Cine en serie: "Fight night: The million dollar heist", el gran combate... y después...
Querido Teo:
El 26 de octubre de 1970 el mundo deportivo internacional estaba pendiente de un solo acontecimiento: Muhammad Ali, hasta hacía poco Cassius Clay, despojado de sus títulos por la justicia, condenado por no querer ir a Vietnam, volvía a subirse al ring. De fondo burbujeaba algo más: El poder negro. Atlanta representaba el mejor símbolo de la lucha contra el racismo. Policías y autoridades principales eran blancos, con la excepción de uno de los primeros detectives negros de la ciudad, que jugará un papel importante en lo que ocurrió horas después del combate televisado y radiado al mundo entero.
Se agotaron las entradas en el Auditorio Municipal de Atlanta. Se pagaron cientos de dólares por conseguir una localidad. Un periodista y escritor especialista en boxeo, Bert Sugar, estuvo entre los elegidos y lo describió como "la mayor concentración de poder y dinero negro jamás reunida hasta ese momento". No sólo llegaron a la ciudad celebridades, líderes de los derechos civiles y políticos. El combate de aquella noche atrajo a Atlanta a los negros más poderosos de los distintos Estados, y entre ellos a los jefes de los negocios ilícitos, a la mafia negra.
El resultado de la pelea entre Ali y el campeón del momento del peso pesado podía mantener en el gueto a las aspiraciones negras o convertir a Atlanta en una "meca negra" del sur de Estados Unidos. Un activista de derechos civiles, Julian Bond, recordaría años después: "Fue más que una pelea, fue un momento importante, aquella noche, Atlanta se podía convertir en la capital política negra de Estados Unidos".
"Fight night: The million dollar heist" es una reconstrucción ajustada a los hechos, hasta donde la ficción lo permite, con un montaje y un uso de la música excelente. Al estilo de los Oscar de Hollywood se preparan fiestas para agasajar a muchos participantes tras la velada del combate. Una de esas fiestas ha sido montada por un "emprendedor", al que todos conocen como "El pollo", que aspira a introducirse en la cúpula del poder mafioso negro.
En la realidad era toda una personalidad de la delincuencia aspiracional, descrito así por el detective que investigó el caso: "Era un hombre que dirigía una operación millonaria desde un teléfono público en una esquina. Era inteligente. Podría haber dirigido IBM o Coca Cola". "El pollo" trata de controlar todos los detalles, desde el lugar hasta las prostitutas de lujo necesarias, para garantizar que los jefazos elegirán su fiesta frente a cualesquiera otras.
En concreto es imprescindible la presencia de Frank Moten (Samuel L. Jackson no te deja dudar de lo que es capaz de hacer con este papel), el "Padrino Negro" del submundo criminal de Nueva York, y su socio de Nueva Jersey, Richard "Cadillac" Wheeler (Terrence Howard tampoco se corta un pelo), inspirado en un gánster real que estuvo en la pelea, pero no en el acontecimiento posterior alrededor de la fiesta.
No voy a revelaros cual fue ese acontecimiento, basta con meter el nombre de la serie en cualquier buscador para tener todos los destripes posibles. La serie está basada en un podcast de 2020, donde se investigan los acontecimientos y que tuvo mucho éxito. Y, para terminar, insisto: ¡Qué buena música! Tened listo el móvil, y tiene lista propia en Spotify.
Carlos López-Tapia