"Black Panther: Wakanda forever"

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El argumento: La reina Ramonda, Shuri, M’Baku, Okoye y las Dora Milaje , luchan para proteger su nación de la injerencia de potencias mundiales a raíz de la muerte del rey T’Challa. Mientras los wakandianos se esfuerzan por adaptarse a su nueva etapa, los héroes deben actuar unidos, con la ayuda del Perro de la Guerra Nakia y Everett Ross, y forzar un nuevo destino para el reino de Wakanda.

Conviene ver: “Black Panther: Wakanda forever” llega a salas no sólo para ser la película Marvel del momento sino para estar a la altura de un legado. El de una cinta que fue la reivindicación en cine comercial de toda una raza y también el que deja Chadwick Boseman, convertido en símbolo casi mesiánico tanto cinematográfico dentro de la película como de referencia para toda una comunidad como la afroamericana en Estados Unidos. Una secuela que no ha sido fácil, no sólo por el éxito de la predecesora, sino por tener que cambiar el guión de lo previsto ante la dolorosa pérdida de su emblema. Es por ello que esta cinta, nunca sabremos cómo hubiera sido de nuevo contando con Chadwick Boseman, se aleja de la espectacularidad para abordar el lado más íntimo e introspectivo, una larga elegía en tono sobre el que emerge un mensaje de empoderamiento y matriarcado al quedar el peso de la cinta en los personajes encarnados por Letitia Wright, que no termina de tener el carisma ni la expresividad para llevar el peso, y Angela Bassett, siendo especialmente ésta la que recoge la antorcha con brío, abnegación y presencia en una cinta en la que, además, ya no aparecen Michael B. Jordan y Daniel Kaluuya lo que todavía hace más preponderante al reparto femenino. Un nutrido universo de personajes con potencial para seguir estirando la franquicia en cine y televisión, aunque en verdad sólo unos pocos tengan algo que contar, que hacen que su rabia y pertinencia temática explote decididamente tras el movimiento del #BlackLivesMatter y el grito de una comunidad que quiere ser escuchada ya que ya se ha cansado de poner la otra mejilla. En este caso, y tras el homenaje emotivo inicial, la cinta se centra en la lucha de un pueblo por resistir y defender su tierra frente a la explotación corporativista de los que quieren aprovecharse de sus recursos. Wakanda, un rico y fascinante universo, no deja de ser África mientras la aparición de Namor, interpretado por Tenoch Huerta, emergido desde las aguas representa a esos pueblos coloniales con referencias aztecas que han sido aniquilados por los imperialistas y que han tenido que encontrar en las profundidades del agua, ocultos a ojos de los demás, su capacidad de supervivencia lo que conecta a la historia con los mundos de "Avatar" y "Aquaman". El gran fichaje de la película junto a la entrada de Ironheart, inversión de futuro para la compañía. Una película potente en lo visual y rica en su mensaje político que sigue fomentando su vertiente de diversidad al ser esas mujeres las encargadas de resistir y colaborar en pro del mantenimiento del reino que ha perdido a su monarca tal es el caso de los personajes abordados por Lupita Nyong'o, Danai Gurira, Florence Kasumba y Michaela Coel. Una historia sobre el poder, afrontar el duelo y defender una cultura de la que los que están tienen como cometido contribuir a que no muera y pueda ser trasladada a futuras generaciones. El “black power” en su analogía con una comunidad mitológica que aquí es el pivote de una película que no naufraga a pesar de su ambición, excesivas subtramas, bajones de ritmo y una solemnidad sobrecargada. 161 minutos a todas luces excesivos que conforman un conjunto impersonal que deriva en buen tributo con emoción a flor de piel sobre el dolor de la pérdida que ha inundado la Fase 4 de Marvel pero que siendo sabedora de su pretendida trascendencia intenta ser tan distinta para un cine comercial aborregado que se queda más en su contexto general que en pretender buscar algo realmente distinto y que, sobre todo, entretenga y vaya más allá de batallas épicas y connotaciones políticas. Era difícil abordar esta cinta, enfrentándose a las circunstancias y a todo el fenómeno que despertó la anterior, pero al final sólo parece justificada para mostrar multiculturalidad, sororidad y promover un alargado canto de elegía al héroe desaparecido dando la impresión de que hay tres películas en una queriendo abarcar demasiado.

Conviene saber: Ryan Coogler vuelve a ponerse detrás de las cámaras de una producción que ha contado con 250 millones de presupuesto.

La crítica le da un SEIS