Goyas 2023: "As bestas" corona la gran cosecha del cine español en el homenaje a la estrella errante de Carlos Saura

Querido Teo:

Llegó la noche de consagración para Rodrigo Sorogoyen tras una década en la que se ha forjado como uno de los cineastas más populares y contundentes con una filmografía en la que no ha hecho más que asumir retos y saltar sin red, siempre con una solidez incuestionable y sabiendo aunar a crítica, público e industria. Es esta última la que la reconoce con los 9 Goyas de "As bestas" coronando una cosecha de cine español alabada y envidiable que ya dejó a varias opciones interesantes fuera de las nominaciones de la 37ª edición de estos premios y con un palmarés en el que sólo pudieron hacer algo de oposición la industrial "Modelo 77" en los apartados técnicos (5 Goyas) y la tierna y universal "Cinco lobitos" que se hizo con los 3 Goyas que tenía ganados ya desde hace meses. Jarro de agua fría para "Alcarràs" que sufre su minimalismo y autoría naturalista yéndose de vacío a pesar del Oso de Oro del Festival de Berlín 2022 y ser la designada por la propia Academia para el Oscar 2023.

Indudablemente la película de Rodrigo Sorogoyen ha logrado calar e ir "in crescendo" desde que pasara por el Festival de Cannes 2022 y en la sección Perlas del Festival de San Sebastián 2022 consiguiera el Premio del Público a la mejor película europea. Los espectadores y la crítica han estado de su lado (ha recaudado 4 millones de euros en salas) ante la contundencia de un drama rural sobre la España vaciada que deriva en un western intenso sobre la oscuridad de la condición humana. Una Academia que le debía una noche de gloria a Rodrigo Sorogoyen después de que en la edición de 2019 "El reino" se alzara con 7 Goyas (también mejor dirección y guión original) pero sin el premio de mejor película que fue para el fenómeno de taquilla de "Campeones".

Precisamente fue en esa gala de 2019 también en Sevilla en la que, además de Sorogoyen, ganaron premio Luis Zahera y Susi Sánchez. Ahora repiten en las categorías de actor de reparto. Luis Zahera el mismo premio que ganó de la mano de Sorogoyen en "El reino" ("siempre quise hacer un western y siempre quise matar a un francés") y en el caso de Susi Sánchez suma al de actriz protagonista por "La enfermedad del domingo" el de la madre que mantiene su coraza protegiéndola de sus emociones en "Cinco lobitos" y que en su discurso pudo hablar de la necesaria búsqueda de la igualdad y la necesaria colaboración de los hombres en ello ("si la sociedad es un desastre, está en nuestras manos intentar arreglarla. Hasta ahora se nos han abierto pocas puertas. Las de la cocina y las del dormitorio. Espero que, vosotros, compañeros, os deis cuenta de que tenemos muchas cosas que ofrecer, y que queremos estar codo con codo con vosotros").

Películas que también han sumado los premios en las categorías protagonistas para Denis Ménochet ("As bestas"), siendo el primer intérprete en lengua no española que se hace con el Goya y que ha resumido el mensaje de la película en que "es un honor haber participado en esta película que resalta la fuerza de las mujeres ante la locura de los hombres", y una Laia Costa ("Cinco lobitos") que ha representado las dudas, dificultades e inseguridades de la maternidad contemporánea tras una carrera más valorada en el extranjero que en nuestro país.

Una gala atravesada de principio a fin por la muerte de Carlos Saura un día antes de recibir el galardón de manera oficial. La Academia ha sabido tener reflejos y le ha dado una primera media hora al tributo a un director referencial en la Historia de nuestro cine partiendo de un emocionado discurso por parte de Carmen Maura (a la cual dirigió en "¡Ay, Carmela!") y que se ha roto por el hecho de no haber tenido la oportunidad de que ella le pudiera decir en vida en un acto como éste lo que le había supuesto como actriz: "Creo que él no tenía ni idea de la marca que me había dejado como actriz para siempre".

