Berlín 2022: Carla Simón cautiva con su reivindicación del mundo rural en “Alcarràs” e Isaki Lacuesta impacta recreando la tragedia en la sala Bataclan

Querido primo Teo: 

Esta edición del Festival de Berlín ha estado marcada por su brevedad, ha durado solamente siete días, también por las restricciones sanitarias debido al coronavirus (COVID-19) y por el poco ruido generado por los contendientes, salvo honrosas excepciones. La ganadora del pasado año fue la rumana “Un polvo desafortunado o porno loco” de Radu Jude que probablemente pase a la Historia por sus ansias de provocar cuando ya está todo inventado. De esa película muy poco se habló pero también es verdad que la edición pasada nos despistó a todos. 

El cine alemán ha encontrado una nueva representante en Nicolette Krebitz que ha defendido “AEIOU - A quick alphabet of love”. La cinta se centra en Anna, una actriz de 60 años que tiene serios problemas para encontrar trabajo y le ofrecen ser la educadora lingüística de un adolescente con problemas de adaptación. Entre ella y el joven, que casualmente le robó la cartera en el pasado, se termina creando un vínculo afectivo. Esta película es una comedia romántica que inevitablemente ha sido comparada con “Harold y Maude” (1971), no solamente porque veamos la relación amorosa entre un adolescente y una mujer que casi le cuadriplica la edad sino por jugar con ese sentimiento de inadaptación. Esta propuesta ha gustado muy poco a la crítica porque la directora juega a la provocación y a mezclar muchos géneros de manera muy torpe. Ni siquiera las interpretaciones de Sophie Rois y Milan Herms han resultado convincentes.

Hace cuatro años el director francés Mikhaël Hers tuvo un éxito considerable con “Mi vida con Amanda” (2018). Ahora ha presentado “Los pasajeros de la noche”, un film protagonizado por Charlotte Gainsbourg que encarna a una mujer sumergida en una depresión tras la ruptura de su matrimonio y que está buscando alicientes para comenzar de cero junto a sus hijos adolescentes. Un melodrama existencialista efectivo, a pesar de su premisa manida, gracias al cariño que tiene el director por sus personajes y por el trabajo hecho por Gainsbourg llegando incluso a enriquecer el papel. 

Isaki Lacuesta logra llegar a la competición con “Un año, una noche” en donde recrea el asalto terrorista en la sala Bataclan de París en la noche del 13 de Noviembre de 2015, adaptando el libro “Paz, amor y Death Metal” que escribió Ramón González, uno de los supervivientes. Los protagonistas son una pareja, encarnada por Nahuel Pérez Biscayart y Noémie Merlant, que para sobrevivir se esconde en el camerino de los músicos junto a otras personas. En el film también participan Quim Gutiérrez, Natalia de Molina y C. Tangana. Lacuesta ha convencido a la crítica por acercarse a esta tragedia de una manera muy poco convencional y completamente empática, y también por su inteligencia a la  hora de reflexionar sobre el impacto de un trauma y el deseo que sienten quienes lo han vivido de no ser definidos por ello. 

El canadiense Denis Côté estuvo presente en el certamen con “Antología de un pueblo fantasma” (2019). Ahora ha defendido “That kind of summer” que se centra en un grupo de mujeres que acuden a terapia intensiva para superar sus problemas sexuales en una casa abandonada en medio del campo. Esta película ha resultado ser toda una sorpresa para una audiencia que pensaba que iba a ver una propuesta pretendidamente rompedora pero, más allá de la provocación, hay un gran retrato de una serie de personajes que están lidiando con sus propios demonios y que termina siendo cautivador. 

Carla Simón presentó en este mismo escenario “Verano 1993” (2017) en una de las secciones paralelas del certamen. El festival alemán supo reconocer el talento de Simón y le otorgó dos galardones, entre ellos el de mejor ópera prima. Tras las excelentes sensaciones dejadas, y también el recorrido internacional que tuvo “Verano 1993”, era de esperar que con su segunda película, “Alcarràs”, diera el salto a la sección oficial. Carla Simón ha querido reivindicar el mundo rural a través de la historia de una familia de agricultores que han estado dedicándose al cultivo de melocotoneros en unas tierras cuyo propietario cederá para la instalación de placas de energía solar. Carla Simón sufrió los embistes de la pandemia durante el proceso de producción de esta película que se ha rodado con un equipo de actores no profesionales y que viven en Alcarràs en la provincia catalana de Lérida. Esta propuesta ha sabido convencer a la crítica por la autenticidad que hay en el relato, no cae en los clichés propios de quien no conoce el mundo del que habla. 

El suizo Michael Koch ha mostrado “A piece of sky”, un drama que se centra en un campesino que se ha trasladado a vivir a un pueblo de los Alpes. Se enamora de una de las habitantes del lugar y la relación entre ambos se verá amenazada por una enfermedad. Koch muestra la vida en el campo de manera áspera y se toma su tiempo para presentar el verdadero conflicto de la película, hubo quien se fue de la sala antes de descubrirlo y que no es otro que la verdadera naturaleza de una relación cuando se les presenta la adversidad. 

“Leonora addio” supone el primer trabajo en solitario del director italiano Paolo Taviani tras la muerte de su hermano Vittorio en el año 2018. Los Taviani se llevaron el Oso de Oro con “César debe morir” (2012) y con “Leonora addio” se pretende hacer un homenaje a la Italia doliente tras la Segunda Guerra Mundial y al escritor y premio Nobel de Literatura Luigi Pirandello, cuyas cenizas viajaron desde Roma a Sicilia para ser esparcidas por el Mediterráneo una década después de su fallecimiento. La historia está dividida en dos partes, la primera narra la odisea del funcionario que acompañará a las cenizas en su recorrido por Italia y que no lo tendrá nada fácil para acometer la tarea, y la segunda se inspira en uno de los cuentos de Pirandello y se centra en un niño siciliano que mata a una niña en Nueva York. Una cinta que ha sido interpretada como el manifiesto final de un cineasta. 

El cineasta surcoreano Hong Sang-soo se ha convertido en uno de los imprescindibles del Festival de Berlín, y de cualquier certamen que se precie debido a su hiperactividad. Ha cerrado la competición con “La novelista y su película” que se centra en una famosa novelista, en el dique seco desde hace tiempo, que se reúne con dos amigas que no se atreven a ser sinceras con ella. Posteriormente la escritora conocerá a una célebre actriz con la que terminará conectando ya que, al igual que ella, también está atravesando por una crisis de identidad y de ese encuentro surge la idea de hacer una película. Hong Sang-soo sigue explotando una fórmula ganadora, rodando una historia sin mayores ambiciones que presentarnos a unos personajes que están buscando nuevas oportunidades, como las dos mujeres de las que habla y que están encarnadas por Lee Hye-young y Kim Min-hee, musa del cineasta.

El Festival de Berlín 2022 ha quedado deslucido en cuanto a estrellas y se ha tenido que cancelar la presencia de Isabelle Huppert, receptora del Oso de Oro honorífico, por haber dado positivo en coronavirus (COVID-19). Quien sí ha estado presente ha sido la actriz británica Emma Thompson que ha presentado fuera de concurso “Buena suerte, Leo Grande” que recientemente se estrenó en el Festival de Sundance. Thompson está recibiendo críticas fabulosas por su interpretación de viuda de mediana edad que jamás ha gozado de su sexualidad y que para remediarlo recurre a los servicios de un gigoló. Thompson ha querido exponerse como víctima de una sociedad tirana que ha adoctrinado a las mujeres para que tengan una visión distorsionada de sí mismas. 

Mary Carmen Rodríguez