Conexión Oscar 2025: Una carrera incierta que comienza sin favoritos

Querido Teo:

Algunos pensarán que es demasiado pronto para analizar hacia dónde nos llevarán los próximos Oscar, pero aún lo es más para los que intentan vender humo hablando de posibles nominados desde antes del verano. Es verdad que en ocasiones, por estas fechas, ya tenemos más de una categoría cerrada (sin ir más lejos el año pasado), por lo que aún se podría hablar con algo de propiedad, pero este año tiene toda la pinta de que nos vamos a divertir ya que en este momento cualquier pronóstico es incapaz de cimentarse todavía en nada más allá de la mera intuición. Si bien uno puede hablar de un grupo de 35 películas con posibilidades de estar en los Oscar 2025 (unas condenadas a desaparecer y otras que realmente serán las que haya que tener en cuenta) destacar alguna sobre las demás a estas alturas se antoja harto complicado y realmente ilusorio.

La cosecha de Cannes es la que parece no haber perdido posicionamiento desde que ambas cintas fueran alumbradas el pasado mes de mayo. "Anora" de Sean Baker y "Emilia Pérez" de Jacques Audiard son dos apuestas sólidas que van a estar presentes hasta el final y que, posiblemente, vayan a funcionar bien tanto a nivel de crítica, público e industria. NEON en el caso de la ganadora de la Palma de Oro y Netflix en el del narcomusical saben hacer bien su trabajo en el terreno de las campañas.

No se puede negar el trampolín que es Venecia tanto para películas como para intérpretes en los últimos años y ello es lo que dispara a “La habitación de al lado” de Pedro Almodóvar con el fin de ser la primera película española en ser nominada al Oscar principal. Algo que también intentará “The brutalist” de Brady Corbet tras ser la película acontecimiento en el Lido, recompensada con el premio a mejor dirección y adquirida por A24 para su distribución en USA.

Y es que los festivales son una referencia hasta cierto punto. Aupada en el Festival de Telluride como una película apabullante que bordea la obra maestra habría que tener en el foco (con reservas) a “Nickel boys” de RaMell Ross que podría seguir los pasos de otras cintas que parecían haber reinventado el lenguaje audiovisual como “Un momento en el tiempo (Waves)” (2019) de la que ya muy pocos se acuerdan.

También de Telluride (pero recibida más con cortesía que con admiración) han llegado ecos de “La lección de piano” de Malcolm Washington que de la noche a la mañana ha perdido el Oscar que ya muchos daban de manera temprana a Samuel L. Jackson.

Al igual que la anterior entrega “Dune. Parte 2” busca arrasar en las categorías técnicas y, al menos, volver a estar entre las 10 nominadas. Todo apunta a que Denis Villeneuve volvería a quedarse fuera en dirección a pesar de que la cinta ha sido considerada mejor que la primera pero quizá ahora sin el factor novedoso que tenía aquella lo que le puede restar impacto.

En cambio “Gladiator II” confía ser un éxito en taquilla y que funcione tanto el factor nostalgia como que el oficio de Ridley Scott esté bien afinado para que clame venganza en el coliseo de los Oscar hacia una estatuilla que se le resiste en mejor dirección a pesar de tres intentos y ser un nombre de referencia desde la década de los 70.

“Cónclave” de Edward Berger es ese tipo de película con empaque en la que todo funciona (historia, ambientación e intérpretes) pero quizá ese clasicismo ya está en desuso en una Academia que cada vez más (o al menos un año sí y otro no) intenta salirse de los cánones más obvios. En todo caso Ralph Fiennes es un buen nombre para apostar en mejor actor aunque parece que no tenga nada que hacer si las entusiastas críticas para Adrien Brody por “The brutalist” se materializan.

“A complete unknown” podría ser la película que hiciera callar bocas a los escépticos con Timothée Chalamet siendo su gran oportunidad para hacerse con el premio siguiendo la fórmula que alienta los sueños más húmedos de la Academia; el biopic musical. La fecha tan pegada al fin de año puede ser un arma de doble filo teniendo en cuenta que en los últimos tiempos llegar tan tarde suele pasar factura con inercias que se van construyendo durante muchos meses.

En el apartado femenino todo está mucho más abierto. Las redes defenderán que ya es hora del reconocimiento a dos actrices como Saoirse Ronan por “The outrun” o Amy Adams por “Nightbitch” pero a ellas se tienen que sumas las posibilidades de una Mikey Madison que ha emergido con “Anora” además del condicionante de la estrategia que sigan “Emilia Pérez” y “La habitación de al lado” (ante el alto calibre actoral femenino de sus propuestas) y el papel que puede jugar el peso del estrellato de Nicole Kidman ("Babygirl"), Angelina Jolie ("María") o Demi Moore ("The substance").

Por delante meses apasionantes para vivir una carrera con la emoción por todo lo alto y con muchos posibles giros de guión en una historia por escribir en la que sólo está marcado el punto final del camino. Ahora sólo queda contarlo y disfrutarlo.

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Nacho Gonzalo