Conexión Oscar 2017: ¿El comeback de Hugh Grant?
Querido primo Teo:
“Florence Foster Jenkins” de Stephen Frears puede suponer la 20ª nominación al Oscar de Meryl Streep, que está recibiendo excelentes críticas por interpretar a ese caramelo de personaje que ha sido considerada la peor soprano de la Historia, y la actriz lo va a dar absolutamente todo para lograr esa marca. También puede significar el regreso de Hugh Grant dos décadas después de ser proclamado “The next big thing” tras el megaéxito cosechado por la comedia romántica “Cuatro bodas y un funeral”.
Con su planta, su aire aristocrático y su carisma tenía madera de estrella mucho antes de que alcanzase ese status. Pero él siempre ha luchado contra su fama y tampoco ha considerado que haya tenido vocación de actor. Fue Celestia Fox, la directora de casting de “Maurice” de James Ivory, la que le convenció para que hiciese una prueba para la película, porque él había tomado la decisión de tirar la toalla tras considerar que no iba a llegar a ninguna parte en el mundo de la actuación. En el film interpretaba a un joven que teme que descubriesen su homosexualidad en la Inglaterra de inicios del siglo XX y fue reconocido por la crítica. Junto a su compañero de reparto, James Wilby, se alzó con la Copa Volpi en el Festival de Venecia en el año 1987.
Tras trabajar con Gonzalo Suárez en “Remando al viento”, con Ken Russell en la delirante “La guarida del gusano blanco” y con Roman Polanski en la turbadora “Lunas de hiel”, estuvo de nuevo a punto de abandonar la interpretación pero le llegó el papel que cambiaría definitivamente su vida, el de Charles en “Cuatro bodas y un funeral” de Mike Newell. Richard Curtis había escrito ese personaje basándose en sí mismo y, a pesar del entrecejo de paleto del actor, al guionista aquel tipo le parecía insultantemente guapo, pero tanto el director como al productor del film consideraban que Grant era la mejor opción posible. Y desde luego que lo fue, estaba tan entregado en la piel de ese hombre socialmente patoso y entrañable que los espectadores no tuvieron en cuenta que tenía pinta de triunfador, es más esa combinación de torpeza y atractivo le convirtió en una pieza realmente irresistible. “Cuatro bodas y un funeral” era una producción muy modesta que encandiló a la crítica y al público y que en el año 1994 se convirtió en la película británica más taquillera de la Historia, al recaudar más de 245 millones de dólares y no costó ni cinco millones. Fue un fenómeno cultural que llegó a la candidatura al Oscar a la mejor película y también logró la de mejor guión original. Grant fue compensado con el Globo de Oro al mejor actor en comedia y con el Bafta, cuando los premios del cine británico eran precisamente eso, los galardones que consagraban a su industria y no una fiesta en busca de invitados.
A los 34 años Hugh Grant había pasado de querer retirarse definitivamente de la circulación a convertirse en una estrella internacional, de esas que pueden permitirse el lujo de vivir de las rentas de un éxito. Y tal y como confesó posteriormente la fama cosechada por “Cuatro bodas y un funeral” le pareció frustrante, primero porque el público le identificó con Charles, cuando no tenía nada que ver con él, y segundo porque nadie pensó que era capaz de hacer algo totalmente diferente. Cuando surgió su nombre para dar vida a James Bond más de uno soltó una sonora carcajada.
Su debut en Hollywood llegó con “Nueve meses” de Chris Columbus que funcionó relativamente bien a pesar del escándalo. El 27 de Junio de 1995, dos semanas antes del estreno del film, la policía pilló a Grant en Sunset Strip junto a una prostituta que le estaba haciendo una prueba de sonido en su coche. La foto policial de Grant y Divine Brown dio la vuelta al mundo y su relación con la despampanante Elizabeth Hurley se convirtió en carnaza para la prensa del corazón. La presión y los fracasos de “Tren nocturno a Venecia” y “Al cruzar el límite”, con las que quiso mostrar otro registro, le llevaron a estar tres años retirado, período que aprovechó para eliminar definitivamente el entrecejo de su rostro.
Regresó a lo grande con otra comedia romántica, “Notting Hill” de Roger Mitchell y escrita por Richard Curtis. El guionista se basó en una vivencia personal para narrar la historia de amor entre el dueño de una tienda de libros de viajes del afamado barrio londinense y una estrella de cine norteamericana, nadie mejor que Julia Roberts para darle vida. Tras el buen rendimiento de “Cuatro bodas y un funeral” asumió que Hugh Grant era su versión mejorada para la gran pantalla. El film fue un absoluto bombazo y permitió al actor reactivar su carrera aunque las buenas críticas no le acompañaron con “Mickey ojos azules”, uno de sus films en los que también ejerció de productor, mejor le fue con "Granujas de medio pelo" de Woody Allen.
