Conexión Oscar 2022: Actor de reparto
Querido Teo:
La categoría de mejor actor de reparto ha estado dominada por dos nombres durante toda la temporada. Opciones como Richard Jenkins (“The human”), Bradley Cooper (“Licorice pizza”), Ben Affleck ("The tender bar") y Jared Leto ("La casa Gucci") fueron difuminándose mientras que Kodi Smit-McPhee (“El poder del perro”) provocó admiración ante la crítica y el Globo de Oro apuntaba a que podía terminar llevándose el premio pero a partir del Gremio de Actores (SAG) Troy Kotsur (“CODA: Los sonidos del silencio”) puso la directa metiéndose al público (y sobre todo los votantes) en el bolsillo. Teniendo en cuenta que el surgimiento de la película de Apple TV+ como potencial ganadora del Oscar nació en esta categoría parece claro quién se llevará el gato al agua.
Ciarán Hinds (Belfast)
Ciarán Hinds tiene 69 años y sabe muy bien qué es lo que cuenta Kenneth Branagh en su película ya que este actor nació en la ciudad que da título a la película siendo el único hijo varón de los cinco de un matrimonio formado por un médico y una actriz amateur. Hinds es un secundario de lujo que al fin consigue su primera nominación al Oscar por un trabajo en el que con sus contadas apariciones deja patente su presencia y oficio ya que estamos ante uno de esos actores, animal de escena, que sólo con estar hacen que la secuencia gane enteros. Poco sabemos de ese abuelo que alternó oficios, tiene buena mano con las herramientas y sabe escuchar y comprender las preocupaciones de su nieto de 9 años, pero con unos pocos esbozos y el talento del actor es más que suficiente construyendo una tierna relación entre abuelo y nieto hablando de chicas o del truco para sacar buenas notas como si ello fuera como apostar para una carrera de caballos sin jugárselo todo a una carta.
Se echa más en falta mayor presencia de Ciarán Hinds en la película ya que sólo la escena en la que está en el hospital, y su mirada cuando su nieto le confiesa que quiere que sus abuelos se vayan con ellos en el caso de irse de Belfast, ante la irrespirable situación de conflictividad social en el barrio, justifica de por sí que haya sido una de las candidaturas más mencionadas en los apartados de reparto este año. El problema es que se ha quedado en tierra de nadie siendo una tercera vía demasiado lejos de la dupla de cabeza y sin llegar a ser una opción de relleno como los otros dos candidatos. Al menos esta nominación hace justicia a la carrera de un actor que comenzó con “Excalibur” en 1981 siendo un actor recurrente que sigue teniendo su papel más recordado como Julio César en la serie “Roma” (2005-2007) habiéndole visto también en "Juego de tronos" (2013-2015) y "The terror" (2018).
Troy Kotsur (CODA: Los sonidos del silencio)
A sus 53 años Troy Kotsur representa a ese tipo de actor que por sus condicionantes parece estar condenado no sólo a un determinado tipo de papeles sino a tener una vida corta en una profesión como la del cine. Tras su aparición en episódicos televisivos a lo largo de dos décadas de carrera, el destino le ha hecho encontrar un papel a su medida que directamente le pone en la órbita del Oscar estando a punto de ser el segundo intérprete sordo (tras su compañera de reparto Marlee Matlin cuando ganó por “Hijos de un dios menor”) en hacerse con la estatuilla. Todo gracias a su papel de padre de familia en “CODA: Los sonidos del silencio”, tan tierno como anárquico, que integra esa familia que vive en su burbuja desconectados del mundo, en su rutina diaria en un pueblo de pescadores, y con su hija como intérprete y nexo de unión con los demás, mundo que comienza a desmoronarse cuando los intereses de ella chocan con la sostenibilidad de una familia que puede ser un refugio pero también una condena que le haga sacrificarse a la hora de poder tener su propia vida.
Troy Kotsur emociona en un papel que funciona tanto en los momentos más divertidos como en aquellos que arrebatan el alma, tal es el caso de esa escena en el que padre e hija se sinceran. Eso sí, tampoco podemos olvidar el gran trabajo que hacía el actor François Damiens (sin ser sordo) en la película original francesa, “La familia Bélier”. Kotsur tiene uno de esos personajes robaescenas llenos de encanto en los que no sólo se premia a una interpretación sino a una causa a la hora de apoyar la visibilidad y la integración para intérpretes que necesitan este apoyo para que los demás también reparen en ellos. Un discurso, que dentro de los valores que encierra “CODA: Los sonidos del silencio” representando un cine amable en el que refugiarse en tiempos oscuros, le dispara indudablemente hacia el Oscar.
Jesse Plemons (El poder del perro)
A pocas semanas de cumplir 34 años Jesse Plemons es uno de los actores más prometedores de su generación, si eso se puede decir cuando ya has recibido una nominación al Oscar que, en parte, te da ya un certificado de calidad desde el punto de vista cinematográfico, al menos a nivel de la Academia de Hollywood. Uno de esos actores que no buscan el éxito fácil ni convertirse en estrellas sino en encarar su carrera con una perspectiva larga y duradera, rodando con los mejores, embarcándose en proyectos interesantes y personalidad aunque ello suponga menos notoriedad pero sí más prestigio. Es por ello que después de rodar con nombres como Paul Thomas Anderson (“The master”), Steven Spielberg (“El puente de los espías”, “Los archivos del Pentágono”), Martin Scorsese (“El irlandés”) o Charlie Kaufman (“Estoy pensando en dejarlo”), así como formar parte de series como “Breaking bad” o “Fargo”, sin olvidar su impagable papel de comedia en "Noche de juegos", había cierta corriente que tenía ganas de verlo en la carrera de premios.
