Conexión Oscar: 2017: Las categorías musicales

Querido primo Teo:

Semanas antes de darse a conocer las candidaturas a los Oscar supimos de la descalificación de las bandas sonoras de “La llegada” (porque se abre y cierra con On the nature of daylight de Max Ritcher), “Manchester frente al mar” (porque se nutre de un repertorio de música clásica y su cumbre dramática está ilustrada con el Adagio de Albinoni) y “Silencio” (porque se contrató al matrimonio de compositores formado por Kim Allen y Kathryn Kluge para utilizar solamente un minuto de su obra en el film). Hay un buen quinteto de finalistas (claramente dominado por “La la land”) aunque si me lo permites te confieso que habría sido redondo si estuviesen presentes “Kubo y las dos cuerdas mágicas” de Dario Marianelli y “Animales nocturnos” de Abel Korzeniowski, dos de las mejores bandas sonoras que nos dejó el 2016. Tienes la lista de las candidatas en los apartados de banda sonora y canción en Spotify.

Música

Los candidatos

Mica Levi (Jackie) 

Cuando Pablo Larraín, miembro del jurado del Festival de Venecia en su edición del 2013, asistió a la proyección de “Under the skin” de Jonathan Glazer llegó al orégano al escuchar la música de Mica Levi y se quedó solo al proponer que le diesen a la compositora y cantante británica el premio a la mejor contribución artística. Para “Jackie”, que ha supuesto el debut del aclamado director chileno en Hollywood, no ha tenido dudas para reclutar a lideresa de Micachu and The Shapes. Levi, de formación clásica, de hecho ha compuesto para la Orquesta Filarmónica de Londres para su segundo trabajo cinematográfico, ha creado una música que solamente puedo definir como un gran castillo de naipes que se está derrumbando lentamente, como un país que ha perdido su inocencia y como una mujer devastada ante el asesinato de su marido. Es tremendamente reflexiva, melancólica e incluso ensoñadora (escucha el track Credits). Levi ha usado una gran orquestación dominada por los instrumentos de cuerda, y también hay cabida para los instrumentos de viento, el piano, la batería y el vibráfono. Un trabajo impecable que confirma a esta compositora que acaba de estrenar la treintena como una de las más fascinantes de la actualidad y a la que no hay que perder de vista. Suena Walk to The Capitol.

Justin Hurwitz (La la land) 

Es un milagro que una película como “La la land” se haya rodado en el siglo XXI y que sea un fenómeno que le haya llevado a alcanzar las 14 candidaturas al Oscar. Damien Chazelle ha vuelto a confiar en Justin Hurwirtz, su compañero de pupitre y de cuarto en la Universidad de Harvard, para componer su banda sonora (el músico pudo haber sido nominado por la vibrante música de “Whiplash”) con el reto de trasladarnos a otra época. Hurwitz invirtió dos años y medio en llevar a cabo la tarea y se exigió tanto que llegó a enfermar al sacrificar tantas horas de sueño, pero el esfuerzo sin duda ha valido la pena. A nivel musical, “La la land” es un festival para los oídos y que George Gershwin podría bendecir desde el más allá porque su influencia se nota en cada acorde (escucha Planetarium). Es un score complejo ya que abarca varios estilos musicales como el jazz, el swing (escucha Herman’s habit) e incluso hay hueco para los valses, y tiene una gran orquestación en la que han participado casi un centenar de músicos. Hurwitz llega a los Oscar con el status de favorito, ya ha sido reconocido por la crítica, y se ha llevado el Globo de Oro y el Bafta, y aunque hay notables trabajos en esta categoría como “Jackie” y “Moonlight” no se puede competir con la banda sonora de “La la land” ya que juega en una liga diferente, es como enfrentar a los chavales que juegan al fútbol en mi barrio con el Real Madrid, es una batalla perdida. Suena Epilogue.

Dustin O’Halloran y Hauschka (Lion)

Si el escenario de esta carrera fuese diferente el señor Gonzalo ya estaría sacándole brillo a un artículo llamado “Ocho motivos por los que Lion es la verdadera favorita al Oscar”. Ser la apuesta Weinstein y contar una historia tan emotiva como la de Saroo Brierley, que localiza a su familia biológica a través de la aplicación Google Earth dos décadas después de perderse, no han sido motivos más que suficientes para ser un caballo ganador o para perfilarse como una alternativa. Para su primer largometraje Garth Davis quiso juntar al norteamericano Dustin O’Halloran (“María Antonieta”) y el alemán Hauschka para que se encargasen de crear su banda sonora (la doble autoría no prevista por la producción es lo que prohíbe la Academia, eso fue lo que llevó a la descalificación de “El último mohicano” o más recientemente de “El renacido”). Ambos compositores ya eran amigos personales así que no tuvieron problemas para integrarse. El score tiene dos partes bien diferenciadas y en cada una de ellas se nota quién es la parte dominante; melancolía (sonorizada por el piano y los instrumentos de cuerda donde manda Hauschka, escucha Lion´s Theme) y desconcierto (marcada por los instrumentos de cuerda y con toque étnico en donde O’Halloran lleva la batuta, escucha Escape the station). Un trabajo agradable, con una pieza central hermosa de la que se abusa demasiado pero que no perdura en la memoria como la propia película a la que acompaña. No tiene opciones de victoria. Suena Lost (Part 2).

