Cine en serie: David Simon, el cronista de la gran historia usamericana
Querido Teo:
David Simon es uno de los grandes tótems de la cultura catódica contemporánea, no tanto a nivel de popularidad sino de prestigio y revisionismo. Y es que con el tiempo, y con casi 60 años a sus espaldas, se ha convertido en uno de los grandes cronistas de la idiosincrasia usamericana así como de los marginados del sistema, las inoperancias políticas, los cambios sociales reflejados en la industria, las corruptelas que sustentan el poder y el auge de los fanatismos. Sólo por “The Wire” ya está en el olimpo seriéfilo y ahora vuelve a estar en la conversación con "La conjura contra América", la adaptación de la novela de Philip Roth. Su pulso periodístico, espíritu crítico y ajeno a lo políticamente correcto han convertido a David Simon en una de las firmas más imprescindibles para entender el mundo de hoy.
David Simon es sinónimo de calidad pero también de reflexión y lucidez en su mensaje lo que le ha alejado tanto del gran público (el famoso espectador medio) y también de una industria que no ha dejado de verle como un “outsider” irreverente que se cree más listo que los demás a la hora de seguir las sendas marcadas. Quizás eso explica el poco calado de sus series en materia de premios y es que, si bien “The corner” ganó 2 Emmys en el año 2000 a la mejor miniserie y al mejor guión, la reverenciada “The wire” sólo obtuvo a lo largo de sus cinco temporadas dos solitarias nominaciones al mejor guión para Simon en 2005 y 2008. Algo que no mejoró con “Treme” (nominación a mejor dirección para Agnieszka Holland por el piloto y a la mejor canción por la primera temporada y 4 nominaciones por la cuarta y última cuando fue presentada como serie limitada).
El predicamento de David Simon a través de sus series no sería lo mismo sin contar con fieles colaboradores como Ed Burns, veterano de Vietnam que se ha convertido en la otra mitad de las series de Simon colaborando con él desde los tiempos de “The corner” y “The wire”, aprovechándose de su experiencia primero como detective en las divisiones de Homicidios y Narcóticos de Baltimore y después como profesor en la escuela pública. También hay que mencionar a Eric Overmyer, con el que impulsó “Treme”, y el periodista William F. Zorzi con el que ha creado “Show me a hero”.
David Simon ha visto cómo sus series han pasado a ser en parte premonitorias como el caso de un “The wire” que vio venir el estallido financiero de 2008 mientras reconoce que, a pesar de todo, el sistema está corrompido ante el “establishment” que deja poco margen de acción a cualquier presidente de Estados Unidos, incluso aquellos que prometen un antes y un después como en el esperanzador caso de Barack Obama. Y es que el gran valor de las producciones de Simon es cómo hablan del pasado para reflejar el mundo de hoy, abordándolo de una manera rigurosa que debe a su etapa como periodista durante 13 años en The Baltimore Sun, escribiendo dos libros que fueron la base de sus dos primeras incursiones en televisión.
David Simon es un escritor en cuyas historias priman los matices y los dilemas morales, sin que haya buenos y malos arquetípicos, abordando de manera íntegra y honesta lo que cuenta sin estar preocupado por audiencias o el favor del público ante lo obvio de tirar de procedimentales o estructuras narrativas clásicas. Quizás ese sea el principal hándicap para que cada proyecto que aborda tenga dificultades para encontrar financiación aunque haya sido HBO donde ha encontrado un hábitat para casi tener carta blanca asociándose ambos nombres de manera casi indisoluble.
“Homicidio” (1994-1999)
7 temporadas
El escenario es Baltimore. No pasa día sin que algún ciudadano sea apuñalado, apalizado o asesinado a tiros. En el ojo del huracán se encuentra la unidad de homicidios de la ciudad, una pequeña hermandad de hombres que se enfrenta al lado más oscuro de Estados Unidos. David Simon fue el primer periodista en conseguir acceso ilimitado a la unidad de homicidios. La narración sigue a Donald Worden, un inspector veterano en el ocaso de su carrera; a Harry Edgerton, un iconoclasta inspector negro en una unidad mayoritariamente blanca; y a Tom Pellegrini un entusiasta novato que se encarga del caso más complicado del año, la violación y asesinato de una niña de once años.
