Cannes 2023: El top 10 de lo visto en el Festival
Querido Teo:
Un año que para el que escribe (y para tantos otros) fue de regreso tras las cancelaciones, retrasos e incertidumbres que sufrió el Festival de Cannes (como todo el mundo) desde que el 2020 irrumpiera un momento de parón e inflexión en nuestras vidas. También tardaron cuatro años en volver nombres como Pedro Almodóvar, Marco Bellocchio, Justine Triet, Jessica Hausner o Ken Loach que, junto al resto de participantes, han conformando una edición si no rotunda más que notable con cine estimulante, heterogéneo, comprometido, fascinante e interpelante en el que se evidencia un cambio de ciclo con grandes nombres que baten en retirada y una nueva generación que va a dar grandes momentos de gloria cinéfila y en el que el equilibrio entre hombres y mujeres va a ser más orgánico y propio de los tiempos que corren. De momento, y hasta que vayan llegando las películas a salas, este es nuestro top de lo visto en el Festival de Cannes 2023.
10º "El libro de las soluciones" (Michel Gondry) // Quincena de Realizadores
Las manías e ínfulas de un director de cine con el que Michel Gondry exterioriza sobre su miedo al fracaso, su desbordante vena creativa y las inquisiciones de los productores. Una película que se sostiene por una impagable y tierna vis cómica de Pierre Niney que, a pesar de lo cargante que podría resultar, conecta con el corazón del espectador tanto por su relación con ese equipo que le rodea (le quieren tanto como les desespera) y en especial la relación con su tía. La escena en la que graba con una orquesta la banda sonora de su película es de lo más divertido de la edición.
9º "El sol del futuro" (Nanni Moretti) // Sección Oficial
Nanni Moretti ofrece una película con sabor a despedida y si no está pensando en retirada en verdad sí a cierre de círculo de todos los temas que han formado parte de su filmografía de las últimas tres décadas. Con la complicidad de sus actores, un buen número de canciones, una lucidez ingeniosa y un espíritu comprometido el director y actor intenta entender para un hombre como él un presente que ha cambiado mucho respecto al que conoció en su juventud. Los tiempos evolucionan pero esta cinta habla de lo difícil que es adaptarse a ellos entre directores petulantes, postureos virales y algoritmos de plataforma. Una gozada, algo irregular y bufonesca, pero con escenas que se recuerdan como aquella en la que todos los actores interpretan el Sono solo parole o bailan al ritmo de Franco Battiato, su análisis sobre la violencia durante el rodaje de una escena, la reunión con Netflix o la marcha comunista final.
8º "La zona de interés" (Jonathan Glazer) // Sección Oficial
La banalidad del mal o evidenciar el horror sin mostrarlo. Uno de los trabajos más sobrios, contundentes e impactantes de la edición de este año. El regreso al cine de Jonathan Glazer una década después convertido en cineasta de culto y que ofrece aquí una obra de madurez como cineasta, tanto temática como sonoramente. Una muestra de la vileza humana y de la vergüenza de Auschwitz a través de detalles como gritos ahogados, cenizas en el río o ropa a repartir entre el servicio. Impactante y esquiva siendo uno de esos trabajos que a buen seguro se recordarán y que pedurarán de esta cosecha de Cannes.
7º "El rapto" (Marco Bellocchio) // Sección Oficial
Steven Spielberg ya intentó durante muchos años llevar la historia del niño Edgardo Mortara al cine. Un crío judío de 7 años que fue separado de sus padres por una Iglesia Católica (encabezada por el Papa Pío IX) que decidió alistarlo para los suyos en una época convulsa cuando llega a los oídos eclesiásticos de que el niño fue bautizado clandestinamente por una criada que no quería que éste no fuera acogido en el seno de Jesús cuando enfermó siendo un bebé. Clásica y algo ampulosa pero con escenas impactantes que demuestran que Marco Bellocchio está en un momento final de febril actividad en su trabajo detrás de las cámaras. Imposible no emocionarse con algunos de los momentos de una cinta bien ambientada, interpretada y medida que expone al mundo las consecuencias del fanatismo religioso.
6º "Anatomía de una caída" (Justine Triet) // Sección Oficial
Justine Triet es una de las directoras que lleva una trayectoria "in crescendo" y el Festival de Cannes ha querido ser testigo de ello acogiendo su nuevo trabajo. Una cinta que va más allá del clásico thriller judicial, jugando con los géneros y ofreciendo una película de esas que pretenden hacer activo al espectador e interpelarlo sobre en lo que se cree y en lo que no y en hasta que punto la sombra de la sospecha (independientemente de la sentencia) marcará para siempre la relación entre los personajes, especialmente en cómo mira de ahora en adelante ese niño a una madre que no sabe si es una víctima del sistema o la causante de un crimen. Fascinante, irónica y sólida en su deconstrucción de personajes que recuerda al cine de Bergman en la reconstrucción de la relación del matrimonio y que ofrece grandes momentos del subgénero del cine judicial. Además Sandra Hüller es el nombre interpretativo de esta edición tanto por su trabajo en esta película como en la de Jonathan Glazer.
