Conexión Oscar 2022: "Spencer", el salto a la madurez de Kristen Stewart
Querido primo Teo:
Negar en esta carrera la importancia de "Spencer" de Pablo Larraín y concretamente del trabajo de Kristen Stewart sería como vivir de espaldas a la realidad, aunque también es verdad que la Historia de los Oscar está repleta de aspirantes que se han quedado en la cuneta a pesar de contar con una excelente campaña. Meterse en alguien tan emblemático como es Diana de Gales ha supuesto el salto a la madurez interpretativa de Kristen Stewart, una actriz a la que hemos visto crecer en la gran pantalla a lo largo de este siglo y que ha pasado de ser un ídolo juvenil a alguien que está sabiendo ganarse el respeto de la crítica.
Tras ser descubierta a la edad de 8 años por un agente mientras participaba en una función navideña de su colegio, Kristen Stewart debutó como actriz en una película para Disney Channel. Con 11 años asumió su primer papel importante en “La habitación del pánico” (2002) de David Fincher. No fue la primera opción para interpretar a la hija diabética de la protagonista ya que el papel fue antes para Hayden Panettiere pero a Fincher le encantó aquella niña de aspecto andrógino que era mucho más madura que una cría de su edad y que se complementaba a la perfección con Jodie Foster. Durante el rodaje se forjó un vínculo entre las dos que sigue existiendo en la actualidad y Jodie Foster es de las pocas personas de la industria a las que Kristen Stewart realmente respeta y quiere y ha sido para ella un modelo a seguir.
Jodie Foster pensó que la carrera de Kristen Stewart no tendría continuidad tras “La habitación del pánico” pero se equivocó. Kristen participó en varias películas como "Zathura. Una aventura espacial" (2006) y "Hacia rutas salvajes" (2007) en donde fue dirigida por Sean Penn pero el papel por el que saltaría a la fama le llegó a la edad de 17 años. Fue escogida para interpretar a Bella Swan la protagonista de la saga "Crepúsculo" (2008), una adolescente que se enamora de un vampiro y que termina integrándose en su familia a pesar de las consecuencias que eso conlleva. La saga "Crepúsculo" (2008-2012) llegaba a los cines después de triunfar en las librerías entre el público joven y fue tratada de manera condescendiente por la crítica y los medios de comunicación. Kristen Stewart y Robert Pattinson se convirtieron en la nueva encarnación de "Romeo y Julieta", fueron vistos como dos ídolos juveniles sin mayores opciones que ser el póster de los adolescentes, pero los dos actores, y en eso ha sido muy firmes, veían su participación en la serie cinematográfica y todo aquello que les daba la fama como una oportunidad para poder acceder a proyectos mucho más comprometidos con los que crecer a nivel interpretativo.
Su compromiso con la saga “Crepúsculo” terminó en 2012 y, aunque gracias a ella ganó muchísimo dinero, estaba deseando librarse de esa carga, solamente hay que recordar su llegada a la ceremonia de los Oscar de 2010 en donde le costaba esforzarse para disimular su incomodidad ante la prensa que la estaba observando milimétricamente. Ella quería demostrar que era mucho más que la portada de las revistas juveniles o quien coleccionaba trofeos de la cadena MTV. Quería que se la tomaran muy en serio. El respeto de la crítica comenzó a ganárselo con “Adventureland” (2009) y "On the road" (2012) pero cuando la Stewart dio un golpe en la mesa fue gracias a su trabajo en “Viaje a Sils Maria” (2014) del francés Olivier Assayas. La actriz daba vida a la asistente de una diva de la interpretación que ve a una joven promesa como una amenaza. Esa capacidad de Stewart para mantenerse en un segundo plano, dejando brillar a Juliette Binoche, y también para reflexionar sobre lo que supone ser una gran estrella continuamente juzgada, le hizo ganar definitivamente el respeto de la crítica y de la prensa que antes la miraba por encima del hombro. Stewart fue galardonada con el César a la mejor actriz de reparto y a pesar de recibir varios premios con pedigrí de la crítica (Boston, Nueva York, NSFC) se quedó fuera de la nominación al Oscar.
