Berlín 2024: Decepcionante adaptación de "Cosas pequeñas como esas" en una inauguración marcada por la crispación política
Querido primo Teo:
Hasta el 25 de febrero de 2024 tendrá lugar la 74ª edición del Festival de Berlín que supondrá el fin del ciclo liderado por el tándem formado por Carlo Chatrian y Mariëtte Rissenbeek que han estado al frente del certamen alemán desde el año 2019. Su salida se anunció el pasado mes de septiembre tras la decisión tomada por el Ministerio de Cultura de reestructurar la gestión de la Berlinale. No ha sido un lustro fácil para Chatrian y Rissenbeek, él llegaba de dirigir el Festival de Locarno, ya que tuvieron que formatear la muestra por culpa de la pandemia sin llegar al extremo de la suspensión como sí hizo su rival más directo (Cannes) en 2020.
El Oso de Oro del 2024 se lo disputarán Alonso Ruizpalacios, Bruno Dumont, Olivier Assayas, Andreas Dresen, Abderrahmane Sissako, Tim Mielants o el hiperactivo Hong Sang-soo. El único que sabe que tiene un galardón asegurado es Martin Scorsese, en plena gira promocional por “Los asesinos de la luna”, que recibirá el Oso de Oro honorífico.
La actriz ganadora del Oscar por “12 años de esclavitud” (2013), Lupita Nyong’o, ha sido designada por la Berlinale como la presidenta del Jurado de la sección oficial. Le acompañan el actor y director Brady Corbet, la directora Ann Hui, el director Christian Petzold, la actriz Jasmine Trinca, la novelistas Oksana Zabuzhko y el director Albert Serra.
Como bien ha señalado la escritora ucraniana Oksana Zabuzhko “todo es política” y en la Berlinale no encontramos una excepción. La dirección del certamen ha retirado la invitación a cinco diputados del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) debido a las protestas en el sector cultural por la política de expulsión migratoria defendida por este partido. Esto coincide con un clima cada vez más caldeado en Alemania, con la escalada del antisemitismo, también los discursos de odio contra la comunidad musulmana y la actual Guerra en Gaza, de hecho las primeras horas de esta edición han estado dominadas por las manifestaciones en contra de Israel y las denuncias por el aumento del racismo en Alemania.
La crispación está siendo aprovechada por la Berlinale con la complicidad de los medios de comunicación, dejando al cine en un segundo plano. Eso se ha notado cuando se le ha preguntado a Lupita Nyong’o, la primera persona de raza negra en ser presidente del Jurado en este certamen, por la creciente influencia de la extrema derecha de Alemania y si ella hubiera acudido a la ceremonia de estar presentes los miembros de la AfD. Ella trató de salir por la tangente asegurando que es extranjera, invitada por el festival y que está al margen de la situación política en el país germano aunque agradeció no estar en la tesitura de decidir si ausentarse o no de la gala inaugural.
Tim Mielants ha sido el encargado de inaugurar la presente edición de la Berlinale con “Cosas pequeñas como esas” que cuenta con la producción de Matt Damon. Un drama protagonizado por Cillian Murphy, actual nominado al Oscar por su actuación en “Oppenheimer”, basado en la novela homónima de Claire Keegan que sigue la estela de “Las hermanas de la Magdalena” (2002) de Peter Mullan para denunciar a la orden de monjas católicas irlandesas que esclavizó y explotó a mujeres “descarriadas” en nombre de Dios. Un título que habla sobre posicionarse o mirar hacia otro lado alejando cualquier tipo de preocupación ajena por muy flagrante que sea con el fin de así ser más feliz teniendo como base la ignorancia y la hipocresía, más todavía para aquellos que se refugian en hacer el bien siguiendo los cánones de la fe católica.
La acción transcurre en el año 1985 y Murphy encarna a un comerciante de carbón con una familia numerosa a su cargo que en una de sus rutinas de reparto descubre un hecho horrible en un convento relacionado con el vejatorio trato a las madres solteras y a sus vástagos y eso le hace conectar con su doloroso pasado y también con el silencio cómplice de su vecindario que está claramente influenciado por el catolicismo. Una historia que parte de un caso real que llevó a la revelación en 2021 de todo lo que habían llevado a cabo en nombre de la fe separando a los pequeños de sus familias biológicas y destruyendo física y psicológicamente a estas mujeres.
Se esperaba mucho más de Mielants, que ha demostrado su oficio en la serie “Peaky Blinders” (2013-2022), y de una historia cuyas heridas están lejos de cicatrizar pero la crítica ha considerado que el director no ha encontrado la manera de impactar con su relato sin tener que caer en el didactismo y lo maniqueo en este intento de mostrar la depuración del trauma colectivo de todo un país. Quien sí se ha llevado los elogios de la prensa es Cillian Murphy, exquisito en su composición de una víctima que trata de esclarecer los hechos que fueron forjando su vida, y también ha llamado la atención la encarnación de Emily Watson de una madre superiora más cercana a un capo de la mafia que de las monjitas de "Sonrisas y lágrimas".
Mary Carmen Rodríguez