“Homicidio” se convirtió en uno de los grandes fenómenos policiacos de la década de los 90 de la mano de Paul Attanasio e inspirándose en el primer libro escrito por David Simon que terminaría participando como productor de la serie durante las dos últimas temporadas. Su popularidad fue tan grande que no fue raro encontrar en ella a actores invitados del nivel de Gwen Verdon, Robin Williams, Lily Tomlin, Anne Meara, Vincent D´Onofrio, Charles Durning y Alfre Woodard. Andre Braugher ganó el Emmy como mejor actor de drama en 1998 por su papel de Frank Pembleton.
“The corner” (2000)
Miniserie (1 temporada)
“The corner” adaptaba el segundo libro de David Simon, escrito junto a Ed Burns, contando con David Mills en la adaptación y narrando a lo largo de seis capítulos el drama de una familia de Baltimore entre la pobreza y las drogas, concretamente la heroína. Este título adopta una estructura en la que cada capítulo comienza y finaliza con una entrevista ficcionada a uno de los protagonistas de la serie entre los que están Gary, que trabaja en la chatarra para conseguir dinero para estupefacientes; Fran, que cada dólar que gana acaba invertido en el siguiente chute; el hijo en común, André, que deambula en las esquinas vendiendo droga, y otro hijo pequeño que todavía tiene algo de pureza al margen del devenir familiar.
Todo entre flashbacks y la aparición de la Srta. Ella, una mujer que regenta un centro para los jóvenes y que se erige como una línea de salvación tanto para André y sus amigos, que deciden crear un grupo de baloncesto, volver a la escuela y buscar un trabajo, como para el resto de su familia. Drogas y decadencia en un docudrama que impactó ante la crítica y que se llevó 3 premios Emmys como mejor miniserie, mejor dirección (Charles S. Durron) y mejor guión (David Simon y David Mills).
“The wire” (2002-2008)
5 temporadas
David Simon y Ed Burns tocarían techo con “The wire”, una de las causantes de ese estatus que tiene la televisión hoy en día y que sería coetánea de otros hitos catódicos de la época como “Los Soprano” o “A dos metros bajo tierra”. En los barrios bajos de Baltimore, se investiga un asesinato relacionado con el mundo de las drogas. Un policía es el encargado de detener a los miembros de un importante cártel. La corrupción policial, las frágiles lealtades dentro de los cárteles y la miseria vinculada al narcotráfico son algunos de los problemas denunciados en esta serie que no sólo desarrollaba ideas de las anteriores series de Simon sino que también se erigió como heredera de "Policías de Nueva York" de una manera mucho más documental y cruda. Simon alcanzó la vitola de narrador mayor de la crónica negra de Baltimore, unas calles en las que el peligro acecha sin necesidad de que huela al napalm de Vietnam.
“The wire” es para muchos no sólo una de las mejores series de la Historia sino que va más allá y se erige como el compendio de muchas ambiciones de la novela americana clásica a lo largo del siglo XX. Y es que uno de los alicientes de la serie no era otro que, tomando de partida el tráfico de drogas de la ciudad de Baltimore, esto era abordado desde diferentes perspectivas en cada una de las cinco temporadas dándole cierto aire de antología empezando con la lucha entre policías y las bandas de narcotraficantes y continuando en las siguientes tandas de capítulos con el contrabando de mercancía en el puerto y el poder y presión de los sindicatos, la lucha por el poder y el liderazgo social de una clase política corrompida, el sistema educativo en los bajos fondos y el acceso del mismo a los niños y el papel de la prensa escrita y los medios de comunicación. “The wire” se hizo con 2 nominaciones al Emmy al mejor guión (en 2005 y 2008) dejando una legendaria lista de personajes destacando el Jimmy McNulty de Dominic West o el Omar Little que nos descubrió a Michael K. Williams.