Trabajó con Woody Allen en "Café Society" (2016), con Kelly Reichardt en “Certain women” (2016) y con Ang Lee en “Billy Lynn” (2016). Kristen Stewart se había convertido en la tía más guay del planeta y hasta The Rolling Stones se dieron cuenta de ello y la hicieron protagonizar el videoclip de Ride'em on down. Lo que antes le generaba incomodidad ahora se había convertido en su seña de identidad y comenzó a disfrutar del hecho de ser una estrella de cine del siglo XXI, en donde pesa más el impacto generado en las redes sociales, y especialmente entre los guerrilleros de la justicia social, que un éxito de taquilla. Olivier Assayas le dio el papel protagonista de "Personal shopper" (2016) en donde encarna a la encargada de llenarle el armario de modelitos a una famosa que comienza a ser acosada y ella cree que es por el espíritu de su hermano gemelo. La película no tuvo las mejores críticas pero sí que demostró que Stewart es ante todo una actriz valiente, alguien que no quiere acomodarse en sus proyectos.
La confirmación de que Stewart es alguien con el suficiente peso en el mundo del cine y de que su voz es importante llegó cuando el Festival de Cannes 2018 la seleccionó como miembro del Jurado de la sección oficial. En estos años la actriz ha ido ganando trascendencia y también ha comenzado a ver su oficio como algo lúdico, probablemente porque ya es consciente de que con cada proyecto no debe seguir pidiendo disculpas por haber alcanzado el estrellato gracias a "Crepúsculo". Protagonizó una nueva versión de "Los ángeles de Charlie" (2019) con vocación feminista y, aunque la cinta fracasó, vimos a Kristen Stewart pasárselo bien con un personaje que no le exigía estar al borde del abismo.
En "Seberg" (2019) interpretó a la actriz Jean Seberg, uno de los rostros femeninos de la Nouvelle Vague, icono para los peluqueros, también alguien que estuvo lidiando prácticamente toda su vida con la depresión y que fue perseguida por el FBI por apoyar a los Panteras Negras. Stewart supo captar la fragilidad de la protagonista de "Al final de la escapada" y su interpretación fue lo más valorado del film dirigido por Benedict Andrews.
Especialmente importante para Kristen Stewart ha sido "La estación de la felicidad" (2020) de Clea DuVall, por lo que supuso al tratarse de una comedia romántica protagonizada por una pareja de lesbianas. Un paso gigantesco en una industria en la que se pide diversidad aunque el conflicto de la película estaba en la salida de la armario de una de ellas. Kristen Stewart es una de las abanderadas del movimiento LGTBI+, habló sin tapujos de su sexualidad y con bastante sentido del humor cuando fue la encargada de presentar el "Saturday Night Live" en 2017 y en una entrevista concedida a Harper's Bazaar confesó que le aconsejaron que, por el bien de su carrera, no fuera luciendo sus novias por ahí.
Pablo Larraín pensó que Kristen Stewart era idónea para interpretar a Diana de Gales cuando la vio en "Personal shopper" porque le resultó tan magnética que era incapaz de atender a lo que sucedía a su alrededor, algo así como el efecto que causaba la propia Lady Di. El director chileno irritó a la prensa del Reino Unido primero porque la elegida para interpretar a Diana Spencer no era una actriz británica y segundo porque físicamente no son nada parecidas. Pero el esfuerzo de Stewart para meterse en la piel y sobre todo en la mente de la malograda princesa del pueblo no ha dejado de ganarse los elogios, incluso teniendo un referente tan cercano como es el trabajo de Emma Corrin en la serie "The crown", que fue galardonado en 2021 con el Globo de Oro y optó al premio Emmy.
Mary Carmen Rodríguez