Además de definirlo como "maravilloso, simpático y cotilla" y contar alguna anécdota del rodaje que muestra su personalidad y retranca se ha dado paso a su viuda Eulalia Ramón y a dos de sus hijos, Anna y Antonio, tras una larga y sentida ovación como pocas veces se han escuchado en una gala de premios, resonando las palabras de su hija: “Estamos aquí, como él quiso, en representación de todos los hermanos. Nuestro padre se fue trabajando hasta el último minuto. Enseñándonos que hay que vivir apasionadamente, que la imaginación no tiene límites y que la cultura es lo más importante que tenemos, que hay que potenciarla, que no entiende de ideología, que es nuestro legado y nuestro futuro. Creo que es un ejemplo de vida para todos nosotros”.

Un rendido tributo a flor de piel a completado por el hijo de Saura con unas palabras dedicadas a las cuatro mujeres (alejado de todo cotilleo) que, a través de la diferencia de cada una de ellas, con su inteligencia, presencia y apoyo, cimentaron la personalidad y el arte del maestro. También a la cuidadora que ha estado hasta el final con el director, Elisa, y a la que su viuda no quiso olvidar al igual que a los médicos del hospital de Villalba, conectándonos todavía más con la realidad tan a pie de calle de una perdida llorada tras días de sacrificios, paliativos y lágrimas: “Muchísimas gracias por cómo le habéis cuidado y cómo nos habéis cuidado a nosotros para que todo fuera triste y bonito. La sanidad pública se merece que la cuiden como el personal médico nos ha cuidado a nosotros. A quien corresponda, que lo haga por favor". 

La otra homenajeada fue Juliette Binoche (segundo Goya internacional tras el de Cate Blanchett el año pasado) siendo Isabel Coixet la encargada de entregárselo (la dirigió en "Nadie quiere la noche" en 2015) destacando las bondades de una actriz que a lo largo de 40 años de carrera ha demostrado que tiene en sí la facilidad para dar vida a cualquier tipo de mujer, desde la más exquisita e inalcanzable a la más terrenal y auténtica. "Es la mujer en la que están todas las mujeres. Representa un cine sin fronteras y sin algoritmos, el cine que busca la conexión de las personas sin importar de dónde vengan”.

Ha sido la propia actriz francesa la que se ha sumado al tributo a Carlos Saura (el auténtico leitmotiv de la noche junto a las referencias a la necesaria preservación y defensa de la sanidad pública y la defensa de que el cortometraje también es cine) tarareando el ya inolvidable, y asociado a su cine, por siempre, Porque te vas de Jeannette que durante la ceremonia tuvo una versión muy personal a cargo de Natalia Lafourcade.

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Precisamente uno de los aspectos que más se destacaran de esta ceremonia han sido las actuaciones musicales (habitualmente rodeadas de vejaciones el día después). A pesar de que su presencia llevó a la gala a durar 3 horas y media (entregándose mejor película cerca de la 1:30h de la mañana) todas rallaron a gran altura siendo valores seguros empezar con el Cantares de Joan Manuel Serrat interpretado por Manuel Carrasco (pretendiendo emular el insuperable inicio del Resistiré de 2015), tener a Lolita cantando el Ay pena, penita, pena de su madre Lola Flores en el centenario de su nacimiento en la reivindicación del folclore popular patrio y con referencia a las "Sevillanas" que la Faraona ya le estaría bailando a Saura, o Pablo López e Israel Fernández dando voz al Alegría de vivir de Ray Heredia que sonó en "Sobreviviré" (1999) y que ha servido para un bloque algo forzado dedicado al colectivo LGTB.

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Mención aparte merece el In Memoriam en el que Bely Basarte ha interpretado Me cuesta tanto olvidarte de Mecano para después dar paso a ¡Qué bonito! de Rosario Flores en la voz de Guitarrica de la Fuente.

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Un aspecto quizá pocas veces bien ponderado también destacó en estos Goya tal fue el caso del primer discurso como presidente de la institución de Fernando Méndez-Leite, lúcido, sosegado y constructivo no cargando las tintas políticas en la gran noche del cine pero instando a la negociación en los despachos a la hora de reivindicaciones y prerrogativas frente a las autoridades políticas allí presentes "mezclados en la misma fila en amor y compañía". Sólo ver las indisimuladas cabezadas de los presentes en el patio de butacas, no habiendo sido evitado por la realización televisiva, han restado empaque al momento en el que su alegato final en favor de "que las películas vuelvan a ser películas y no pelis" no ha sido la coda más efectiva para el discurso aunque sí que anunció un nuevo premio que entregará la institución con el nombre de Elías Querejeta.

