Conexión Oscar 2025: “La luz que imaginamos” y el impulso del voto internacional para poder ser una de las sorpresas de las nominaciones

Querido Teo:

La complicada situación que se vive en Los Ángeles está ya condicionando la carrera al Oscar 2025. Hollywood no está para fiestas y, a pesar de que estamos en temporada alta de glamour y premios, ahora mandan otras cosas. Es por ello que muchos cuestionan el papel que debe de jugar la próxima ceremonia que si bien de momento mantiene su fecha para el 2 de marzo ya ha visto como el anuncio de nominados se ha retrasado dos veces. ¿Tendrá todo lo que está ocurriendo algún impacto entre los candidatos que conoceremos (si no hay más aplazamientos) el próximo jueves 23 de enero de 2025?

Indudablemente esta situación puede provocar una desmovilización del académico más local (por mucho que se haya ampliado hasta el 17 de enero un plazo de votaciones que se inició el 8 de enero) entre viviendas quemadas, bosques devastados y pérdidas económicas para una meca del cine a la que no le será fácil recuperarse de una situación apocalíptica. Es por ello que no hay que obviar el hecho del mayor peso que podría suponer este año el voto internacional en un momento en el que los miembros de Hollywood tienen cosas más importantes en las que pensar que en unos premios de cine.

Es ahí donde pensamos que puede entrar en juego una película como “La luz que imaginamos” de Payal Kapadia. No hay que olvidar que además de “Anora” (Palma de Oro), “Emilia Pérez” (premio del Jurado y actrices) y “La sustancia” (guión) otra de las películas que lanzó el pasado Festival de Cannes no fue otra que “La luz que imaginamos” (Gran Premio del Jurado). Ni en sus mejores sueños Thierry Frémaux podría imaginarse ver a cuatro de las películas de competición de Cannes entre las 10 nominadas al Oscar.

Y es que no nos tendría que extrañar ver a “La luz que imaginamos” como una opción en los Oscar teniendo en cuenta no sólo el mayor peso del voto internacional en los últimos años (que ha llevado a dos ediciones seguidas con dos películas extranjeras entre las nominadas) sino también el importante respaldo que ha tenido la película ante la crítica internacional que le ha hecho conseguir (para las Asociaciones de Críticos USA) muchas victorias en la categoría de mejor película internacional y ser tenida en cuenta también en apartados como dirección o guión original.

“La luz que imaginamos”, segundo largometraje de Payal Kapadia, es una película que retrata con delicadeza y valentía la vida y relaciones de mujeres en Mumbai, explorando sus inquietudes e inseguridades. Una obra emocionalmente potente, que aunque no tiene una gran carga dramática, logra atrapar al espectador con su espíritu poético, atmósfera sensitiva y su cuidadoso enfoque lleno de naturalidad, belleza y sensualidad, gracias a la dedicación de Kapadia y su equipo rodando con elegancia y serenidad llevando a cabo un sincero y sentido canto de sororidad que logra convertirse en un retrato universal de las mujeres en el entorno contemporáneo frente al bullicio y el machismo dejando claro que el amor y la amistad como red colectiva de protección es lo que nos dignifica y da fuerza para alzar la voz y poder mover el mundo.

La nominación al Globo de Oro a la mejor dirección, así como los nombres que han entrado en ese apartado en los Oscar últimamente, ponen en buena posición a Payal Kapadia para conseguir la nominación a mejor dirección y, por extensión, a que su película se cuele entre las 10 nominadas al Oscar. Podría sumar muchos números 1 en las papeletas (visto que no pocos la han señalado como uno de los grandes títulos del año) y más si el votante internacional tiene especial peso este año.

Al igual que “Anatomía de una caída” el año pasado (que fue creciendo poco a poco llegando a su mejor estado de visibilidad y forma en el momento de elegir los nominados) el hecho de que la película de Kapadia no haya seleccionada para el Oscar a mejor película internacional (India no la llevó por conservadurismo y Francia por tener a “Emilia Pérez” como opción lógica y a “El conde de Montecristo” como alternativa) también le hace generar cierto victimismo que puede hacer que muchos quieran reivindicarla en sus papeletas.

En verdad creemos que todo apunta a que “La luz que imaginamos” puede ser una de las sorpresas de las nominaciones y verla entre las 10 nominadas a mejor película y/o en mejor dirección no sólo sería un gran reconocimiento para una cinematografía estigmatizada por Bollywood (de lo que hacía gala “Slumdog millionaire”) pero además de dignificar la marca Oscar serviría también para poner en valor a una de las mejores películas de la temporada demostrando cada vez más el reflejo ya no anecdótico, sino cada vez constante, de unos Oscar que hace tiempo que ya no entienden de fronteras.

Nacho Gonzalo