Cine en serie: "Sólo asesinatos en el edificio", un misterio con comedia clásica, podcasts y el espíritu de Woody Allen

Querido Teo:

"Hay algo que no entiendo. Que la gente tema vivir en una gran ciudad por miedo al crimen. Afrontémoslo, nadie ha descubierto nunca 19 cadáveres enterrados en el jardín de un edificio de catorce plantas. Una historia de misterio va mostrando sus capas, una tras otra, como una cebolla. Primero va el crimen, luego los personajes y luego.... Sus secretos. Seamos sinceros, a veces resulta más fácil averiguar los secretos de otro, que afrontar los propios".

Steve Martin se dirige a nosotros con estas palabras en los primeros instantes de esta historia que, apenas vistos quince minutos, ya ha extendido por la habitación "el perfume Woody Allen". Pero no resulta plagio ni homenaje, es un estilo años 90 que Martin domina, y por algo es responsable de más de un guion, además de cocreador de la serie.

La cáscara en la trama tiene personalidad propia, The Arconia. Uno de esos edificios de apartamentos que retroceden al Manhattan de construcciones como el Dakota, centenarias. El edificio The Belnord de Nueva York es el que aparece en los planos exteriores. Ocupa una manzana entera, está hecho de piedra caliza y ladrillo y fue diseñado en 1908. En el momento de su construcción se decía que era el más grande y lujoso de su tipo. Los 175 pisos originales estaban acabados en caoba y decorados al estilo Luis XVI, con cada habitación dando al patio interior, la única manera de conseguir algo de silencio en la ciudad, quedan ya muy pocos.

En The Arconia viven los tres protagonistas. Pasillos largos, ascensores que ya resultan de época, cientos de apartamentos. Excesivo, señorialmente decadente, y cuyos inquilinos de mayor edad hubieron de tener buenos momentos para mantenerse en el Upper West Side una de las zonas más caras de la ciudad.

Casi como careta del primer capítulo la protagonista aparece junto a un cadáver mientras los "prejubilados", que forman el trío, irrumpen en la escena. Es un fragmento de algo a lo que llegaremos en el décimo capítulo, el último.

La alarma provocada en la casa por la muerte de un inquilino de forma violenta pone en contacto a Steve Martin, Selena Gómez y Martin Short. Se descubren seguidores de los podcast de misterio y deciden comenzar uno propio, porque hay algunas cosas que resultan inexplicables en la muerte del vecino.

Uno de los personajes, el de Martin, es un actor mediocre que alcanzó popularidad gracias a protagonizar una serie de detectives hace ya varias décadas. El otro es un productor fracasado pero que no ha perdido el empuje cuando ve la posibilidad de alcanzar un "nuevo éxito" gracias al podcast.

Los personajes tiñen de humor y humanidad toda la investigación. Dentro de ese humor "clásico" resulta novedosa y hasta arriesgada en algunos momentos. El protagonismo de un sordomudo en un capítulo que parece ser un homenaje al cine mudo es una buena prueba. Es fácil recordar "Misterioso asesinato en Manhattan" (1993), que no es mala referencia. En el doblaje además está el actor que pone voz a Woody Allen.

Entre los especialistas en series se está transmitiendo la impresión de sorpresa. Unida a la de que ha salido de atrás, al final del año, con mucha fuerza, un caballo que puede dar alegrías en la distribución de premios el año que viene. En la Roma de las carreras a esto se le llamaba "irrumpir y vencer", y se valoraba mucho las pocas veces en que ocurría.

El argumento gira desvelando nuevos secretos, pero lo destacable son las interpretaciones. Selena Gómez, irresistible en "Día de lluvia en Nueva York" (2019) de Woody Allen, confirma que, además de buena cantante, es capaz de encontrar sitio entre dos actores que se conocen todos los trucos del oficio. Martin Short llena cada secuencia en la que aparece. Es una magnífica versión americana de los clásicos jubilados ingleses metidos a detectives. El género ha tenido este año un gran éxito con "El club del crimen de los jueves".

Steve Martin es uno de los grandes talentos de la comedia y lo demuestra afrontando situaciones en cada capítulo, que a veces rozan el surrealismo. Contiene el elemento que distingue a las grandes comedias: el drama. El aspecto elegido funciona como un reloj, siempre, porque es esa soledad de sentirse solo en la vida, rodeado de personas. La temporada 2 ya ha sido confirmada.

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Carlos López-Tapia