"El método Williams"
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El argumento: Biopic sobre Richard Williams, un padre inasequible al desaliento que ayudó a formar a dos de las deportistas más extraordinarias de todos los tiempos, dos atletas que acabarían marcando época en el deporte del tenis. Richard tenía una visión muy clara del futuro de sus hijas, y sirviéndose de métodos arriesgados y poco convencionales, elaboró un plan que llevaría a Venus y Serena Williams de las calles de Compton, California, al olimpo del deporte, convirtiéndolas en iconos del tenis.
Conviene ver: "El método Williams" es una película de superación personal y deportiva que cuenta más con la complicidad del público USA que con la del europeo, tanto por lo que cuenta como por cómo lo cuenta. Es el caso de Richard Williams, el cual peleó por el futuro de sus hijas potenciando su talento deportivo convirtiéndolas en estrellas del tenis siguiendo a pies juntillas una metodología propia que rallaba lo enfermizo y que cuestionaba el mandato de entrenadores y técnicos ya que él consideraba que era lo mejor que sólo él podía preocuparse de verdad por el bienestar y futuro de sus hijas evitando que cayeran en malas compañías, por el hecho de ser chicas negras, no tener respaldo económico o ser juguetes rotos. Will Smith vuelve a abordar uno de esos papeles, al hilo del de “En busca de la felicidad” (2006), de personajes que son inasequibles al desaliento pensando que se les devolverá su empeño, determinación y esfuerzo aunque, precisamente por ello, acaban siendo cargantes dando pábulo a un concepto trasnochado de vía para conseguir el éxito en el que parece que todo está permitido si el propósito es el correcto para el que se le ha metido entre ceja y ceja. Es lo que ocurre en esta ocasión en una cinta correcta y convencional, excesivamente larga (138 minutos), y que no deja de ser el show de Will Smith a la caza de los premios tras más de una década de una carrera errática y en la que ha dejado de ser la estrella infalible de antaño. El que tuvo, retuvo y logra darle carisma a un personaje seguro que mucho menos embellecido moralmente en la realidad que marcó el futuro de sus hijas de manera minuciosamente calculada con disciplina militar, saltándose los protocolos de formación para otros deportistas, sin brindarles la opción de permitirse coger su propio destino con el fin que pasaran de niñas prodigio a profesionales pero sin "quemarse" en ligas juveniles. Y es que el tipo decidió tener más descendencia y convertirlos en tenistas después de ver los millones que se llevaban éstos en cada torneo por lo que, en realidad, estamos ante alguien que tuvo de todo menos propósito desinteresado en este plan de futuro con sus hijas y que, a pesar de lo bienintencionado de la cinta de cara a su figura, no oculta su afán de protagonismo y su lado mesiánico sólo mencionando de soslayo que abandonó a su primera mujer y a su hijo y después haría lo mismo con la madre de las Williams. El guión es convencional pero bien armado dibujando a sus personajes de manera sucinta pero sabiendo quien manda aunque dando algo de aire para captar el ambiente familiar de Williams, su mujer y sus cinco hijas, la facilidad de terminar saliéndose con la suya haciendo las cosas a su manera, la frustración del entrenador interpretado por Jon Bernthal o el ascenso en especial de Venus, una sorprendente Saniyya Sidney, destacando su enfrentamiento final con la española Arantxa Sánchez Vicario en el momento en el que la joven tenista negra irrumpió como un ciclón en el circuito tras ser una joya minuciosamente perfilada. Es debido a ello que la cinta pasa de puntillas por otros temas como la escasez de recursos económicos de determinadas clases para introducirse en un deporte de ricos, el racismo y la violencia de la época o la explotación de hijos por parte de sus padres que, en la mayor parte de las ocasiones, les convierten en juguetes rotos. En la cinta se echa de menos mayor presencia de las hermanas, y sus interacciones de juventud ya que tienen una gran química entre ellas y sin dobleces convierten en suyo sin cuestionarse el sueño que su padre ha depositado en ellas, así como de una Aunjanue Ellis como la esposa y madre, ese apoyo fiel y sacrificado que es quien pone los pies en la tierra, con una escena en la cocina que ofrece uno de los mejores momentos de la cinta, en el que hay tanta fuerza y resistencia como cansancio y hartazgo por ser un satélite absorbido por los intereses de su marido, pero Will Smith es la estrella y eso se nota en una propuesta hecha para su lucimiento y que está por encima de todo valor cinematográfico ya que se consume tan rápido como se olvida centrándose más en el empeño de un tipo cuestionable en su forma e intenciones que en las hazañas de dos de las deportistas (en femenino) más importantes de todos los tiempos que sí que terminarían convirtiéndose en referencia para su raza y género cumpliendo el proyecto de su padre pero también encontrando su lugar en el mundo y sentirse realizadas por esa pasión.
Conviene saber: Will Smith ha Ganado el Globo de Oro 2022 al mejor actor de drama por este trabajo.
La crítica le da un SEIS