Berlín 2024: La nueva colaboración entre Isabelle Huppert y Hong Sang-soo no puede eclipsar a Martin Scorsese
Querido primo Teo:
El Festival de Berlín asume su llegada a la recta final de su 74ª edición, más marcada por cuestiones extracinematográficas que por el nivel de sus seleccionados, con una nueva exhibición del poderío de Isabelle Huppert, la extravagancia de Bruno Dumont y la reivindicación de la salud mental femenina. Por encima de todo, Martin Scorsese afirmando que el cine no está muriéndose, sino transformándose.
Claire Burger se llevó el premio a la mejor ópera prima de Una cierta mirada del Festival de Cannes con “Mil noches, una boda” y ha presentado en la Berlinale “Langue étrangère” sobre el descubrimiento del deseo por parte de dos amigas en la adolescencia. Protagonizada por Lilith Grasmug y Josefa Heinsius, la cinta gira en torno a Fanny, una chica problemática francesa que viaja a Leipzig como parte de un intercambio escolar y de esa manera conocerá a Lena, alguien que le demostrará que no está sola en el mundo.
La película, que cuenta en su reparto con Nina Hoss y Chiara Mastroianni, pretende ser también el retrato de la generación alfa que vive angustiada por su futuro y que se ha entregado al activismo político porque tienen ataques de “ecoansiedad”. Para la crítica, Burger acierta presentado a personajes con entidad, que tratan de forjarse una identidad mientras buscan su lugar en el mundo, pero no termina de rematar su historia.
“L’empire” es una nueva muestra del humor surrealista del francés Bruno Dumont. El director desarrolla la acción en un idílico pueblo de pescadores de la costa norte francesa en el que nunca ha sucedido algo fuera de lo común hasta que nace un bebé que es tan especial que desatará una guerra secreta entre las fuerzas extraterrestres del bien y del mal.
Una reinterpretación rebosante de mala baba de “La guerra de las galaxias” de George Lucas, convirtiendo a la Francia profunda en el imperio intergaláctico y en el que se ha rodeado de actores no profesionales para ponerlos a protagonizar piezas dignas de “La hora chanante”. La prensa ha aceptado las reglas de Dumont y entre tanta intensidad festivalera han agradecido una marcianada con el único propósito de divertir.
El director ruso Viktor Kossakovsky, responsable de “Gunda” (2020), ha defendido en la competición “Architecton”, un documental en el que ha querido exponer las consecuencias del uso excesivo del cemento en la construcción de las ciudades. Para ello contrapone imágenes de canteras, edificios devastados en Ucrania por los efectos de la guerra o ciudades enteras arrasadas por el terremoto en Turquía de 2023 con la majestuosidad de ruinas antiguas, como por ejemplo las de Baalbek en Líbano, que superan los 2.000 años de antigüedad, ayudándose solamente de las imágenes y la música. Todo ello para exponer que el cemento tiene una escasa perdurabilidad y que su producción arroja el 8% de las emisiones de CO2 del mundo.
Si con “Gunda” nos invitaba a abrazar la vida vegana, en “Architection” quiere regresar a lo orgánico y reivindicar los espacios naturales en el centro de las ciudades aunque se haya ayudado de los drones para rodar, cabalgando contradicciones lo llaman. Generalmente ha sido bien recibido por la prensa.
De la República Dominicana ha llegado el director Nelson Carlo de los Santos Arias, responsable de “Pepe”, sobre el hipopótamo del gran narcotraficante colombiano Pablo Escobar. Una reflexión sobre la identidad, los procesos migratorios y el colonialismo a través del animal que fue capturado en Sudáfrica y llevado a la hacienda que poseía el fundador del cártel de Medellín cerca del río Magdalena. Es la propia voz del hipopótamo la que va contando su historia como si fuera una fábula desordenada.
Para Carlo Chatrian, director artístico de la Berlinale, la suya es la propuesta más inclasificable de las que están disputándose el Oso de Oro. Eso mismo ha considerado la prensa a la que le ha parecido una cinta tan fascinante como irritante y disparatada.
Con “Morir” el alemán Matthias Glasner muestra los desafíos presentados por una sociedad cada vez más longeva. En Alemania el número de personas que llega a superar la barrera de los 100 años es sorprendentemente alto. Quienes están en la tercera edad realizan planes para financiar su internamiento en una residencia y el estado, a través de la Seguridad Social, establece grados de cofinanciación dependiendo del tipo de cuidados. Los protagonistas de “Morir” son un matrimonio y sus dos hijos. Todos son muy individualistas. El cabeza de familia, con demencia senil, está en una residencia y su mujer está siendo devorada por su frágil salud. Mientras tanto sus hijos están más pendientes de lidiar con sus vidas que del estado en el que se encuentran sus padres.
Glasner juega a mezclar el humor muy negro con el drama humanista, contando con un gran trabajo de sus actores, con Corinna Harfouch y Lars Eidinger a la cabeza. Se le achaca que se haya quedado corto en cuanto a profundidad pero su acogida ha sido bastante positiva y no sería de extrañar que saliera de la Berlinale con algún premio.
La representación austriaca ha venido por parte de “El baño del diablo” de Severin Fiala y Veronika Franz. Los directores han definido a su película como un horror interior y quieren exponer a las mujeres que fueron aterrorizadas en el mundo rural a través de los dogmas religiosos y los tabúes. Inspirada en hechos reales, la acción transcurre en la Austria del siglo XVIII y nos presenta a Agnes, una joven recién casada que descubre que su vida poco tiene que ver con lo que en su día soñó. Eso le conduce a un estado cada vez más melancólico porque ni se entiende con su marido, ni encaja en la sociedad, ni nadie se interesa por su estado, y llega a plantearse cometer un disparate para liberarse de la cárcel en la que vive.
Es una de las películas que más han impactado de esta edición y su protagonista, Anja Plaschg, se perfila como uno de los premios interpretativos.
El plato fuerte de este tramo de la Berlinale 2024 ha sido “A traveler’s needs” que reúne al surcoreano Hong Sang-soo con la actriz francesa Isabelle Huppert tras la cinta rodada en el Festival de Cannes, “La cámara de Claire” (2017). Huppert, que ha aprovechado para recoger el Oso de Oro honorífico entregado durante la pandemia, da vida a una turista en Corea que está desarrollando un peculiar método de enseñanza de francés, basado en la memorización de textos ligados a emociones personales. Un personaje, en principio misterioso, que puede entenderse como una visión del propio director y de su metodología de trabajo.
“A traveler’s need” no defrauda ya que obedece al estilo minimalista del cineasta y nos presenta a una fabulosa Isabelle Huppert, especialmente juguetona con las historias y los personajes con los que se va encontrando.
La gran imagen de esta edición la protagoniza Martin Scorsese que lo mismo viene a dar una charla a la Academia española de cine, se reúne con el Papa Francisco I o se deja caer por la Berlinale a recoger el Oso de oro honorífico. Como dicen las lenguas más afiladas de la siempre pacífica comunidad de TInseltown, es incluso capaz de ponerse a lavar coches con tal de ganarse a unos cuantos votantes de los Oscar por “Los asesinos de la luna”. Scorsese, leyenda viva del mundo del cine, incombustible a sus 81 años, no necesita situarse bajo el foco de los medios de comunicación para demostrar que es un genio del séptimo arte.
Mary Carmen Rodríguez