Conexión Oscar 2022: 8 sugerencias para que la Academia se proponga corregir la deriva de los Oscar

Conexión Oscar 2022: 8 sugerencias para que la Academia se proponga corregir la deriva de los Oscar

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Querido Teo:

Los Oscar 2022 ya son Historia pero hay todavía sensación de shock en el ambiente por todo lo relacionado con Will Smith. Es triste pero es lo que ha evitado que la ceremonia no fuera olvidada de manera inmediata tanto por adictos a la temporada de premios como aquellos que sólo se interesan en los Oscar un día al año y que ha provocado (cinco años después del "momento sobre") que la resaca de los Oscar haya vuelto a estar en la conversación social. El morbo es lo que tiene y muchos no han dudado en contribuir a que el momento del guantazo todavía eclipse más una ceremonia en la que no hay que olvidar que vimos a la primera película de plataformas ganando el Oscar (“CODA: Los sonidos del silencio”) o a la tercera mujer en ganar la estatuilla a mejor dirección (Jane Campion), titulares que hubieran merecido más presencia. En todo caso lo que sí que dejan estos Oscar es una tendencia preocupante tanto en notoriedad (segundo peor dato histórico en audiencia) como en el hecho de asistir un año más a una ceremonia deslavazada y sin orden ni concierto que no sabe el terreno que quiere pisar. Es por ello que, con toda la humildad, de parte de un devoto que disfruta pero también se cabrea con la marcha sin rumbo de los Oscar, presentamos aquí algunas líneas que los Oscar deberían plantearse para no proseguir este declive.

La Academia debe trabajar con previsión a un año vista

Fue a poco menos de dos meses cuando la Academia anunció que Amy Schumer, Regina Hall y Wanda Sykes serían las presentadoras de los Oscar. Tras tres años sin maestro de ceremonias la noticia sorprendió porque en las últimas ediciones se había logrado que su ausencia no se echara en falta. Posteriormente se supo que días antes habían tentado a Jon Hamm y aún antes al reparto de “Sólo los asesinatos en el edificio” (Steve Martin, Martin Short y Selena Gomez), serie relacionada con el conglomerado al que pertenece ABC al poder verse en Disney+.

La muestra de la falta de criterio y de perfil, danto tumbos entre unos y otros, sin tener claro si optar por un trío seriéfilo, un hombre o tres mujeres que representen a distintos roles. Nos da igual ocho que ochenta. La Academia ya debería de contratar a un productor y ponerse manos a la obra para la edición de 2023 con el fin de construir la gala de manera orgánica y con tiempo sin precipitarse en las decisiones y, por supuesto, dejando tiempo a que productor/a y presentador/a/os/as puedan ponerse manos a la obra con planificación.

La Academia debe buscar alternativas a la transmisión televisiva por la ABC

Ha sido una aberración, no sólo para los muy puristas de la gala, que 8 premios fueran anunciados por las redes sociales una hora antes de la ceremonia con un Dolby Theatre medio vacío debido a que todavía estaba en marcha la alfombra roja. En poco más de media hora se ventilaron 8 premios técnicos cuyos ganadores no tuvieron su minuto de gloria, siendo muy anticlimático que ni la propia Academia lo anunciara en directo por redes sociales (el community manager estaba a por uvas) y tuvieran ser medios acreditados los que desvelaran los ganadores de esos premios. Todo ello partió de las imposiciones de la ABC a la Academia ya que la cadena exigió que hasta 12 apartados fueran sacados de la transmisión. La conclusión es ver a Hans Zimmer agradeciendo su Oscar desde Instagram en albornoz y desde un hotel en Amsterdam.

La Academia tiene que recuperar su personalidad y ser ella la que ponga las reglas del juego, el suyo, y dejar de estar obsesionada de las audiencias. La mejor manera es liberarse del, por otro lado jugoso, contrato con la ABC y pensar en alternativas propias del siglo XXI teniendo en cuenta que el consumo televisivo ya no va a ser nunca el que fue y el número de espectadores de la gala de “Titanic” nunca volverán. Toca explorar nuevos caminos que ayudarán a que la Academia se quite presión y se encuentre a sí misma mientras abraza nuevos medios como plataformas o redes sociales que parecen ser los únicos lugares en los que todavía los Oscar tienen tirón.

Todos los premios tienen que entregarse durante la ceremonia

En relación con el anterior punto la institución no se puede quejar de que los Oscar no interesan al público cuando la película más popular entre las nominadas, “Dune”, ve como 5 de sus 6 premios son entregados de manera clandestina sin que los espectadores puedan verlo. Algo totalmente incongruente además de evidenciar un clasismo en la industria precisamente en la única noche del año en el que todos los gremios celebran su trabajo y pasión por el oficio. Algunas estrellas como Jessica Chastain renunciaron a su parte de alfombra para estar ya dentro del teatro y poder apoyar a los equipos técnicos de sus películas.

