Hay que reconocerlo. Tom Hanks ha pasado de ser el gran actor de los 90 a convertirse en una caricatura de si mismo. Hanks siempre ha representado al buen americano, a ese hombre de clase media con valores y con amor por su país. 2 Oscar consecutivos por "Philadelphia" y "Forrest Gump" le encumbraron como uno de los grandes, pero los que esperaban más de él no pueden estar más decepcionados.
Tras el rodaje de "Apolo 13" en 1995, Hanks experimentó una época de cierta sequía en cuanto a películas, aunque produjo, la miniserie sobre el programa Apolo "De la Tierra a la Luna", en la que presentaba los capítulos, dirigió uno y actuó en otro. Hanks volvió a la interpretación en cine en 1998 con la aclamada "Salvar al soldado Ryan", por la que fue nominado de nuevo al Óscar sin llegar a conseguirlo. Su última nominación le llegó en el año 2000 por "Náufrago", por la que llevó a cabo la transformación física más importante de su carrera, y desde entonces su carrera como actor no ha sido tan exitosa como en los 90 habiéndose metido en otros campos como el de la producción. "Camino a la perdición" (2002), "Atrápame si puedes" (2002) y "La terminal" (2004) es lo mejor que nos ha presentado como actor en lo que llevamos de siglo. La cruz fue el criticado remake de "Ladykillers" o "El código Da Vinci" donde su melena al viento no hacía subir la calidad de un film demasiado ventajista a la hora de buscar un pelotazo como el del libro.
Entre "El código Da Vinci" (2006) y "Ángeles y demonios" (2009) sólo ha presentado "La guerra de Charlie Wilson" en la que interpretaba a un congresista paródico y corrupto. Su mayor alegría profesional en los últimos años ha sido la miniserie "John Adams", ganadora del Globo de Oro y del Emmy, en la que ha participaba como productor.
Por ello los foreros lo han tenido fácil para elegir su mejor papel. Se han ido a los 90 y no nos extraña que se hayan quedado con "Forrest Gump". Parafraseando al Kirk Lazarus de “Tropic Thunder”, la Academia siempre se ha pirrado por los que demostraban alguna disfunción mental pero siempre que tuvieran alguna justificación. Aquí Forrest tiene retraso pero se convierte en un héroe tanto para los suyos como para una nación. Forrest, gracias a la convincente interpretación de Hanks, se ha convertido en un personaje característico del cine.
El tiempo “endurece a los corazones” y hoy muchos reniegan de una película que fue un clásico de los 90. Eso si, el Forrest de Hanks es mucho más bondadoso que el de la novela en la que se basa, siendo éste mucho más caústico e irónico. Sólo decirte que el lema de Forrest Gump de “La vida es una caja de bombones” aparece en la novela como “Ser un idiota no es como una caja de bombones”.
Y es que “Forrest Gump” cuenta toda la historia de Usamérica desde la segunda mitad del siglo XX de una manera ágil y dinámica, aunque sufre las consecuencias de algunas licencias como algunos encuentros de Hanks con personajes históricos o la aparición de gente leyendo el USA Today en la década de los 70 cuando este diario no fue publicado hasta 1982.
A pesar de todo, Hanks convirtió a Forrest Gump en un icono del cine moderno y por ello muchos fans peregrinan periódicamente a la cuesta en curva que recorre Forrest en la recta final de la película y que se llama “The Forrest Gump Curve” pudiendo encontrarse en GrandFather Mountain (Carolina del Norte).
Ahora Hanks es multimillonario y con las dos entregas de “El código Da Vinci” se ha asegurado la jubilación, pero muy difícilmente conseguirá en el futuro tan característico, influyente y querido como el de este joven que corría al mismo ritmo que su buen espíritu.
"M. El hijo del siglo" ha sido dirigida por el británico Joe Wright, autor de adaptaciones en el cine de clásicos literarios como "Orgullo y prejuicio" o "Anna Karenina" y una buena aproximación a un personaje de la talla de Winston Churchill, y tiene como protagonista al actor italiano Luca Marinelli en el papel del dictador. Wright y Marinelli nos meten en el mundo apocalíptico que alumbró en 1919 la fundación de los Fasces Italianos de Combate por parte de Mussolini, alimentado por la rabia del fracaso en la Primera Guerra Mundial, narrando la violencia que sus Camisas Negras ejercieron contra los socialistas hasta llegar al poder en 1922 e instaurar su dictadura. La primera ministra italiana no dudó en expresar públicamente su negativa a dedicar su valioso tiempo a ver la serie inspirada en la novela histórica del escritor Antonio Scurati, llevada a la televisión tras ser alabada y elevada a el mejor tratamiento sobre el nacimiento del fascismo por la mayoría de los críticos desde su paso por Venecia y Toronto.
El atractivo constante que ejerce la época victoriana ha dirigido el nuevo proyecto del creador de la serie "Peaky Blinders", combinando de nuevo la delincuencia con las clases altas que llenaron el periodo de contradicciones e imágenes perdurables. Knight ha elegido en esta ocasión a la banda femenina más famosa del periodo. Aunque no se sabe bien cuando nacieron "Las 40 elefantas", sí que su nombre procede de su origen en la zona de Elephant Castle, tal vez desde el siglo XVIII, pero se mantuvieron durante décadas por su habilidad para despistar a la policía.
La tragedia cotidiana de una nación donde desaparecen a diario más de 2.000 jóvenes ha dado historias de todo tipo, pero las mejores combinan misterio, investigación y amor. Esta es de las que reúne las tres cualidades con la peculiaridad de que es un británico el que se adentra en la América pequeña y maneja sus hilos a la perfección.