"El vientre del mar"
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La web oficial.
El argumento: Junio de 1816. La fragata Alliance, de la Marina francesa, embarranca ante las costas de Senegal. Como los botes disponibles para la evacuación no son suficientes para acoger a todos los tripulantes, se construye una precaria embarcación en la que obligan a subir a 147 hombres: soldados, marineros, algún pasajero y unos pocos oficiales. El plan previsto es que los botes remolquen la balsa hasta la orilla pero el pánico y la confusión se apoderan del convoy y cortan la soga de remolque, abandonando la balsa a su suerte. El hambre, la inclemencia del mar, la locura y una lucha encarnizada se desatan en aquella balsa a la deriva.
Conviene ver: “El vientre del mar” es un experimento fílmico de autor abordado por Agustí Villaronga, siempre un inclasificable del cine español que ahora baña de poesía el drama de los naufragios contemporáneos, en este caso los refugiados, incluso ligándolo con el Holocausto, lanzando un mensaje pertinente a través de un hecho histórico y poco conocido desarrollado en las costas de Senegal en los primeros años del siglo XIX. Una cinta teatral (ese era el origen del proyecto que viró debido a la pandemia) e íntima a pesar de su premisa aprovechándose de recursos minimalistas inundando de un halo fantasmal todo lo que allí se desarrolla, en definitiva un hecho que ha sido plasmado por el arte primero como cuadro de Théodore Gericault, “La balsa de la medusa”, colgado en el Louvre de París, y también escenario de la novela “Oceano mare” de Alessandro Baricco. Fusión de artes, cine, teatro, literatura y pintura, con una fotografía que sobrecoge y que nos eleva a un punto metafísico, en la que sobresale la fuerza de la analogía más que cualquier recital actoral o efectismo cinematográfico dirigida a espectadores capaces de dejarse llevar por el valor de la imagen sabiendo ver más allá de su coraza críptica y esquiva en un impecable blanco y negro. Una ambientación que trasciende lo terrenal y que lleva a la cinta a adoptar un tono pausado pero a la vez intenso sobre la ambigüedad del poder, el odio inherente a la condición humana y la capacidad de expresar a través del arte la más pertinente y punzante rebelión de los abandonados, indignados por ello como muchos en nuestro tiempo preguntándose hacia dónde vamos y cuestionando nuestro orden de prioridades en el mundo que vivimos con un pesimismo latente sobre la facilidad de nuestra especie para repetir los errores del pasado. La denuncia y la fuerza de la Historia convertida en una pieza de arte austera, coherente y filosófica que no llega a los 80 minutos.
Conviene saber: 6 premios (película, dirección, actor, guión, música y fotografía) en el Festival de Málaga 2021.
La crítica le da un SEIS
