"Concrete utopia"
La web oficial.
El argumento: Después de un fortísimo terremoto, Seúl ha quedado reducida a escombros. Todo en la ciudad se ha derrumbado, excepto un edificio. Los apartamentos Hwang Gung siguen en pie. Cuando los supervivientes del exterior se enteran de esto, comienzan a reunirse allí. Eso hace que los residentes originales del edificio empiecen a sentirse amenazados y decidan unirse para su supervivencia. Eligen a Young-tak como el delegado de los residentes. Bajo su liderazgo, se prohíbe estrictamente la entrada de personas externas y se elabora un nuevo Reglamento para los residentes. Pero, en medio de las continuas amenazas a la supervivencia de los residentes, comienzan a surgir entre ellos conflictos inesperados.
Conviene ver: El director Un Tae-hwa presenta “Concrete utopia”, la película surcoreana en la que un enorme terremoto asola todo el planeta y, en este caso viendo únicamente a la sociedad de Seúl, cómo debe rehacerse para poder vivir en alguna parte. Lo que en primera instancia podría parecer un thriller postapocalíptico más, el director le da una vuelta y lo convierte en algo cómico, oscuro y reflexivo, sobre si es el sistema económico el que nos corrompe o la propia naturaleza humana. Todo gira en torno a que, con la excusa del terremoto, los supervivientes se organizan para cómo convivir, estructurando una cadena de comando que da qué pensar que realmente el terremoto no ha cambiado nada. Cómo se pregunta hasta qué punto tenemos la cabeza contaminada es realmente interesante, y lo muestra con esa mezcla de géneros donde no hay un miedo a cruzar líneas. Una metáfora brillante y un desarrollo enérgico en la que lo que destroza a la sociedad no es tanto el cataclismo sino la manera de la condición humana para encararlo. Sin ser novedosa sorprende con sus giros y nos lleva a un microcosmos en el que ese edificio termina siendo un bastión fascista que condena al diferente y que es una analogía sobre las políticas antimigratorias acrecentados por el egoísmo y el miedo. Un juego táctico no exento de acción pero también humor y cierto sentimentalismo. Se explora la oscuridad más profunda del alma humana a través del personaje de Lee Byung-hun, leyenda interpretativa absoluta en Corea del Sur (“Encontré al diablo”, “A bittersweet life”, “El juego del calamar”) que aquí vuelve a demostrar un rango increíble, navegando en todos esos géneros para mostrar todo lo que Tae-hwa quiere mostrar de la sociedad, y cómo lanza esa reflexión al espectador donde el terremoto termina siendo lo de menos, obligándonos a pensar si debemos revelarnos contra el sistema o contra nosotros mismos. Un buen diseño de producción le da empaque a una cinta con el retrato social de “High-rise” (2015) y la mordacidad de “El triángulo de la tristeza” (2022).
Conviene saber: En el Festival de Sitges 2023 y representante de Corea del Sur para el Oscar 2024 a la mejor película internacional.
La crítica le da un SEIS