“Generation kill” (2008)
Miniserie (1 temporada)
David Simon volvió al terreno de la miniserie con una obra en la que mostraba el desencanto de una USA marcada por las mentiras de la guerra que propiciaron la invasión de Irak en esa llamada Guerra del Terror sustentada en la paranoia de la población y en los intereses económicos y petrolíferos del gobierno USA. Adaptando el libro de Evan Wright se centraba en un batallón de marines en la guerra de Irak a través del reparto de un reportero de la revista Rolling Stone durante el asalto a Bagdad en el año 2003. Un relato poderoso, crudo y corrosivo sobre una generación, un estamento alejado de la gloria e incapaz de dar un escenario mejor a los suyos aprovechándose del caldo de cultivo de la sinrazón. “Generation kill” trasladaba la visión documental de las calles de Baltimore a esas arenas de Irak en la que se perdieron grandes sueños y sobre las que estaban puestas muchas esperanzas por parte de una nación que quería volver a ser grande a través de la épica de una guerra que aquí abandona todo artificio de gloria.
Un trabajo austero que era todo un golpetazo a la conciencia usamericana y a su propia idiosincrasia dejando a unos hombres a su suerte sin ningún reparo de conciencia en pro de un bien común que nunca llegó y que ha contribuido a un mundo todavía más inseguro y mezquino. La vulnerabilidad de unos hombres frente a la testosterona del conflicto que son fruto de las incoherencias e incompetencias de los que les gobiernan y que no son más que animales maltratados convertidos en entes obsesivos que se creen que están en el terreno del videojuego “Call of Duty”. Las imágenes reales con la voz de un tema de Johnny Cash provocaban que las palabras sobraran a la hora de narrar el derrumbe psicológico de unos hombres que nunca serán los mismos. La guerra como experiencia inmersiva y desoladora que se llevó 3 Emmys técnicos (sonido, montaje de sonido y efectos visuales) valiéndole a Simon su cuarta candidatura al mejor guión compartida con Ed Burns (repitiendo ambos la nominación conseguida por “The wire” en 2008).
“Treme” (2010-2013)
4 temporadas
"Treme" fue el salto sin red de David Simon pretendiendo mostrar la realidad de un Nueva Orleans marcado por la tragedia del huracán Katrina en 2005 y el posterior abandono por parte de las autoridades de un lugar de vasta riqueza cultural y musical a través de la tradición de los músicos ambulantes, locales y la tradición de sus carnavales. Contando con algunos de sus actores habituales (Khandi Alexander, Wendell Pierce o Clarke Peters) lleva a cabo una serie de historias corales con el amor a la ciudad como eje vertebrador. “Treme” fue un proyecto de David Simon y Eric Overmyer tras conocerse como guionistas en “Homicidio” y colaborar también en “The wire”, serie a la que Overmyer se unió en 2006. Overmyer vivió parte de su vida en Nueva Orleans y Simon creyó que su experiencia sería válida para poder desarrollar las historias de esta ciudad.
Con la música como telón de fondo la serie habla de la corrupción política, la controversia con la vivienda pública, el sistema de justicia penal, los enfrentamientos entre la policía y los indios de Mardi Gras y la lucha por recuperar la industria del turismo después de la tormenta. Un gran número de representantes de la música local participaron en la serie, bien interpretando temas o como asesores, mostrando el crisol de culturas de una ciudad que, tras el abandono por los demás, decide resistir y mantenerse por sí misma. Agnieszka Holland, que ya se encargó de dirigir tres capítulos en “The wire”, dirigió el primer y el último capítulo de una serie que en la última temporada fue presentada en los Emmy como miniserie al tener menor número de capítulos (5 frente a los 10 u 11 habituales) funcionando como un largo epílogo de la misma y consiguiendo 4 nominaciones tras sus habituales ninguneos por las anteriores temporadas en la categoría de drama.
“Show me a hero” (2015)
Miniserie (1 temporada)
Adaptando el libro de Lisa Belkin, "Show me a hero" se centra en el caso real del joven alcalde de Yonkers (Nueva York), Nick Wasicsko, que, a finales de los 80, a los 28 años, fue obligado por un tribunal federal a construir 200 viviendas de protección oficial para gentes sin recursos, principalmente afroamericanos, en un barrio de blancos con el fin también de poner fin a la fuerte segregación racial generando un caldo de cultivo difícil de gestionar. Conversaciones de despacho y gente humilde que no quiere abandonar sus casas de toda la vida bajo las canciones de Bruce Springsteen que tienen mucha presencia en este título que fue dirigido por Paul Haggis y protagonizado por Oscar Isaac. A través de un episodio político de la década de 1980, David Simon pretende reflejar los problemas raciales de los Estados Unidos, aún visibles en la composición de los barrios de cada ciudad. Simon compró los derechos de adaptación en el 2000, un año después de su publicación pero HBO siempre instó a Simon a que se centrara en otros proyectos lo que fue retrasando éste.
