Conexión Oscar 2023: A24, un Oscar a la personalidad y a la persistencia
Querido Teo:
Hace cinco años hablábamos de A24 como una de las protagonistas de la regeneración de Hollywood. Sin pretender ir de visionarios el tiempo nos ha dado la razón y el Estudio se ha confirmado como una realidad para el nuevo Hollywood habiendo ido más allá de ser sinónimo de terror gótico y recogiendo el talento de un buen número de cineastas con cosas que decir en una industria que necesita nuevos bríos. Tras la primera victoria de una plataforma el pasado año (Apple TV+) el cetro de los Oscar 2023 pasa a A24 que además consigue el hito de haber acaparado para sí todos los premios principales gracias a "Todo a la vez en todas partes" y "La ballena (The whale)".
A24 (hasta 2016 conocida como A24 Films) fue fundada en 2012 por Daniel Katz, David Fenkel y John Hodges y culmina una década en la que ya se ha convertido en una imprescindible para la industria contemporánea, siempre primando el talento y con la intención de apostar por el cine de género en un equilibrio entre el cine de autor y las apuestas con vocación de taquilla, dos universos que A24 entiende que no tienen porque ir reñidos. Los Daniels no han hecho más que dar alegrías al Estudio durante todo este año al haber sido el primer título capaz de superar los 100 millones de dólares. 107,90 millones en total repartidos entre USA (73,78) y el resto del mundo (34,12).
Hasta la llegada de “Todo a la vez en todas partes” los mayores éxitos de taquilla de A24 habían sido “Hereditary” (81,26), “Lady Bird” (80,12), “Moonlight” (64,89), “Diamantes en bruto” (50,02), "Midsommar" (46,75) y “La bruja” (40,42). Una muestra de títulos sin los que se entiende esta década de cine y que han trascendido su nicho para, incluso, formar parte de la cultura popular. No sólo por los multiversos de los Daniels sino por ese momento del sobre que puso en la historia por siempre a “Moonlight”, el ritual pagano y campestre del que era protagonista Florence Pugh en “Midsommar” o todo lo que ha supuesto “La bruja” para el cine de terror reciente.
“Spring breakers” (2013) fue la película que puso a A24 en el mapa aunque serían “Ex machina” (2014) y “La habitación” (2015) las que demostraron que el Estudio había llegado para quedarse. Tras una primera colaboración con Amazon Prime en sus inicios, en noviembre de 2018, A24 y Apple anunciaron una colaboración no exclusiva entre ambas marcas con películas producidas específicamente para la compañía. En todo caso, y a pesar de la salida de John Hodges ese mismo año y algunos rumores de compra, A24 se ha mantenido firme durante todos estos años y su influencia en el cine contemporáneo no ha hecho más que crecer.
En la actualidad atesora 49 nominaciones al Oscar habiendo sido el Estudio más nominado de la edición de 2023 con 18 candidaturas repartidas entre “Todo a la vez en todas partes” (11), “La ballena (The whale)” (3), “Aftersun” (1), “Causeway” (1) “Close” (1) y “Marcel, la concha con zapatos” (11). En total 9 Oscar que se suman a los que ganó anteriormente por “La habitación” (actriz), “Amy” (documental) y “Ex machina” (efectos visuales) en 2016, “Moonlight” (película, actor de reparto y guión adaptado) en 2017 y “Minari. Historia de mi familia” (actriz de reparto) en 2022.
En un año poco lucido para las plataformas (en el que se ha recuperado el músculo de industria con películas que han devuelto al público a las salas) este triunfo en los Oscar también redondea la personalidad, empeño y persistencia de un Estudio con voz propia que ha sabido encontrar su hueco en el que hay vida y esperanza más allá de los amplios presupuestos o de esas campañas teledirigidas en las que hace no mucho una auténtica rareza como “Todo a la vez en todas partes” no habría tenido el espacio que el destino le tenía preparado.
Nacho Gonzalo
No nos echemos mentiras, el éxito de A24 en esta carrera que acaba de terminar no obedece a ninguna magistral campaña de marketing del estudio, ni mucho menos porque descubrió la clave de enlazar un producto comercial que supuestamente responde a parámetros de calidad. Tampoco es porque la Academia intenta mostrarse sin complejos y en busca de una nueva voz para estos tiempos que corren. Todo se resume a una narrativa que de hace un par de años viene abrazando esta hipócrita institución en términos de inclusión, en aras de conectar con una audiencia que cada vez menos le interesa lo que sucede dentro del Dolby Theatre. En ese afán, sacrifican calidad a costa de unos ganadores que ellos "ilusamente" creen que los pondrán nuevamente en el foco. Bueno, siempre han estado en el foco pero precisamente por la otra cara de Hollywood, una que Damien Chazelle expuso en "Babylon" y que, como cosa rara, al joven director que alguna vez le dieron todo su amor, hoy lo menosprecian y le dan la espalda. Prueba de ello, la ridícula recepción que tuvo la película en Hollywood, el desdén que tuvo en las nominaciones y la displicencia que manejaron en la gala de premiación, donde le negaron el único reconocimiento que podía obtener, siendo la gran favorita en esa categoría (diseño de producción).
Dentro de un par de días, nadie se acordará del llorón Huy Quan y Spielberg porfin se dará el lujo de bloquearlo de su celular; Michelle Yeoh no será recordada más que en su país de origen y por su papel de la guerrera Shu Lien en la espectacular "El Tigre y el dragón", por más que ella se empeñe en apoyarse en la narrativa de estar encasillada en roles estereotipados.