Nicholas Britell (Moonlight)

“Moonlight” ha sido la gran sorpresa de este año, cuando vimos su tráiler el pasado verano dijimos “¡Guau! ¿De dónde ha salido?”. El film de Barry Jenkins ha encandilado a la crítica y, teniendo en cuenta que no es una propuesta fácil, ha tenido un funcionamiento más que aceptable en la taquilla. Fue el productor Jeremy Kleiner el que propuso el nombre de Nicholas Britell (él se había encargado de la música de cámara de “12 años de esclavitud”) y Barry Jenkins pensaba que no iba a congeniar nada con un niño bien de Nueva York que había estudiado en la Universidad de Harvard pero con ello se equivocó. De formación clásica, aunque formase parte de una banda de hip hop, Britell es habitual colaborador de Natalie Portman en sus proyectos como directora (recibió magníficas críticas por la composición de “A tale of love and darkness”) y fue uno de los productores de “Whiplash” de Damien Chazelle. “Moonlight” es la historia de un hombre afroamericano que descubre su identidad sexual en un entorno que le es hostil. A pesar de su pasado “hiphopero”, Britell ha optado por un score clásico bastante cercano al minimalismo, dominado por los instrumentos de cuerda (escucha The middle of the world, un tema que es puro desgarro y una de las mejores piezas del 2016) y el piano. La música de Britell ayuda a enfatizar la represión y el miedo que siente el protagonista al ver que no puede encajar en el mundo que le ha tocado vivir. Britell no necesita hacer grandes alardes para conmover pero no tiene opciones de victoria frente a un rival tan descomunal como “La la land”. Suena End credits Suite .

Thomas Newman  (Passengers) 

Thomas Newman logra su nominación número 14 y cuando llegue el 26 de febrero pensará “ni me molesto en producirme en condiciones porque este año tampoco me toca” y no se equivocará. “Passengers” de Morten Tyldum es la historia de dos pasajeros de una nave espacial que han sido hibernados durante el trayecto y que despiertan 90 años antes de que finalice el viaje y descubren que la nave está en un grave peligro. Para esta incursión en la ciencia ficción (recuerda que una de sus candidaturas la consiguió por “Wall.E”) no ha renunciado a su sello personal, solamente necesitamos escuchar piezas como Hibernation Pod 1625 y Aurora para saber que estamos ante una obra del compositor de “American beauty” y “Buscando a Nemo”. Los sonidos electrónicos se fusionan con los orquestales, y hay temas ambientales, reflexivos y también hay hueco para los más frenéticos acordes con los momentos de acción. El compositor no se permite el lujo de arriesgar demasiado en ese sentido. “Passengers” no tiene que ver con lo que hizo para “Skyfall” que, viéndolo con perspectiva, es de los mejores trabajos que ha hecho en estos últimos años. Aunque tenga momentos de interés este trabajo no pasará a la Historia. No sorprende que Thomas Newman se haya metido en los Oscar porque después de acumular tantas candidaturas se ha convertido en un comodín, pero es una pena que otros trabajos tan encomiables como “Kubo y las dos cuerdas mágicas” de Dario Marianelli o “Animales nocturnos” de Abel Korzeniowski se hayan quedado fuera. Suena The sleeping girl.

El dictamen

Ganará: Justin Hurwitz (La la land)
Alternativa: Mica Levi (Jackie)
Quiero que gane: Justin Hurwitz (La la land)
Echo de menos: Dario Marianelli (Kubo y las dos cuerdas mágicas)

Canción

Echo de menos en esta categoría a Britney Spears y Christina Aguilera para que junto a Ryan Gosling y Justin Timberlake tengamos una reunión de parte de la cantera del Mickey Mouse Club. Bromas aparte tenemos dos de las canciones más emotivas de “La la land”, uno de los grandes éxitos del año, el primer intento de Lin-Manuel Miranda de llevarse el Oscar y la cuota documental que lleva unas ediciones siendo una abonada de esta categoría.