Por otro lado, y en el marco del Auditorio de Sevilla que ha acogido la ceremonia por segunda vez tras la de 2019, Antonio de la Torre y Clara Lago han cumplido como maestros de ceremonias a pesar de tener una presencia testimonial que no ha ido más allá de recitar el problema de Machado en Cantares, volver a reactivar la ceremonia desde el punto de vista festivo tras el llorado momento dedicado a Carlos Saura, dejando claro que en los Goya para poder salir airoso "hay que hablar de todo sin en realidad hablar de nada", y tener dos momentos humorísticos desde el patio de butacas. Sin olvidar alguna ironía a las políticos presentes en referencia al chuletón (Pedro Sánchez) y a no confundir los Goya con los Oscar (Alberto Núñez Feijóo).

De la Torre bromeó con los equipos de películas como "As bestas" y "Modelo 77" al creer que formaba parte de los repartos de las mismas como es habitual hasta que fue al cine a verlas y se dio cuenta que eran Luis Zahera y Javier Gutiérrez los intérpretes. Aun así no ha dejado de lado el altavoz del momento para presentar la situación del sector: "El 92% de los actores hacen lo que pueden porque sólo el 8% vivimos de esto. La precariedad existe, en el audiovisual y en otras profesiones donde no se pueden perseguir los sueños La gala debería ser de ellos y la responsabilidad, nuestra".

Clara Lago hizo lo propio (intentando hacer el chiste haciéndose la andaluza) con intérpretes como Anna Castillo y Miguel Herrán que siendo más jóvenes que ella llevan un recorrido mucho mejor a nivel de nominaciones. Broche de oro las palabras de Lago a Penélope Cruz a la que señaló su inspiración e influencia cuando fue al cine a verla en "La niña de tus ojos" cuando sólo tenía 8 años: "Gracias por todo el talento, arte, inspiración y humanidad que regalas al mundo. Te estaremos eternamente agradecidos". Todo en una gala que apostó más por el homenaje y la reivindicación que el humor y el espectáculo dejando a sus presentadores en segundo plano ya que incluso Lago bromeó (espontáneamente o no) de que le había dado tiempo de firmar una hipoteca entre una aparición y otra.

En una gala ya sin las restricciones que afectaron las ediciones de 2021 en Málaga y 2022 en Valencia los 28 cabezones se han entregado con cierta agilidad apareciendo en el escenario parejas de presentadores que han evitado los chistes para hacerse los graciosos y que han dado paso a cada previo con discurso de agradecimiento de un minuto. Sólo se han explayado Arturo Valls e Ingrid García-Jonsson jugando con la desincronización del sonido y la voz de Jose Coronado emulando la última y despechada canción de Shakira, Miren Ibarguren y David Verdaguer presentando dirección de producción y, especialmente, el tándem formado por Fernando Esteso y Pol Monen que ha permitido que el veterano actor se reivindicara en su reaparición (“Me he roto el tendón de Aquiles, que digo yo, ¿si es de Aquiles por qué se me rompe a mí?”) pero que también tiñera el momento de la amargura de la estación final pidiendo a Agustí Villaronga y Carlos Saura que le preparen un guión porque se reencontrará con ellos más pronto que tarde.

Un acierto el de la Academia el de cerrar la noche con la aparición de las cuatro actrices de "Bellé époque" para celebrar los 30 años de la película siendo uno de esos guiños con los que la institución hace bien en recordar las páginas de oro de su propia historia con unos Goya que este año cambiaron de color ya que el grisáceo habitual se sustituyó por un marrón cercano al chocolate al estar hechas las estatuillas de este año de cobre reciclado. Y es que el cambio climático ha sido también una de las muchas reivindicaciones no quedando nada en el tintero (el Sahara, la valla de Melilla, la guerra en Ucrania, la situación en Irán, el bullying, la precariedad laboral, la salud mental, la diversidad sexual y de los cuerpos, etc...) con unos Goya siempre pretendiendo ir de brújula moral para justificar su papel en la sociedad ante las acusaciones de frivolidad y los problemas que viven el común de los mortales en el día a día.