De manera discreta, al igual que su personaje en la película de Jane Campion, Jesse Plemons se ha hecho con la nominación representando la nobleza y la humanidad en “El poder del perro” en un rol de soporte pero que también es un vértice fundamental dentro de la relación enfermiza que se establece entre su posesivo hermano y la mujer que se convierte en su esposa. Sorprende que en determinado momento su George Burbank desaparezca de la película, conforme se va oscureciendo y centrándose en la singular relación que se establece entre los personajes de Benedict Cumberbatch y Kodi Smit-McPhee, pero Plemons cumple y se va para casa con la satisfacción del trabajo bien hecho por su parte y habiendo facilitado a través de su generosidad de que sean otros los que brillen. Una forma de encarar el oficio que es recompensada con esta nominación que a buen seguro no será la única que vendrá en los próximos años.
J.K. Simmons (Ser los Ricardo)
Hay actores que tardan en entrar en la órbita de los Oscar pero que, cuando lo hacen, son una opción segura, casi como una garantía en caso de duda con la que nadie te va a cuestionar. Es lo que le ha ocurrido a J.K. Simmons consiguiendo su segunda nominación al Oscar tras la estatuilla de “Whiplash” con la que arrasó en la carrera de 2015. Y es que “Ser los Ricardo” se nos vendió con unas críticas entusiastas iniciales que se han saldado conformando una de las decepciones del año aunque al final es verdad que la apuesta de Amazon Prime ha salvado los muebles con tres nominaciones interpretativas, algo sorprendente teniendo en cuenta que la cinta no ha tenido mención ni en guión (la especialidad de Aaron Sorkin) ni tampoco le ha dado para estar entre las 10 nominadas a mejor película.
En “Ser los Ricardo” J.K. Simmons interpreta a William Frawley, actor que ya con más de 60 años, y tras una carrera en el cine agotada por la falta de papeles y sus problemas con la bebida, se enroló en el exitoso programa televisivo de Lucille Ball y Desi Arnaz a pesar de no ser la primera opción (lo fue Gale Gordon, amigo personal de Ball). Los compromisos de Gordon, y la insistencia de Frawley, le llevaron a formar parte de un show con capítulos de media hora de duración que le dio una popularidad inusitada durante las seis temporadas de “I love Lucy” (1951-1957) que le reportarían 5 nominaciones a los Emmy. Simmons lo encarna con solvencia y sacando la vis cómica del personaje, con ese aire de borrachín despreocupado y algo gruñón, pero indudablemente es un papel demasiado anecdótico y hecho con el piloto automático al que la nominación le viene grande.
Kodi Smit-McPhee (El poder del perro)
Hay actores infantiles que no logran pasar de la pubertad pero otros, sólo unos pocos elegidos, terminan derivando en actores que pasan a tener una carrera respetable evitando caer en la negritud del mito del juguete roto. Es lo que parece que va a suceder con un Kodi Smit-McPhee que con “El poder del perro” ha llevado a cabo una de las interpretaciones más alabadas del año. La de ese joven afeminado, que hace flores de papel y estudia para veterinario, que vive como víctima en un mundo represor pero que no está dispuesto a agachar la cabeza si ve sufrir a la persona que más quiere. Es por ello que cuando su personaje aparece la película se eleva y da un giro respecto a dónde parece que nos va a llevar la historia abordando el intérprete con sobriedad un personaje complejo que domina la ambigüedad de sentimientos a través de un rostro pétreo e indescifrable en el que ni siquiera el abusador encarnado por Benedict Cumberbatch, antes seguro y dominador, sabe el terreno que está pisando realmente.
Kodi Smit-McPhee ha dominado los premios de la crítica y se hizo con el Globo de Oro pero como se temía su mayor hándicap era tanto su juventud como las aristas de un personaje más admirable por la crítica que premiable por la industria, teniendo en cuenta que a nivel de premios suelen destacarse trabajos más extrovertidos y con un punto más empático y emocional que sobrio y críptico. Es por ello que seguro que el joven actor de 25 años no tardaría en asumir su condición de alternativa más que de favorito en una carrera que nos ha traído a un nombre que ya conocíamos pero que ahora se confirma que dar muchas alegrías en el futuro ante la magnitud de un trabajo cuidado con mimo y que no todos hubieran sido capaz de abordar estando siempre en su punto justo. Más de una década después de “La carretera” (2009) y “Déjame entrar” (2010), y tras verlo en “El amanecer del planeta de los simios” (2014), “Slow West” (2015), “X-Men: Apocalipsis” (2016), “Alpha” (2018) y “Yo soy Dolemite” (2019), hay muchas ganas de comprobar por dónde sigue encarando su carrera el responsable de uno de los personajes de la temporada y que genera la pulsión que pone en valor lo que quiere contar “El poder del perro”.
El dictamen
Ganará: Troy Kotsur (CODA: Los sonidos del silencio)
Alternativa: Kodi Smit-McPhee (El poder del perro)
Quiero que gane: Kodi Smit-McPhee (El poder del perro)
Echo de menos: Jason Isaacs (Mass)
Nacho Gonzalo
Yo también quiero que gané Kodi
Es una pena que un aspecto ajeno a la propia interpretación, como es la edad del intérprete, pueda jugar en contra de las opciones de Smit-McPhee de ganar su primer Óscar, pero esperemos que siga brindando interpretaciones como la esta y más pronto que tarde le termine llegando su hora.