Conexión Oscar 2025: "Anora", una opción de consenso que sigue viva en la carrera
Querido Teo:
Tras los Globos de Oro 2025 está la tentación en plena resaca de dejarnos guiar por ellos y pensar que ya tenemos marcados a los próximos ganadores del Oscar. El error de todos los años en el que se vuelve a caer de manera irremediable. Es por ello que seguimos pensando que "Anora" (a pesar de irse de vacío) sigue siendo (no somos unos veletas) una opción de consenso para los Oscar a la que no conviene enterrar todavía y a la quizá no le venga mal no llegar con una condición de clara favorita para así no quemarse durante un largo camino que comenzó en Cannes y al que todavía le quedan dos meses de duración.
La victoria de "The brutalist" no deja de ser la de la reafirmación de una propuesta reverenciada de indudable valor cinematográfico pero quizá demasiado áspera y poco emocional para un voto preferencial que será el que decidirá los Oscar. Una cinta que podría seguir el camino (con el mismo protagonista) de la edición de los Oscar de 2003 en la que “El pianista” ganó dirección y actor pero vio como la más reparadora y vistosa “Chicago” se hacía con el triunfo.
No obstante “The brutalist” también nos transmite unas vibraciones en esta carrera muy parecidas a las que tuvo “El poder del perro” en 2021. La cinta de Jane Campion ganó 3 Globos de Oro (película de drama, dirección y actor de reparto) pero conforme fueron avanzando las semanas se demostró que el apasionamiento despertado era más cerebral que de corazón y terminó pidiendo la hora en unos Oscar que se inclinaron por “CODA: Los sonidos del silencio” (la cual había sido derrotada en los Globos de Oro) mientras que “El poder del perro” se contentaba con el reconocimiento centrado en la figura de Jane Campion.
Por otro lado "Emilia Pérez" ya partía como favorita en los Globos de Oro no sólo por ser la más nominada (10) sino por tener la baza del factor musical que siempre en estos revitalizados premios suele marcar la diferencia. Así fue alzándose con 4 Globos de Oro que no han hecho más que llenar las portadas de los medios (al ser la más premiada de la noche) sin poder evitar que las redes sociales hayan ardido en su mayoría por mexicanos que se han sentido ofendidos por la representación que hace del país (y de la comunidad transexual) la película de Jacques Audiard.
Una película que, desde luego, no se ha convertido en bandera de reivindicación para la comunidad latina (no deja de estar planteada desde el punto de vista de un francés que ha supeditado la cinta a su gozosa mezcla de géneros) lo cual puede hacer perderle fuerza en unos Oscar en la que no conviene generar división ya que los votos de los detractores (que pueden poner a la película como última opción en su papeleta preferencial) harán caer en saco roto los votos de los apasionados de la película.
Unos Globos de Oro que han coincidido con el Oscar en 51 de las 81 ediciones en las que se han celebrado ambos galardones y en las que hemos ido viendo a lo largo de los años como “Todo a la vez en todas partes” caía frente a “Almas en pena de Inisherin” en 2023, “CODA: Los sonidos del silencio” frente a “El poder del perro” en 2022, “La forma del agua” frente a “Tres anuncios en las afueras” en 2018, “Spotlight” frente a “El renacido” en 2016, “Birdman” frente a “El Gran Hotel Budapest” en 2015 o “El discurso del rey” frente a “La red social” en 2011.
De las últimas 24 ediciones sólo en 12 ocasiones (un 50%) alguna de las dos ganadoras del Globo de Oro a la mejor película coincidió con el Oscar. Un porcentaje que se reduce al 40% en la última década (sólo “Moonlight”, “Green book”, “Nomadland” y “Oppenheimer” ganaron Globo de Oro y Oscar).
Es por ello que cuesta mucho pensar que “Anora” no tenga todavía muchas posibilidades de alzarse con la estatuilla. La cinta de Sean Baker es la película más accesible de un director al que la Academia se puede sentir bien premiando ya que a pocos disgusta y, en parte, su cine en los márgenes (sin ser marginal) le hace poder querer ser reivindicado por una Academia más cercana en los últimos tiempos a esas temáticas. Una cinta que viene además con el prestigio del Festival de Cannes y con NEON habiendo sabido crear desde la retaguardia inercias ganadoras tal y como ocurrió en el caso de “Parásitos”.
Una vez más el premio clave de la noche de los Oscar será el de mejor guión en el cual “Anora” es favorita en el apartado original, más teniendo en cuenta que “Cónclave” (frente a la que perdió en esta categoría en los Globos de Oro) participa en adaptado. En lo que llevamos de siglo XXI sólo en las ediciones de 2001 (“Casi famosos” y “Traffic”), 2003 (“Hable con ella” y “El pianista”), 2005 (“¡Olvídate de mí!”, “Entre copas”), 2012 (“Midnight in Paris” y “Los descendientes”), 2018 (“Déjame salir” y “Call me by your name”), 2021 (“Una joven prometedora” y “El padre”) y 2024 (“Anatomía de una caída” y “American fiction”). Es decir sólo en 7 de las últimas 24 ocasiones (un 29,16%) una película ha ganado el Oscar de mejor película sin hacerse también con el premio a su guión.
Con ese premio al mejor guión fuera del alcance tanto de “The brutalist” como de “Emilia Pérez” el camino podría volver a apuntar a la película de Sean Baker que ya no necesitaría de mucho más (ni siquiera el premio de mejor actriz para Mikey Madison) para terminar sumando dos estatuillas en la que sería una victoria del mismo corte que la de “Spotlight” en 2016, la cual se hizo con el Oscar a pesar de también perder en su día el Globo de Oro en una carrera que también llegaba muy pareja e incierta frente a “El renacido”, “La gran apuesta” y “Mad Max: Furia en la carretera”.
Por todo ello todavía queda camino en una apasionante temporada de premios en la que no nos tenemos que llevar por el último aire que sople. Es verdad que el irse de vacío en los Globos de Oro para “Anora” puede ser tomado como un jarro de agua fría pero viendo la situación en perspectiva quizá no le vaya mal para, sin que el foco le apunte directamente, pueda terminar alzándose como triunfadora el próximo 2 de marzo. Muchos años siguiendo carreras hacia el Oscar para no poder concluir que la llama de "Anora" sigue viva.
Nacho Gonzalo