en donde se encargó de interpretar a María Magdalena, y con Charlton Heston en “Marco Antonio y Cleopatra” (1972).
Se casó a los 30 años en 1961 con el compositor Augusto Algueró, padre de su único hijo, tras enamorar a hombres como Cantinflas, Frank Sinatra o Charlton Heston que la veían como inalcanzable ante sus férreas convicciones en lo referente a intimar antes del matrimonio, y a finales de la década de los 60 se fue retirando paulatinamente de la actuación centrándose más en su faceta musical. No tardaría demasiados años en relanzar su carrera como actriz asumiendo que su mejor etapa de popularidad había quedado atrás, fue en este momento cuando su potencial como actriz dramática explotó aunque también apostó por estimables comedias transgresoras como "Una señora llamada Andrés" (1970).
Especialmente con “El techo de cristal” (1971) de Eloy de la Iglesia por la que nuevamente fue premiada por los escritores cinematográficos, y también demostró su carga más erótica. Su mencionado trabajo en la exitosa película es un ejemplo de las dobles versiones que se realizaron en España durante los últimos años del franquismo, más comedidas en el territorio español y más picantonas más allá de nuestras fronteras.
Pero “El techo de cristal” no fue la excepción, ver a alguien tan cristiano y conservador que se mantuvo virgen hasta el matrimonio (y que recibió su primer beso por exigencias de guión por parte de Jorge Negrete) siendo una invitación a la lujuria en películas como “Sex o no sex” (1974), “Un adulterio decente” (1969), “La cera virgen” (1972), “No es bueno que el hombre esté solo” (1973), "Striptease a la inglesa" (1975) o "Nosotros los decentes" (1978) era como poco atractivo para la taquilla pero Carmen Sevilla no se sentía cómoda con ello.
Cuando explotó el cine del destape durante la Transición ella no quiso saber nada de ello y se retiró. Aunque probó otros títulos como el thriller rural de "Beatriz" (1976) o las intrigas de "Guerras verdes" (1976) y "El apolítico" (1977), en 1978 se estrenó su última película, “Rostros”, y en 1974 se había separado de Augusto Algueró, harta de que el compositor le pusiera los cuernos con cualquier jovencita aspirante a luminaria. Eso fue lo que le llevó a tomar la decisión de sufrir dos abortos ya que no quería tener más hijos con un hombre infiel.
En 1985 se casó con el empresario cinematográfico Vicente Patuel (con el que estaría unida hasta la muerte de éste en 2000), poco después protagonizaría una telenovela argentina, “La viuda blanca”, y se retiró del mundo del espectáculo para entregarse a su vida familiar y también a los cuidados de su finca en Badajoz, en la que se incluía una explotación ganadera y la crianza de ovejas, animales que desde entonces siempre quedarían asociados a ella de manera familiar y entrañable aunque ese modo de vida no daba el dinero suficiente e incluso tuvo que vender por ello la exclusiva de su segundo matrimonio.
En 1991, cuando las televisiones privadas se asentaron en España, recibió una importante oferta por parte de Telecinco (cifrada en unas 350.000 pesetas por programa) para que presentara “El Telecupón”, espacio diario en el que trabajó durante seis años y con el que pasaría a la historia de la televisión con su candidez, torpeza y carisma. El sorteo del número de la ONCE era lo de menos, lo importante era ver a Carmen Sevilla siendo un espectáculo en sí misma y viéndola aparecer en alpargatas o comiéndose un pepino. Los 90 fueron suyos en la pequeña pantalla e incluso presentó el espectáculo "Noches de Carmen" (1998) y le permitió trabajar nuevamente como actriz en la serie “Ada Madrina” (1999) que no gozó del éxito esperado.
Su última etapa televisiva la desarrolló en TVE presentando entre los años 2004 y 2010 el programa “Cine de barrio”. En 2009 se le diagnosticó la enfermedad de Alzheimer y su lento declive le llevaría a ingresar en marzo de 2015 en un centro geriátrico de Aravaca (Madrid) sufriendo la misma dolencia que se llevaría años atrás a su madre centenaria.
Carmen Sevilla ha sido una gloria nacional, alguien que durante décadas ha sido considerado el personaje público más querido de España, eso es tremendamente difícil y ella con su talento y una gracia innata lo consiguió. Fue reconocida con la Medalla de Oro al Mérito del Trabajo en 2001 y la Medalla de Oro al Mérito de las Artes en 2003.
Mary Carmen Rodríguez