Cannes 2022: Kelly Reichardt y Léonor Serraille cierran la competición sin sobreponerse al resto de candidatas
Querido Teo:
Cannes ha sido agotador (incluso desde la distancia) y ya está a punto de poner el cascabel al gato en una edición que ha cumplido el trámite pero que no parece que vaya a pasar a la Historia. “El triángulo de la tristeza” de Ruben Östlund y “Decision to leave” de Park Chan-wook (pase lo que pase en el palmarés) salen como las películas más valoradas viniendo después las obras de otros consagrados como “Broker” de Hirokazu Kore-eda y “R.M.N.” de Cristian Mungiu. Eso sí, las que han consolidado a sus directores en la liga de los grandes son “Close” de Lukas Dhont y “Holy spider (Araña sagrada)” de Ali Abbasi que podrían recibir el abrazo máximo de Cannes tras revolucionar ambos la sección Una cierta mirada en 2018 aupando Cannes a uno de los grandes del mañana. "Armageddon time" de James Gray ha perdido apasionamiento con el paso de los días al contrario que “EO” de Jerzy Skolimowski, la cual se ha mantenido como revelación para los críticos desde el inicio. No conviene apostar en contra de “Tori y Lokita” de los hermanos Dardenne, que aspiran a ser los primeros en ganar por tercera vez la Palma de Oro, mientras que “Pacifiction” de Albert Serra se ha erigido como una de las cintas que más ha encajado en el perfil premiable puramente festivalero. Las dos últimas películas presentadas no han podido crear una inercia ya creada que enfoca la Palma de Oro para alguna de las ya mencionadas en una jornada marcada por la masterclass dada por Javier Bardem que culmina una temporada para enmarcar del actor español.
“Showing up” es el nuevo trabajo de Kelly Reichardt que no parece que vaya a seguir la senda de directoras triunfando en todos los grandes premios de los dos últimos años. Una pena teniendo en cuenta que es una de las realizadoras más interesantes de la actualidad y que viene de haber conseguido una importante unanimidad crítica con “First cow” (2019). En esta ocasión vuelve a contar con Michelle Williams (actriz fetiche con la que ha contado en “Wendy y Lucy”, “Meek’s cutoff” y “Certain women”) en la historia de una estresada escultora de Portland, con más empeño y esfuerzo que éxito y que suerte, que, antes de una importante pero modesta exposición, encuentra la paz y un lugar en el mundo cuidando a una paloma herida. Una situación que planteada de manera silente y sobria termina calando por la capacidad de la vida de conectar con el arte y de la evasión de la protagonista de un entorno marcado por una vida sin metas con una madre dominante, un padre ausente, un hermano esquizofrénico y una vecina ególatra a la que ha alquilado un local.
“Showing up” cuenta temas importantes con una apariencia verista y minimalista que, para muchos de los que han podido verla, se quede en las clásicas pretensiones de autor del cine “indie”, tanto en tono como en estética, faltándole esa capacidad de transcender. Hay talento y buenas intenciones pero con falta de chispa para que la llama brote. Un melodrama de corte cotidiano, casi como viñetas de situación con personajes corrientes pero excéntricos, sobre una artista lidiando con sus frustraciones en una rutina creativa que es rica en sus silencios, sutilidad y detalle permitiendo que Michelle Williams pueda lucirse como una de sus mujeres sobre la que los demás vierten sus problemas sin que nadie le pregunte como está ella. Lo mejor de una cinta en la que puede demostrar todo su talento interpretativo a través de mostrar una mochila de cargas y dramas sin necesidad de abrirla. Un bello retrato sobre la perseveración y el intento de encontrar el sitio de uno tanto en la vida como en el arte en el que también participan Hong Chau, Judd Hirsch y John Magaro.
"Mi hermano pequeño" de Léonor Serraille es el consabido drama de inmigración en el que Rose, oriunda de Costa de Marfil, llega a Francia y se instala en los suburbios parisinos con sus dos hijos, Jean y Ernest. La angustia del emigrante y cómo ello afecta a la relación entre padres e hijos. Una cinta que más que en dejar un país atrás para empezar una nueva vida, aunque ello suponga la máxima incertidumbre en lo que pueda terminar derivando esa aventura, se centra en la dinámica familiar que implica todo ello surgiendo fricciones, desánimos y criterios enfrentados a lo largo de los años. Una cinta que va de menos a más, sostenida en la interpretación de la madre, pero que es una de esas cintas que se antojan como relleno en la competición.
Helen Mirren y Andie MacDowell conforman la mejor fotografía posible quedándonos a la espera de conocer el palmarés este sábado.
Nacho Gonzalo