Cine en serie: "El día", robar un banco todavía puede ser buena idea
Querido Teo:
El punto de partida es el robo a un banco belga. La primera sensación es de reconocimiento. Hemos visto muchas secuencias de este tipo, y más peculiares. Pero vamos a descubrir que hay algún admirador de David Mamet entre los guionistas. Es mi referencia cuando una trama se va desenvolviendo hasta encajar como muñecas rusas, llenando la historia de buenos detalles y sin dejar hilos sueltos.
El asalto es descubierto desde el minuto uno y todo se cuenta en doce capítulos que suman las 24 horas de un día, que le valieron a esta serie el premio a la mejor ficción europea en el Festival de la Fiction TV, uno de los más interesantes de Francia porque durante cinco días se estrenan en La Rochelle unas sesenta obras de ficción francesas y europeas en sesiones gratuitas abiertas al público.
Uno de los atractivos de "El día" es su manera de contar y uno de los guionistas lo explica así: «Todo pasa en un solo día, desde el amanecer hasta muy entrada la noche, y los espectadores van viendo los acontecimientos dos veces. Una fuera del banco, con los ojos de la policía y la prensa; la otra desde dentro, desde el punto de vista de los secuestradores y las víctimas».
"El día" salva con buena nota el riesgo de esa repetición, porque añade nuevos detalles a cada capítulo ya estemos dentro o fuera. Los episodios impares muestran lo que ocurre en el exterior del banco y los pares al otro lado. Los giros de guion son reveladores de que en la historia hay bastante más de la sensación que produce la entrada convencional al banco en el primer capítulo. Uno de los guionistas explica que... «Pensamos que utilizara la doble narrativa al máximo. Una situación con rehenes era perfecta, ya que sufren amenazas muy graves y aseguran suspense desde el primer minuto hasta el último».
La historia no se inspira en ningún caso real, tampoco en un libro, es original y conllevó una investigación a base de entrevistas, para conocer bien los protocolos de comportamiento de la policía flamenca en situaciones similares. Se usa siempre un tono amable y conciliador cuando un negociador se comunica con los secuestradores, y cuelga la llamada y pide retomarla con más calma cuando el interlocutor se pone muy nervioso. También hablaron con expertos en el apoyo a las víctimas, en comportamiento, y con el autor de un libro sobre rehenes... "Los escuchamos y los enfrentamos con situaciones que pensábamos para la serie".
No hay protagonista, antagonista ni personajes secundarios, aunque al final destacaréis a un personaje femenino sobre el resto. Sin grandes estridencias, ni persecuciones, ni cadáveres ritualizados, es un entretenimiento con buena base, impecable.
Carlos López-Tapia