En el 2001, gracias al crápula de Daniel Cleaver en "El diario de Bridget Jones", pasó de ser ese chico al que le podías destrozar el corazón a ese que te rompía las bragas sin esfuerzo. Pero las mejores críticas de su carrera las cosechó con “Un niño grande” de los hermanos Paul y Chris Weitz, en donde el actor lograba desprenderse totalmente de su aura de gran estrella para interpretar a un hombre que se inventa un hijo para conocer mujeres. Fue tal la acogida que tuvo su actuación que llegó a estar en la conversación como aspirante a entrar en el reñido quinteto que se disputó el Oscar al mejor actor en el año 2003, probablemente en una edición menos apretada habría entrado y se hubiese visto como una extravagancia.
El éxito también le acompañó en la coral “Love actually” de Richard Curtis en donde Grant interpretaba al primer ministro del Reino Unido y que se estrenó en el año 2003. La última película que le fue bien en la taquilla fue “Tú la letra, yo la música” de Marc Lawrence. “¿Qué fue de los Morgan?” del mismo director fue un absoluto desastre y a él se le notaba el desinterés no solo por el género, que desde luego con ese film no se podía demostrar que estaba en forma, sino también por su trabajo como actor y de nuevo se metió en el búnker. Eso sí, la prensa del higadillo nos ha mantenido bien informados de sus andanzas, ha tenido cuatro hijos durante estos años y le hizo un bombo a dos mujeres prácticamente al mismo tiempo. De su escondite ha salido en contadas ocasiones para ponerle la voz al protagonista de “¡Piratas!” de Peter Lord y Jeff Newitt, y para rodar “El atlas de las nubes” de las hermanas Wachowski, “Operación U.N.C.L.E.” de Guy Ritchie y la comedia romántica “¿Cómo se escribe amor?” de Marc Lawrence que prácticamente nadie ha visto.
“Florence Foster Jenkins” de Stephen Frears ha sido la película que le ha devuelto al primer plano y que de una manera más firme le puede situar en la carrera para conseguir una plaza en la categoría de mejor actor de reparto, no queriendo él saber nada de este proyecto hasta que se enteró de que tenía a la Streep como cabeza de cartel. En el film tiene la papeleta de no dejarse eclipsar por una Meryl Streep superlativa. Interpreta a St. Clair Bayfield, un actor nada brillante que renunció a sus sueños para alcanzar la fama y casarse con la adinerada Florence Foster Jenkins, una mujer que tenía la meta de convertirse en una estrella de la ópera a pesar de no tener talento para ello. La crítica ha destacado la química que tiene con la Streep, ya que resulta muy creíble la relación un tanto particular que tiene esta pareja, y se afirma que Grant consigue lo que parecía imposible que es estar a la altura de su compañera de reparto e incluso robarle escenas. Pero tiene un gran inconveniente y es que, aunque sus críticas han sido muy buenas, no ha sido el éxito comercial que esperaba la Paramount, su taquilla está siendo especialmente discreta. Esto puede hacer que el Estudio centre todas sus energías en promover la que sería la 20ª candidatura de Meryl Streep y el comeback de Hugh Grant quede en una mera ilusión.
Mary Carmen Rodríguez
Excelente articulo de la carrera de Hugh Grant, su nominación al Oscar mas cercano ha sido por Cuatro bodas y un funeral, hoy y empezando la carrera de premio de este año, Grant se perfila como uno de los mejores para optar por una nominación, personalmente creo que el hacer un buen trabajo sin permitir que la gran Meryl Streep lo eclipses que ya es difícil y lo logra aparentemente.
Tengo que destacar que no creo que con este papel se lleve el Oscar pero si puede conseguir una nominación gracia a las buenas criticas que ha cosechado la película y la química actoral, espero que siga subiendo porque este año el favoritismo del apartado de actor de reparto esta para Liam Neeson por Silence expuesto a toda la expectativa, pero hay que esperar que tan fuerte puede ser el papel de Grant para competir con Michael Shannon (Nocturnal Animals), Stephen Henderson (Fences) o un Oscar Isaac (The Promise) que también están en el mesón de espera a ver alguito de sus papeles que los perfile como favorito.
Pero el desafio mas duro que tendrá que vencer para la nominación será la campaña que solo y únicamente puede estar centrada en Meryl Streep dejándolo a un lado.
espero realmente que hugh alcanze la nominacion lo cual veo dificil por su fama en el pasado de no hacer grandes cosas
Qué divertido es leerte Mary Carmen. Tienes un estilo único. Felicidades
Muchísimas gracias, señor Harford.