La excusa de ir más rápido no sirve cuando nos ofrecieron una gala de 3 horas y 40 minutos (más larga que la de los últimos tres años) sustituyendo esos momentos con chistes sin gracia, clips raudos y la interpretación a calzador de We don't talk about Bruno, el éxito de la película "Encanto", que tuvo su momento de gloria a pesar de no contar con la nominación. Eso sí, para ser la primera interpretación en directo del número mejor habernos dejado con la sensación que genera la expectativa más que ver un resultado verbenero a todas luces desilusionante.

Volver a las 5 nominadas a mejor película

Los Oscar deben de reconocer la excelencia y, a día de hoy, no lo están haciendo teniendo que confiar en que la cosecha de un año sea medianamente buena para que no se cuele entre las nominadas alguna película que no llega al nivel para pasar a la Historia como nominada al Oscar. Todo ello, auspiciado tras la ausencia entre las candidatas de “El caballero oscuro” en 2009, lo único que provoca es abaratar la imagen de los Oscar y que entren en liza películas que ni lo merecen ni lo necesitan teniendo en cuenta que, a día de hoy, ni siquiera los Oscar garantizan el reclamo publicitario.

¿Cuántas personas más allá de Film Twitter y aficionados al cine son capaces de mencionar más de tres de las nominadas a este año? Aun así este año los Oscar dejaron grandes títulos fuera, tal es el caso de “Tick, tick… Boom!” o “La hija oscura”, pero ser nominada a este premio debe estar sólo al alcance de las elegidas y, desde luego, más de una y de dos de las de este año desde luego no son para estar en ese apartado.

Confiar en un presentador versátil y recuperar el sentido del espectáculo

Es uno de los mayores problemas que sufre una Academia que ha perdido la chispa del espectáculo, precisamente en el lugar en el que nació y pulió el concepto de “show business”. ¿Cómo es posible que los Oscar no den con la tecla para ofrecer una gran gala? La última ceremonia que abrazó ese perfil fue la de Hugh Jackman en el año 2009, clara heredera de Broadway, y sigue siendo una de las más recordadas. Desde entonces han variado entre cómicos, presentadores televisivos y actores desubicados en estas lides y a lo máximo que se ha podido llegar es a un notable raspado y de manera discutible.

Es verdad que el presentador tiende a desaparecer a lo largo de la noche pero también es el hilo conductor que da consistencia a la gala y que en los últimos años se ha perdido, bien por la poca chispa demostrada por más de uno, por ausencia en varias ediciones y este año por el hecho de contar con tres presentadoras que parecían estar en tres galas diferentes y que tampoco se molestaron en interactuar entre sí. Aunque sea un marrón y la versión oficiosa es que nadie en realidad quiere meterse en ese jardín seguro que la Academia puede ser persuasiva si es un buen proyecto y hay intención de prepararlo con mimo, talento y esfuerzo y no cubriendo el expediente saliendo al campo a empatar en vez de a por la victoria.

No olvidarse de que es una gala que necesita de grandes momentos y también de grandes estrellas

Aunque se quedó a medio camino el pasado domingo, había amago de buenas intenciones en este aspecto y la Academia encontró los mejores momentos de la noche precisamente en poder ver a algunas de esas personas que han hecho grande el arte del cine. Decimos lo de a medio camino porque contar con Francis Ford Coppola, Al Pacino y Robert De Niro para homenajear el 50º aniversario de “El padrino” hizo que todos se pusieran en pie pero hubiera ido mejor si Pacino y De Niro, además de estar presencialmente, al menos hubieran abierto la boca. Y si hubieran podido estar Diane Keaton, Robert Duvall, James Caan y Talia Shire mejor que mejor.

En cambio el homenaje a James Bond quedó en un pobre vídeo (que tendría que haber sido presentado por Judi Dench y Javier Bardem aprovechando su presencia en la gala) y dedicar tiempo a homenajear a películas tan poco emblemáticas de la Historia de la Academia como “Los blancos no la saben meter” o “Juno” es efectivo pero quita tiempo y espacio a otros reencuentros más lucidores. Ni siquiera el momento "Pulp fiction" llegó a ser lo vibrante que se esperaba (sufriendo venir después del momento Will Smith) pero al menos fue una gran satisfacción ver la ovación recibida por Anthony Hopkins (al cual el año pasado los productores no dejaron conectarse para agradecer su premio al no asistir a la ceremonia) y el tierno, devoto y protector momento mantenido entre Lady Gaga y Liza Minnelli entregando mejor película.

