"El último soldado"
La web oficial.
El argumento: Un veterano de la Segunda Guerra Mundial escapa de su hogar de ancianos en Irlanda del Norte y se embarca en un arduo pero inspirador viaje a Francia para asistir al 75º aniversario del desembarco del Día D, encontrando el coraje para enfrentar los fantasmas de su pasado.
Conviene ver: “El último soldado” es una película de domingo por la tarde, bien, pero también una cinta llena de encanto y sensibilidad sobre un nonagenario, veterano de la Segunda Guerra Mundial, que escapa de la residencia de ancianos para poder asistir a su última gran motivación, la conmemoración del 75º aniversario del desembarco de Normandía que le hará reencontrarse con un pasado lleno de recuerdos que le ha servido como combustible durante toda su existencia. Una cinta bonita, poco sorprendente, pero bien llevada siempre con la emoción a flor de piel gracias a un guión que entremezcla la ternura con el dolor y suponiendo un vehículo de lucimiento para un Pierce Brosnan eficaz aunque nos cueste creérnoslo caracterizado como un anciano de 92 años y tres cuartos a pesar de sus intentos en los andares cansados y en esa mirada que se va apagando. Una mirada al trauma bélico y a la soledad e incomprensión que a muchos lleva la vejez pero también a la solidaridad y los buenos valores a través de ese agradable y conmovedor periplo entre Irlanda y Francia impulsado por la motivación, el empeño y el recuerdo con el fin de despedirse de su amigo caído en combate y también de liberarse de los fantasmas con los que convive y que le han acompañado durante años gracias también a las personas con las que se encuentra y que acompañándole enriquecen su viaje.
Conviene saber: La cinta adapta las memorias del veterano de la II Guerra Mundial Bernard Jordan que se escapó de su residencia de ancianos en Inglaterra en 2014 viajando hasta Francia en autobús y ferry llevando colgadas sus medallas en la chaqueta.
La crítica le da un SEIS
EL ÚLTIMO SOLDADO
La primera nota publicitaria está en el presumible aspecto bélico del título (soldado, soldier, rifleman) unido al sonido de una ráfaga de ametralladora, al presunto gesto del espectador o curioso lector que sonríe ante la imagen de un Pierce Brosnam avejentado y con unas medallas supuestamente militares en la pechera de su chaqueta… Brosnan rara vez defrauda al espectador (quizá en alguna peli de estrellato compartido en esos guiones que obligan a hacer virguerías en el montaje para el reparto de tiempos de imagen y líneas de diálogo entre los participantes según estipulaciones de contrato). Algún memorión quizá guarde gratos recuerdos de Remington Steele-1982- antes de pasar a comienzos del actual siglo con los cuatro filmes de la serie James Bond,o los compartidos en el estrellato como el ” Enfrentados” con Liam Neesem o el “ Manma mia” -2008- frente a Meryl Streep y Colin Firth…
La segunda nota informativa se da sobre, hechos reales, sobre historia de un veterano del ejército de Irlanda del Norte que sobrevivió al desembarco de Normandía, más tarde enviudó y luego huyó de la residencia de ancianos para vivir la conmemoración aniversario de la heroicidad militar en los lugares del desembarco real… La presencia de Brosnan, el recuerdo del acontecimiento bélico de los años cuarenta (el nombre Normandía para recordar en la Historia Universal de la Humanidad), el maquillaje del protagonista para simular los 92 años “y tres cuartos” del héroe en la actualidad…, a algunos nos creaba expectativas de un sobresaliente espectáculo. Se quedaron en deseo.
En cuanto a la realizacíón, el nombre de Terry Leane no dice nada ni a los espectadores de tres estrenos semanales. Durante la proyección el espectador más bien no trata ya de recordar los títulos de su célebre agente secreto (que para todos sigue siendo Connery), sino los títulos en que Brosnan desarrolló otros personajes, resultando nada fácil el recuerdo. “El último soldado” es una película de esas que recuerdan a las estrellas de antes con una forma de hacer cine que extraña a sus espectadores actuales por los extraños albores en los comienzos de su obra fílmica.
Aparecen en el filme algunos actores como secundarios de postín y se acepta. Y, si actualmente se aprecia tanto en los guiones de los telefilmes, series o historias pasadas personajes, el que después de pasar varios años en los marines o en otros cuerpos militares americanos adolezcan del síndrome postraumático bélico, también arrastraban, con otras denominaciones quizá, todos los síndromes de participación en la contienda mundial