Unos Goya más que dignos e inmersos en la melancolía tanto por el maestro perdido como por las referencias al cine en salas que, a pesar de su siempre inevitable duración y un palmarés que nunca lloverá a gusto de todos por concentrarse en unas determinadas películas en un año tan heterogéneo, han podido cumplir sobradamente aunque como es cada vez más habitual en este tipo de citas ya sin momentos memorables, como colofón a una temporada de visibilidad y calidad que no se merecía otra cosa y que ahora sólo queda pelear porque no sea una excepción sino que suponga un punto de inflexión para seguir generando nuevas voces que sepan conectar a través de sus historias y que puedan viajar más allá de las fronteras españolas. Un reto para una Academia que, como bien recordó su presidente, es (y tiene que ser) mucho más que la fiesta anual de los Goya.

Unos Goya que han arrojado un dato de audiencia de 2.684.000 espectadores y un share de 23,4%. Una caída en audiencia de casi 100.000 espectadores respecto el año pasado pero sí una subida porcentual del 0,5%.

Los ganadores

Película: As bestas

Dirección: Rodrigo Sorogoyen (As bestas)

Actor: Denis Ménochet (As bestas)

Actriz: Laia Costa (Cinco lobitos)

Actor de reparto: Luis Zahera (As bestas)

Actriz de reparto: Susi Sánchez (Cinco lobitos)

Actor revelación: Telmo Irureta (La consagración de la primavera)

Actriz revelación: Laura Galán (Cerdita)

Dirección novel: Alauda Ruiz de Azúa (Cinco lobitos)

Guión original: Isabel Peña y Rodrigo Sorogoyen (As bestas)

Guión adaptado: Fran Araújo, Isa Campo e Isaki Lacuesta (Un año, una noche)

Música: Olivier Arson (As bestas)
Canción: "Sintiéndolo mucho" (Sintiéndolo mucho)
Dirección de producción: Manuela Ocón Aburto (Modelo 77)
Fotografía: Álex de Pablo (As bestas)
Montaje: Alberto del Campo (As bestas)
Dirección artística: Pepe Domínguez del Olmo (Modelo 77)
Vestuario: Fernando García (Modelo 77)
Maquillaje y peluquería: Yolanda Piña y Félix Terrero (Modelo 77)
Sonido: Aitor Berenguer, Fabiola Ordoyo y Yasmina Praderas (As bestas)
Efectos visuales: Esther Ballesteros y Ana Rubio (Modelo 77)
Película de animación: Unicorn wars
Película extranjera de habla hispana: Argentina, 1985 (Argentina)
Película europea: La peor persona del mundo (Noruega)
Documental: Labordeta, un hombre sin más
Cortometraje de ficción: Arquitectura emocional 1959
Cortometraje de animación: Loop
Cortometraje documental: Maldita. A love song to Sarajevo

Premios especiales

Goya de Honor: Carlos Saura

Goya internacional: Juliette Binoche

Las películas ganadoras

* As bestas: 9 Goyas (película, dirección, actor, actor de reparto, guión original, música, fotografía, montaje, sonido)
* Modelo 77: 5 Goyas (dirección de producción, dirección artística, vestuario, maquillaje y peluquería, efectos visuales)
* Cinco lobitos: 3 Goyas (actriz, actriz de reparto, dirección novel)
* La consagración de la primavera: 1 Goya (actor revelación)
* Cerdita: 1 Goya (actriz revelación)
* Un año, una noche: 1 Goya (guión adaptado)
* Sintiéndolo mucho: 1 Goya (canción)
* Unicorn wars: 1 Goya (película de animación)
* Argentina, 1985: 1 Goya (película extranjera de habla hispana)
* La peor persona del mundo: 1 Goya (película europea)
* Labordeta, un hombre sin más: 1 Goya (documental)

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Nacho Gonzalo