Fantasías de cine: “Watership down” (1978), madriguera amenazada

Querido Teo:

“Watership down”, “La colina de Watership” u “Orejas largas” es la historia de una pequeña congregación de conejos que, al verse amenazada su madriguera, decide emprender un largo viaje rumbo a la colina de Watership, lugar idílico y prometedor en busca de un nuevo hogar. No obstante, tendrán que enfrentarse a un sinfín de obstáculos y peligros durante su travesía hasta que consigan su sueño.

Adaptada de la novela del mismo título de Richard Adams, y dirigida por Martin Rosen, lo cierto es que “Watership down”, en contra de los que podamos suponer, es una película de animación que va destinada a un público adulto.

Como he ido mostrando en otros ejemplos anteriores de esta sección, los años 60, y especialmente los 70, fueron un período de experimentación. Tratar ciertos temas e historias que no podrían ser contadas en el mundo natural, llevaron a algunos directores a abordarlas a través de diferentes estilos de animación.

La sensación de irrealidad que provoca la animación les permitía tener una cierta libertad para rebasar algunos límites con respecto a asuntos tan llamativos y adultos como el sexo, la violencia o la política. El gran logro que tiene la película que nos ocupa es su lograda estética y animación; bastante peculiar y con un halo de incomodidad que incomoda (valga la redundancia) constantemente al espectador. Y es que “Watership down” nos narra (entre fantasía, un poco de realidad y pinceladas de violencia) un mundo bajo los ojos de los conejos.

Al igual que las comunidades humanas, en esta película los conejos no sólo cuentan con su propia creencia del mundo, sus mitos e incluso leyendas; sino que constituyen una metáfora y alegoría a las lacras y complejidades de la Historia humana. Porque ese es otro de los puntos fuertes de la película; sus temas. Es al mismo tiempo una historia de éxodo, como la de los judíos en la Biblia, una fábula ecológica y una metáfora sobre la Segunda Guerra Mundial. De hecho, uno de los asentamientos encontrados por los protagonistas se nos presenta como una clara versión conejil de un régimen fascista.

La película muestra el sacrificio, el honor, la maldad y la muerte de una forma poco halagadora, en una forma que puede llegar a ser estremecedora; sobre todo si la película es visionada por niños más que por adultos. También cuenta con sus dosis de humor, aunque eso queda en un segundo término.

Si hay que achacarle un fallo al filme es que, en su búsqueda de la lágrima del espectador, tiende a pasarse de la raya. Esto resulta muy claro en su, por otra parte, maravillosa banda sonora, que en bastantes momentos suena excesivamente edulcorada; sobre todo en una de las escenas más tristes de todo el metraje, a la que pone fondo musical un tema del músico Art Garfunkel.

Para aquellos que sigan creyendo que “Watership Down” es una película de tarde de domingo familiar, recalcar especialmente la dureza de las imágenes de algunas escenas.No obstante, aprovecho para puntualizar, aun así, que en “Watership Down” los valores que se promueven son claramente positivos, valores como la amistad, el coraje y la bondad (quizás lo único que se acerque a la finalidad de una película infantil), que atesoran sin lugar a dudas nuestros pequeños protagonistas.

Una gran fábula que nos demuestra que el más astuto gana, que nunca hay que perder nuestro camino, y no perdernos en las ilusiones y trampas del mundo. Nos muestra que para alcanzar algo debes luchar por ello. Una buena lección para recordar.

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Juan Israel Aldana