Conexión Oscar 2024: “Anatomía de una caída”, el Oscar que Francia decidió no ganar
Querido Teo:
Reconozcámoslo. Francia ha cometido un clamoroso error no enviando a "Anatomía de una caída" a los Oscar. Aunque se quisieran poner paños calientes con la elección de "A fuego lento" como la representante gala de este año, tras sus buenas críticas en Cannes donde consiguió el premio a la mejor dirección, el alcance que puede tener la película es mucho menor que el de una cinta que podría haber hecho ganar a Francia su primer Oscar en más de tres décadas, algo que parece viendo sus últimas decisiones que no tiene interés en conseguir.
El peso de la Palma de Oro del Festival de Cannes y la distribución en USA por parte de NEON Films (una de las empresas más potentes a la hora de hacer campaña por el cine internacional) tendría que haber sido suficiente para un comité francés que siempre ha pecado si no de conservador si de dispararse un tiro al pie en la mayoría de sus elecciones, prevaleciendo más ciertas filias y fobias que motivos realmente objetivos.
No hay más que ver como “Anatomía de una caída” no sólo ha conseguido unas positivas críticas en todo el mundo, alabando su ritmo y su disección de la pareja burguesa en un “true crime” que deriva en vigoroso thriller judicial, además de ser un tipo de película muy accesible para el público a pesar de ser premiada por el festival más elitista del mundo, siendo de mención además como está acaparando por el momento la mayoría de premios de la crítica en el apartado de categoría internacional muy por delante de la áspera e incómoda "La zona de interés" de Jonathan Glazer que, desde luego, no es una opción que despierte empatía para el voto por su carácter esquivo y doloroso.
“Anatomía de una caída” lo tiene todo para poder ser la favorita al Oscar a la mejor película internacional, más cuando pocos dudan de que la cinta de Justine Triet también estará en la categoría general de mejor película, pero Francia prefirió abrir otra vía (España lo ha hecho en alguna ocasión no eligiendo a Almodóvar cuando era lo más evidente y no salió bien) no se sabe si siendo muy consciente de que eso podría no sólo poner en peligro una nominación al Oscar sino también perder una estatuilla que el cine francés no gana desde “Indochina” en 1993 a pesar de seguir siendo (con 38 nominaciones) el país más nominado.
Una cinta que habla sobre los prejuicios, las apariencias, los egos artísticos y la exposición de la intimidad de manera hiriente en pro de sustentar un posicionamiento moral. A ello contribuye la ambigüedad enigmática de su protagonista, una estupenda Sandra Hüller, acusada de estar detrás de la imprevista muerte de su marido después de caer por el balcón del chalé que comparten en los Alpes franceses con los únicos testigos de un hijo que no puede ver, y al que se sitúa entre la espada y la pared dinamitando su estabilidad y confort obligándose a tomar a partido, y un perro collie que no habla pero que con su mirada lo dice todo.
Una decisión que todavía no se entiende ante el éxito demostrado por la película en todo el mundo, con una Palma de Oro que prácticamente ya le daba toda la campaña hecha, pero que puede tener detrás las beligerantes acusaciones de la directora contra Emmanuel Macron cuando recogió el máximo premio de Cannes. Allí ella se declaró consecuencia del sistema de ayudas del gobierno francés en pro de la cultura, denunciando los recortes neoliberales del presidente al respecto, circunstancia que levantó ampollas siendo recogidas por redes y medios franceses potenciando ese debate.
En todo caso no es la primera vez que Francia sorprende con una decisión como ésta. Ya fue llamativo cuando en 2014 se decantaron por "Renoir" de Gilles Bourdos en un año en el que todos esperaban que fuera la elegida “La vida de Adèle” de Abdellatif Kechiche (no pudo ser por las fechas de estreno). En todo caso prefirieron esta opción clasicista y olvidada por delante de “En la casa” de François Ozon o “El pasado” de Asghar Farhadi.
Si nos vamos a la elección de 2019 también hubo polémica ya que “Marguerite Duras. París 1944” de Emmanuel Finkiel fue otro biopic convencional que pasó por encima de la rotunda “Custodia compartida” de Xavier Legrand o la rompedora “Clímax” de Gaspar Noé.
En todo caso estamos ante la década con menos nominaciones para Francia desde que se instauró la categoría en 1956. Sólo "Mustang" en 2016 y "Los miserables" en 2020 lograron ser candidatas al Oscar. Un dato para reflexionar teniendo en cuenta el poderío de la industria gala que por una serie de circunstancias no ha encontrado la representación que merece, en unos casos por no encontrar fortuna con apuestas rotundas pero transgresoras (“Elle” en 2017, “120 pulsaciones por minuto” en 2018 o “Titane” en 2022) y otras (como este año) por directamente tirar sus opciones por la borda como si tuvieran el enemigo dentro.
NEON Films se encargará de que, a pesar de este jarro de agua fría para la película, “Anatomía de una caída” pueda estar presente en los Oscar en categorías importantes como las de película, actriz y guión original. Teniendo en cuenta las muchas posibilidades que tiene de conseguirlo es todavía más flagrante que Francia haya perdido por sí misma la posibilidad de sumar un Oscar a sus vitrinas que se antojaba más que factible y en el que el idioma no era un impedimento ni una excusa ya que al estar el 56% de la película en francés (frente al 44% en inglés) podría haber competido con todas las de la ley y alzarse como ganadora.
Nacho Gonzalo
Esta película no era elegible para la categoría de mejor película internacional porque gran parte de su metraje es en inglés.
La mitad de la película es en inglés. Si yo fuera miembro de la Academia no la votaría en esta categoría, aunque me pareciera mejor que las demás.
Entonces no deberían ni siquiera preseleccionarla como así hicieron.