"Gru 4, mi villano favorito"
La web oficial.
El argumento: Gru, Lucy y las niñas (Margo, Edith y Agnes) dan la bienvenida a un nuevo miembro en la familia: Gru Junior, que parece llegar con el propósito de ser un suplicio para su padre. Gru tendrá que enfrentarse en esta ocasión a su nueva némesis Maxime Le Mal y su sofisticada y malévola novia Valentina, lo que obligará a la familia a tener que darse a la fuga.
Conviene ver: “Gru 4, mi villano favorito” tira de vivacidad y colorido en un divertimento ágil y agradable que juega tanto con la empatía como con la nostalgia de los que han crecido con este éxito inesperado que ha tenido spin-off de dos entregas centrado en los Minions que vuelven a ser los robaescenas por antonomasia. Eso sí, la cinta no sólo ha perdido fuelle respecto a las anteriores sino que se le aprecia deslavazada como si fueran una sucesión de sketches algunos más lúcidos que otros sostenidos en el hecho de que Gru se vea obligado a cambiar de identidad con su mujer e hijas e irse a un barrio residencial al huir de su némesis jugando a ser la perfecta familia usamericana. Hay más brote de ideas que eficaz resultado en una entrega que cumple el expediente pero que muestra desde hace tiempo un agotamiento del que parece que nadie ha querido darse cuenta al haber llegado hasta aquí. Un popurrí digno pero más sobrecargado y aburrido de lo que sería deseable. Ya poco queda de ese villano que quería conquistar la luna primero, adoptó a tres niñas después y finalmente se alió con su hermano gemelo para llevar al redil a una ex estrella infantil. Eso ha llevado a que Gru sólo sea un gruñón con corazoncito y una excusa para estirar el chicle e insuflar oxígeno a la taquilla aunque sea a costa de perder su esencia y el interés pero apostando por el sarcasmo “crowd pleaser” para toda la familia.
Conviene saber: La gran baza animada de Illumination Entertainment presenta una nueva entrega tras “Gru, mi villano favorito” (2010), “Gru 2, mi villano favorito” (2013) y “Gru 3, mi villano favorito” (2017).
La crítica le da un CINCO