Los Oscar honoríficos

A 48 horas de la ceremonia se entregaron los Oscar honoríficos que en su XII edición tuvieron lugar en la llamada gala de los Governors Awards. Ya ha pasado mucho tiempo y seguimos sin acostumbrarnos. Este momento tiene que volver a la ceremonia ya que en los escasos vídeos e imágenes que llegaron de esa noche ya se ven escenas que hubieran encabezado cualquier listado de las mejores imágenes de la ceremonia de este año. Ver el colegueo entre Samuel L. Jackson y Denzel Washington, la presencia de una leyenda europea como Liv Ullmann o el homenaje a toda una pionera como Elaine May merecen tener la visibilidad que se han ganado. En la gala de los Oscar se les reservó un palco pero no existió ni la más mísera mención.

¿Acaso no seguimos recordando los honoríficos recibidos por nombres como Cary Grant, Charles Chaplin, Deborah Kerr, Elia Kazan, Blake Edwards o Ennio Morricone? Estos siguen siendo algunos de los momentos inolvidables que han creado la imagen de los Oscar que ostenta desde hace muchos la gala de premios por antonomasia pero que no parecen nada interesados en preservar.

Revisar el sistema de voto preferencial

El sistema de voto preferencial sigue despertando dudas, no por el hecho de que la Academia no pueda elegir ganadoras tan distintas como “Green book”, “Parásitos”, “Nomadland” y “CODA: Los sonidos del silencio” sino por el hecho de que las ganadoras que emergen de este sistema no tienen esa trascendencia necesaria para perdurar. Y es que, guste o no, películas como “La la land” en su momento o, si se nos apura, “El poder del perro” o “West Side Story” este año tienen un empaque que, en el caso de ganar, no sólo dignifica a la Academia sino que también asienta en la Historia a cintas que se van a ganar el recuerdo, no sólo por ser destacadas películas durante la carrera hablando de ellas hasta la saciedad, sino por el hecho de que tienen más visos de perdurabilidad que “Green book” o “CODA: Los sonidos del silencio”, las cuales cumplen su meritoria función por todo lo que evocan de positivo pero que están condenadas a ser siempre mencionadas no ya de cuando se hable de las peores películas ganadoras sino simplemente a la hora de mencionar aquellas cintas a las que la etiqueta Oscar le viene grande.

El hecho de que con este sistema de voto algunas películas ya partan en desigualdad de opciones, especialmente las cintas más frías que emocionales y las más transgresoras que accesibles, no deja de ser una injusticia que indirectamente tiende a que (salvo excepciones) la balanza vaya a inclinarse hacia un lado, más teniendo en cuenta que cuantos más miembros haya en la Academia, por una cuestión de mera muestra numérica, la tendencia siempre va a dirigirse más a lo convencional y obvio, propio del consenso, que a lo novedoso y arriesgado, propio de las nuevas voces y nombres que intentan darse paso.

Nacho Gonzalo

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Nicolas Diaz
Nicolas Diaz
2 años atrás

Amén

Teclado Céltico
Teclado Céltico
2 años atrás

¿Alguien ha contado el tiempo que realmente se han ahorrado? Yo quitaría el vídeo del museo de la Academia.

Licorice
Licorice
2 años atrás
Responder  Teclado Céltico

Eso es lo peor, que no se han ahorrado nada. Han quitado 8 premios y aun así ha sido la gala más larga de los últimos años. No tiene ningún sentido.

Lalo Martín
Lalo Martín
2 años atrás

Creo que volver a las 5 nominadas es algo que deberían hacer desde la próxima edición sin más demora. Le da más emoción y se eleva el nivel (aunque obviamente en un año muy bueno se queden fuera grandes películas).

Oscar.
Oscar.
2 años atrás

¡Hola, Nacho! Ante todo, felicitarte por el trabajo que realizas año tras año. Ya sé que es un poco pronto pero ¿qué películas y/o interpretaciones suenan para el próximo año? Gracias de antemano.

Oscar.
Oscar.
2 años atrás
Responder  Nacho Gonzalo

Tienen todas muy buena pinta. A ver si, con un poco de suerte, el próximo año gana una película que realmente lo merezca. ¡Ah! Y a ver si Michelle Williams gana la estatuilla que viene mereciendo desde hace tiempo. De nuevo, enhorabuena por tu trabajo y a cargar las pilas para la próxima temporada. Un saludo.

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