Los candidatos

Audition (La land)

Audition supone una de las mejores escenas de “La la land” y, en parte, se debe a una Emma Stone superlativa que lo da absolutamente todo a nivel interpretativo y vocal (la canción la interpretó en directo con la compañía de Justin Hurwitz al piano y se rodó en una sola toma) y en la otra al tema compuesto por Hurwitz y el dúo de letristas formado por Pasek and Paul. En ese momento del film Mia, ya dominada por la negatividad y a punto de tirar la toalla, se presenta a un casting que puede cambiar su destino y ella cuenta la historia de su tía que le inspiró ser actriz y que nunca renunció a su arte ni a soñar a lo grande. Fue el último tema que se compuso para la película porque Hurwitz quería asentar el resto del repertorio y también es el preferido de sus autores por su mensaje emocional que nos dice que no dejemos de soñar aunque no tengamos nada a favor. Se enfrenta a City of stars que es la canción más emblemática de la película y que en teoría puede ser la favorita.

Can’t stop the feeling (Trolls)

Can’t stop the feeling ha sido uno de los temas más reproducidos del 2016 (lideró las ventas en los Estados Unidos). La canción central de la cinta de animación “Trolls” salió como single en Mayo y eso que el film no llegó a las salas hasta finales de Noviembre y, desde entonces, Justin Timberlake lo ha dado todo para promoverla llegando incluso a pasar por el Festival de Eurovisión, se hizo el proceso contrario al Happy de Pharrell Williams que se convirtió en single varios meses después del estreno de “Gru 2, mi villano favorito”. Es un tema que funciona de maravilla y hace levantar al más perezoso de su asiento. En su momento de ebullición habría sido una clara rival a batir pero ha llegado a los Oscar completamente agotada.

City of stars (La la land)

No tardamos en enamorarnos de esta canción cuando vimos el primer tráiler de “La la land” en el verano del pasado año. En el film de Damien Chazelle escuchamos City of stars dos veces, la primera interpretada en solitario por Ryan Gosling (en donde Sebastian se pregunta si Mia va a ser tan inalcanzable como su carrera como pianista de jazz) y la segunda en la que él repite al piano con Emma Stone (en donde ambos comparten amor y sueños). Justin Herwitz les envió la melodía a Pasek and Paul y ellos escribieron la letra en un avión rumbo a Los Ángeles, un día antes de tener su primer encuentro con el compositor y el director del film, y dieron en la diana. Es el tema más popular de “La la land” y ya ha sido reconocida con el Globo de Oro.

The empty chair (Jim: The James Foley story)

La imagen del periodista estadounidense James Foley a punto de ser ejecutado por un miembro de ISIS dio la vuelta al mundo en el año 2014. El documental sobre su vida dirigido por Brian Oakes se llevó el Premio del Público en el pasado Festival de Sundance y curiosamente se quedó fuera de la semifinal de los Oscars. De la composición de The empty chair se ha encargado J. Ralph (candidato por los temas de los documentales “Chasing ice” y “Racing extinction”) que se ha aliado a Sting (que también ha optado al premio por “El emperador y sus locuras”, “Kate & Leopold” y “Cold Mountain") y viendo sus implicados no debería sorprender tanto que haya llegado aquí, además ha contado con una importante campaña. Sting quedó devastado cuando vio el documental e ideó la escena de una familia que se dispone a cenar alrededor de una mesa en la que hay una silla vacía y a James Foley tratando de volver a ocuparla. Poco puede hacer esta canción al lado de sus rivales.

How far I’ll go (Vaiana)

Lin-Manuel Miranda ha sido el personaje más emblemático del mundo del espectáculo del 2016 y también se ha convertido en la nueva musa de las modernas de pueblo que van de cañas a Malasaña y que luego torturan a la gente por teléfono interpretando temas de “Hamilton” (sé de lo que hablo). Miranda se ha implicado a fondo en la campaña promocional de “Vaiana” que supone su primer intento de completar el EGOT. How far I’ll go, que ha sido el tema que ha llegado a la nominación (el que se quedó fuera era el bastante inferior We know the way interpretada por el propio compositor) funciona a la perfección y tiene el sello inconfundible de Lin-Manuel Miranda que si fuese sueco ya estaría implicado en Eurovisión. Pero a nivel musical “Vaiana” no ha tenido ni de lejos el impacto esperado, ni ha rozado el fenómeno de Let it go de “Frozen, el reino del hielo” ni es lo mejor que nos ha ofrecido un autor cuyo talento es innegable. Además esas modernas de las que te hablaba antes han cambiado a City of stars como método de tortura telefónica (también sé de lo que hablo).

El dictamen

Ganará: City of stars (La la land)
Alternativa: Audition (La la land)
Quiero que gane: Audition (La la land)
Echo de menos: I’m still here (Miss Sharon Jones!)

Mary Carmen Rodríguez