5º "Cerrar los ojos" (Víctor Erice) // Cannes Première
La película de Víctor Erice ha sido todo un acontecimiento de autor ara un cine español que ha vuelto a recibir, cuando nadie ya lo esperaba, a uno de esos maestros que precisamente han logrado que gracias al enigma que les rodea, y una carrera tan brillante como exigua, nadie discuta su estatus. Lo que podría haber sido un acontecimiento mayor ha quedado diezmado al no participar en la competición de un Cannes que se ha privado de una de esas cintas que llegan para quedarse y que hablan con aparente sencillez de aspectos de la vida que transcienden cualquier concepto. Un trabajo nostálgico y testamentario sobre la memoria, el paso del tiempo y la capacidad del cine para hacer vivir y recordar. Lúcida, medida y reparadora a pesar de su indisoluble amargura. Una cinta sobre la amistad en un ejercicio de cine dentro del cine con momentos inolvidables que cierran con broche de oro toda una carrera y un legado artístico con esa escena final en la que la pantalla es refugio, consuelo, emoción y recuerdo.
4º "Les herbes sèches (About dry grasses)" (Nuri Bilge Ceylan) // Sección Oficial
"Les herbes sèches (About dry grasses)" muestra a un Nuri Bilge Ceylan fiel a su estilo y forma sin abandonar un contenido filosófico de hondura existencialista. En este caso vuelve a pivotar sobre un personaje masculino desorientado y no precisamente empático residiendo en él esas complejidades humanas que convierte a los seres humanos en egoístas e insatisfechos que, en pro de sentirse algo mejor, no dudan en pasar por encima de los demás. Un ejercicio portentoso con un guión dialogado de manera quirúrgica y apabullante en el que la palabra y los actos que implican muestran las contradicciones de la condición humana, equivocándose y formando un conjunto portentoso de personajes auténticos precisamente por sus errores y nunca sin abandonar el poder de la imagen que convierte al director turco en uno de los imprescindibles del cine internacional a la hora de hablar de las desilusiones y la desesperanza.
3º "Los asesinos de la luna" (Martin Scorsese) // Fuera de concurso
La película acontecimiento de Cannes 2023 no defraudó. Violencia, corrupción y exterminio en el regreso de Martin Scorsese a Cannes en un ejercicio magistral, por momentos íntimo y por momentos apabullante, de memoria histórica en un drama en forma de western mostrando precisamente esa animalidad del ser humano que ha sustentado las bases del país de barras y estrellas al que el director no duda en sacar a relucir sus vergüenzas mientras acompaña y reconforta a una comunidad que siempre se ha considerado que ha estado de más desde las clásicas historias popularizadas por el cine entre indios y vaqueros. Un testamento fílmico con el clasicismo y el talento sólo destinado a los grandes maestros y que sólo unos elegidos pueden alcanzar combinándolo incluso con radicalidad no de boquilla sino con la capacidad para espolear e interpelar. Ya hablaremos mucho de ella en la temporada de los Oscar no sólo por todos los valores que tiene la película, tanto técnicos como artísticos, sino por un trabajo descomunal de Leonardo DiCaprio, Robert De Niro y Lily Gladstone al margen de uno de los colofones más rotundos que podría tener una carrera que por el epílogo de la cinta también se acerca a la despedida.
2º "Fallen leaves" (Aki Kaurismäki) // Sección Oficial
"Fallen leaves" es una apuesta que reconforta el alma y que en sólo 81 minutos no innova ni sorprende pero sí que conecta de una manera auténtica y austera con la miseria de los perdedores en su camino (infructuoso o no) hacia la redención. Un mundo de dignidad, solidaridad y amor frente a la precariedad, el abuso y el egoísmo. El cine de Aki Kaurismäki invita a creer, pese a todo, que todavía hay esperanza y eso nos mantiene vivos para seguir abrazando los pequeños grandes momentos escalando sobre las bofetadas de realidad porque frente al cinismo de muchos todavía vale la pena dejarse llevar por lo ilusorio y anteponer los sentimientos y la buena compañía para no sólo sobrellevar las penas sino también ser capaz de encontrar la belleza incluso en las condiciones más duras y desfavorecidas sobre todo si hay alguien al lado aunque sólo sea tendiendo la mano o permitiendo descansar en un hombro amigo. Las canciones, los guiños cinéfilos y una historia romántica y analógica (como una burbuja frente a los ecos de la guerra que suenan en los medios de comunicación) reconforta el alma.
1º "La quimera" (Alice Rohrwacher) // Sección Oficial
Con sólo unos pocos títulos en el largometraje (acogidos todos en el Festival de Cannes) como “Corpo celeste” (2011) en Quincena de Realizadores y “El país de las maravillas” (Gran Premio del Jurado en 2014) y “Lazzaro feliz” (mejor guión en 2018) en sección oficial, Alice Rohrwacher se ha convertido en una de las directoras más interesantes del panorama no sólo europeo sino también internacional. Todo por una combinación de realismo mágico, reivindicación histórica y costumbrismo lírico a la hora de hablar de la tierra, la pertenencia, el tiempo, el amor y esas pasiones que nos empujan a seguir estando vivos. Una cinta de reclinatorio en un trabajo libre, imprevisible y enigmático en el que cada plano tiene su significado, tan bello como grotesco, jugando continuamente con formatos no con un fin ególatra sino dando alma, fuerza y poder ensoñador al poder de contar una historia a lo que contribuye el tono de fábula entre lo analógico y lo rupturista. Una película que, en esencia, entre reiteraciones y momentos más logrados que otros, funciona como un todo a la hora de abrazar al espectador y hacerle ver que esa quimera no es tanto el tesoro que encontrar desde un punto de vista pecuniario sino el conectar con las raíces del pasado para encontrar en nuestro presente las personas, motivaciones y deseos del mundo del que queremos formar parte.
Nacho Gonzalo