La serie fue grabada en los escenarios reales de Yonkers, incluyendo los pisos de protección oficial de William A. Schlobohm, el distrito más conflictivo. Schlobohm suele citarse como ejemplo del fracaso de las políticas urbanísticas de segregación racial y es que a comienzos de los años 1980, en una ciudad de casi 200.000 habitantes sobre un área de 21 millas cuadradas, casi todos los que no eran de raza blanca vivían agrupados en 7.000 viviendas de bajo coste sobre una milla cuadrada al oeste de la ciudad. Oscar Isaac fue candidato al Globo de Oro por este trabajo pero da la impresión de que es uno de los títulos incomprendidos de la carrera de Simon a pesar de su minuciosa recreación y un arco emocional que llega a un conmovedor final.
“The deuce” (2017-2019)
3 temporadas
"The deuce" parte de la irrupción del porno como industria en la década de los 70. La trama está inspirada en la carrera de los hermanos gemelos Vincent y Frankie Martino que se hicieron con el control de la mafia y de la industria del sexo volátil y lucrativo desde sus orígenes en un entorno marcado también por los negocios de la droga y el sector inmobiliario. Franco da vida a esos dos hermanos con Michelle MacLaren dirigiendo el piloto tras haberse puesto detrás de las cámaras en capítulos de “Breaking bad”, “The walking dead”, “Juego de tronos”, “The leftovers” y “Better call Saul”, mientras que Franco se reservó la dirección de dos capítulos en la primera temporada y dos en la tercera. En el reparto también encontrábamos a Maggie Gyllenhaal como prostituta que acaba haciendo pinitos como actriz porno.
Una serie que, tras la expectación de la primera temporada, pasó algo desapercibida en las siguientes en una sucesión de porno, irreverencia y mafias que no terminó de convencer ni a crítica ni mucho menos al público. Un retrato de policías corruptos y empresarios de medio pelo que se mueven como comadrejas en los bajos fondos que quizás no llegó a transmitir la verdad de otros trabajos de Simon tirando en este caso más del estereotipo. Realismo descarnado, buena banda sonora y referencias culturales pero la sensación de que la serie se quedaba a medio camino de muchos terrenos. “The deuce” fue el segundo título consecutivo de David Simon ausente de los Emmy pero los Globos de Oro sí que le brindaron una candidatura a Maggie Gyllenhaal por la primera temporada.
“La conjura contra América" (2020)
Miniserie (1 temporada)
David Simon sigue alternando miniseries con series de más de una temporada y en esta ocasión condensa en seis capítulos la compleja “La conjura contra América” de Philip Roth en la que ha vuelto a contar con Ed Burns, a la postre el aliado de sus grandes títulos como son “The corner”, “The wire” y “Generation kill”. Y es que quién mejor que un novelista, escritor y productor como Burns para adentrarse en la densidad de una visión alternativa que nos lleva a los Estados Unidos de 1940 a través de los ojos de una familia judía que asiste al auge de Charles Lindbergh, héroe de la aviación y populista xenófobo que se presentó a las elecciones frente a Lyndon B. Johnson enarbolando la bandera de una nación que quería desligarse de las continuas guerras que llevaban al país a la continua pérdida de vidas y a la inestable situación económica.
Y es que una vez más Simon analiza el pasado para ayudarnos a entender el presente y aquí pone el foco en ese caldo de cultivo que podría haber llevado a Lindbergh a la Casa Blanca, algo que en la realidad no se produjo pero que décadas después sí que llevaría a Donald Trump al puesto político más importante a nivel global. Una serie con puesta en escena clásica y con puntos de melodrama que de manera orgánica va haciendo tejer las costuras de ese giro histórico que propone así como la responsabilidad ciudadana a la hora de evitar que el germen del odio y el rechazo haga estragos en la sociedad. Un mensaje como siempre en el caso de Simon tan veraz como pertinente.
Nacho Gonzalo