"Foxfire"

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El argumento: Año 1955. En una pequeña ciudad obrera en Estados Unidos, al norte de Nueva York, un grupo de chicas adolescentes forma una sociedad secreta femenina, a la que denominan "Foxfire", y hacen un pacto que debe durar para siempre; vivir según sus reglas y sus leyes, pase lo que pase. Pero la libertad siempre tiene un precio.

Conviene ver: “Foxfire” se mueve entre la rebeldía juvenil y la necesidad de orgullo de pertenencia a un grupo en esos años. Una curiosa mezcla entre “La ley de la calle”, “La clase” y “La ola” que indaga en los problemas y psicología de estas chicas en unos años de coartación y opresión en el que se decantan por la utopía adoptando un cariz dramático más que puramente inocente o ilusorio y que perfectamente podría adaptarse a nuestros días como lucha frente al orden establecido. Aunque a las actrices les falte algo de carisma para transmitir su rebeldía, la película está cuidada y bien hecha, a pesar de que hay que reconocer que pretende abrir muchos frentes (varios de ellos polémicos) sin terminar indagando en los abusos o el problema racial latente, así como en un comunismo de baratillo frente al capitalismo, además de ahondar un localismo que no potencia la universalidad de la rebeldía ante la injusticia. Le falta definición y emoción a la hora de retratar los ideales y motivaciones de sus protagonistas, algo imperdonable cuando la cinta llega a las dos horas y media acercándola al telefilm plomizo. No basta el interés del director a lo largo de su carrera por el compromiso social. Tiene sus virtudes que hace que se mantenga, pero podría haber sido un ejemplo de cine político estimulante mucho más interesante como analogía del resurgimiento de los movimientos contestatarios actuales y el reflexivo planteamiento del límite entre la rebeldía y el terrorismo, el compromiso y el populismo, quedando demasiado simple en su narración y en el retrato de buenos y malos y capitalistas y comunistas. Buenas intenciones y mimbres pero ideas poco claras a la hora de plasmarlo.

Conviene saber: Laurent Cantet dirige su primer proyecto en inglés, la adaptación de la novela de Joyce Carol Oates que valió a Katie Coseni el premio a la mejor actriz en el Festival de San Sebastián 2012 y que ya tuvo versión cinematográfica en "Jóvenes incomprendidas" (1996).

La crítica le da un SEIS